Cine-mundial (1916)

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— CINE MUNDIAL su acción, en la forma de calor que se manifiesta en sacudidas más o menos desagradables según su intensidad. Carece la electricidad de peso, y es impalpable porque no tiene substancia; por lo menos en el sentido del vocablo generalmente aceptado. Podemos, sin embargo, medir y calcular exactamente su fuerza subordinada al trabajo. Podemos, es más, determinar con toda precisión lo que es ella capaz de hacer, la forma en que acciona dentro de casi todas las circunstancias o situaciones conocidas. La mejor definición que hemos oído de la electricidad la hizo un escritor al describirla de esta manera: “La electricidad es una propiedad peculiar que revela un alambre conectado con un dinamo o batería y la cual no se manifiesta en ningún otro alambre.” La electricidad se divide en varias clases distintas, tales como magnética, estática, etc., y cada una de ellas ofrece diferentes características, bien que al operador le interesa poco saber de dónde se derivan. Redúcese todo su trabajo a conocer de lleno la corriente eléctrica producida por lo que se llama dinamo o generador, y el cual consiste en una armadura de inducción y el imán. La armadura tiene un eje, sobre el cual va montado un núcleo de bobina de hierro, y en un extremo de ésta hay una serie de palancas o aros que se denominan conmutador. Sobre la bobina se ven retorcidas muchas espirales de alambres de cobre, cuyos extremos están asidos a las palancas del conmutador. ¿Esto constituye lo que se llama la armadura de un dinamo. Gira ella entre los potentes electro-magnetos o en proximidad muy cercana a uno o más de ellos, y pasan las que se llaman líneas de fuerza magnética por entre esos electro-magnetos ó a su alrededor. Hablando en concreto, son los alambres de cobre, retorcidos en la armadura bobina de hierro, los que producen la corriente eléctrica, cortando líneas de fuerza magnética. La acción del dinamo depende de la siguiente ley: “Si a un conductor eléctrico, digamos un alambre, se le imprime la marcha por un fluido magnético, entonces se generará una corriente eléctrica.” No se crea que los más notables peritos en materia de electricidad están contestes en lo de la acción de la corriente eléctrica, pues algunos de ellos sostienen que nada que equivalga a volumen o cantidad pasa por los alambres, Los hay también que afirman que la acción de la electricidad consiste totalmente en algo así como disparos graneados de moléculas, y no faltan los que creen que es volumen (eantidad) lo que pasa por los alambres. Como quiera que esos argumentos son demasiado técnicos, no tienen ellos ningún interés práctico para el obrero corriente. El que esto escribe opina que no existe hombre alguno que sepa con exactitud lo que por ellos pasa. Aceptaremos, no obstante, y para continuar nuestra tesis, que la corriente afluye a los alambres del mismo mono que el agua corre por un tubo, y pasaremos a tratar el tema. LA CORRIENTE—CONTINUA Y ALTERNA. Resulta de fácil comprensión, una vez conocida, la diferencia que existe entre la corriente continua y alterna. La corriente continua, que también se llama corriente directa, afluye constantemente en una dirección, y en ese caso un carbón de la lámpara es siempre positivo y el otro negativo. Obedeciendo a razones que explicaremos después extensamente, al utilizarse la corriente continua deberá estar siempre arriba el carbón positivo y abajo el carbón negativo. Se supone que la corriente o impulso eléctrico arranca de la brocha del dinamo positivo y pasa por el alambre positivo del circuito. De cada lámpara, motor o accesorio que. consuma corriente se escapa una porción de ésta que va a parar al alambre negativo, y éste la conduce de nuevo al dinamo. Muy rara vez se determina corriente continua en los casos en que su intensidad suba de 500 voltios, y la razón estriba en que cuando sobrepasa ese número se hace difícil aislar, unas de otras, las palancas del conmutador. Después de salir del dinamo no podrá aumentarse el voltaje de la corriente directa sin recurrir a máquinas de piezas impelentes, lo cual es costoso y poco práctico. Hay que reconocer, sin embargo, que la corriente continua es muy superior a la alterna para trabajos de proyección. Ya sabéis, pues, que la corriente continua afluye en una dirección, a lo cual debe su nombre; en otras palabras, que pasa por un alambre a través de la lámpara o motor y después de retornar al dinamo por el segundo alambre queda completo el circuito. De la otra parte, la corriente alterna afluye primero en una dirección y luego en la otra, debido a la construcción peculiar del generador (dinamo). La corriente afluye en una dirección variando su marcha en un tiempo dado de 1-25 a 1-275 de segundo, y luego retrocede afluyendo en dirección contraria durante igual período de tiempo. A esos dos períodos de afluencia se las da el nombre de “ciclo.” Valgámonos de un símil para explicar el vocablo: suponga usted que atraviesa una habitación de un extremo a otro y que luego gira sobre sus talones retrocediendo los pasos. Al yolver usted al punto de partida habrá terminado lo que en la corriente alterna se llama “ciclo.” De ahí que cuando oiga usted hablar de una corriente de “6o ciclos,” con ello le quieren: decir que la corriente ha afluído en dirección contraria a razón de 120 veces por segundo. Si se trata de un “ciclo” 132 entonces se efectúa el retorno de la corriente a razón de 264 por segundo, etc. En el dinamo de dos polos la corriente afluye hacia una dirección durante el tiempo en que la armadura efectúa media rotación, y hacia la dirección opuesta en la otra mitad de la rotación; así es que al dar la vuelta completa la armadura redondea el “ciclo.” Sin embargo, los dinamos modernos tienen más de dos polos (y algunos de ellos muchísimos más) reduciendo así la rapidez de impulso de la armadura que se necesita para producir una corriente de dada frecuencia. (“Frecuencia” significa el número de “ciclos” por segundo.) Tanto los dinamos continuos como los alternos se fabrican con la idea de producir un voltaje dado, y aquellos destinados, por ejemplo, a una intensidad de 110 voltios, no la producirán de 220 ni ninguna otra que la ya expresada. Tratándose de la corriente alterna, cada carbón de la lámpara es intermitentemente positivo y negativo. Eso hace que ejerza un efecto marcado sobre la luz de la proyección, y como se explicará después. No es cierto lo que aseguran muchos operadores que la corriente alterna no da tan buenos resultados como la continua; lo que si es verdad es que, con ella, resulta algo más difícil y se necesita generar mayor corriente (amperios) para obtener tan satisfactorios resultados como los que pueden conseguirse con la corriente continua. Muchas compañías suministradoras de luz y fuerza motriz prefieren la corriente alterna, y la prefieren porque se puede generar más fácilmente con ella una alta tensión (voltaje) para trasmitirla al punto donde se va a utilizar y transformarla allí después (reducida ya a un voltaje inferior) por medio de un adminiculo sencillo que se le conoce con el nombre de transformador y el que exige muy poco cuidado o atención, Esta corriente se transforma con la misma facilidad de un voltaje bajo a otto alto. Tal operación no se hace de igtial sencilla manera con la corriente continua. Además, por varias razones, la alta tensión continua no es tan conveniente ni tan a propósito para fines prácticos comerciales como lo es la alterna. pi Y la economía está en esto: una corriente de alta tensión (alto voltaje), capaz de hacer un trabajo inmenso, se puede trasmitir por un alambre mucho más pequeño que igual cantidad de potencia eléctrica con un bajo voltaje. No es la intensidad la que determina el tamaño del alambre necesitado, sino la CANTIDAD (amperios) de la corriente que afluya. Um (1) amperio de 2,000 voltios se convierte en diez (10) amperios después de haber sido transformado a una intensidad de 110 voltios. Consultando la lista o cuadro de alambres (que publicamos más adelante) se verá que aun cuando un alambre muy pequeño conduce tres amperios se necesita uno mayor para conducir 30 amperios. Suponed, por un momento, que hay que conducir la corriente a la distancia de una milla a partir de la estación de donde arranca la fuerza motriz. En ese caso, si la intensidad es de 2,000 voltios la corriente podrá ser conducida directamente hasta el transformador (generalmente situado en el polo más cercano al punto donde se va a utilizar la corriente) por un pequeño alambre, mientras que, por otra parte, si se genera de 110 voltios habría que llevarla toda esa distancia con aquel voltaje, lo cual quiere decir que exigiría diez veces la fuerza de la corriente en amperios. ¿Se da usted cuenta de la inmensa economía que ello resulta en el costo del alambrado? k Cierto que esa explicación no afecta directamente el trabajo de operación o proyección; pero se hace para que se vea lo errados que están aquellos operadores que al verse obligados a manejar la corriente alterna exclaman con cierta vehemencia: “¿Para qué generan y para qué sirve esa clase de corriente?” Además, conviene al operador darse cuenta, por lo menos, de esa cuestión, ya que de la mayor suma de conocimientos prácticos que posea en materia de electricidad derivarán muchas ventajas tanto él como su principal. Una pregunta que se formula con frecuencia, y la que parece ser un acertijo para muchos operadores que tratan de penetrarse de lo que es la corriente alterna, es esta: “Cómo se explica que si la corriente retrocede en la dirección que se ha dado primero genera afluencia suficiente para mantener un arco voltaico?” Pues nada más sencillo de entender si se detiene uno a considerar la enorme rapidez en la marcha de la corriente eléctrica. Muchos entendidos en el ramo han tratado de determinar esa rapidez, y, algunos de ellos la han' comparado con la de la luz. Teniendo, pues, presente esto se verá fácilmente que, sin embargo de ser ENERO, 1916. E ——_—_______—___ Qs PÁGINA 31