Cine-mundial (1916)

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LAS GRANDES ATRACCIONES Por ALBERTO CAMPOVERDE Los interesados que deseen ponerse en contacto directo con fábricas de los aparatos descritos pueden dirigirse a CINE-MUNDIAL, Departamento de Espectáculos al Aire Libre. IM SENDO la norma establecida en el número Jl anterior, pasaremos a describir e aparatos reOl creativos propios para instalarse al aire libre y Ņ\| que mayores utilidades reportan. Comenzaremos con los “Equipos de Cabalgar,” = que así nos parece que se llamaban antiguamente, por entender que todos ellos constituyen atracciones de mérito probado capaces de rendir buenos beneficios. Su popularidad no ha decaído un instante desde que se inventaron y hoy como ayer los encontramos siempre formando los centros donde el público se aglomera con mayor animación enlos Parques _ Teatrales, Ferias, Festejos Am bulantes, Exposiciones, etc. No estará demás recordar, antes de seguir adelante, que una de las sensaciones de la Exposición Internacional de Chicago, celebrada en 1892-93, fué sin duda alguna la Rueda “Ferris,” que en aquella época acababa de perfeccionarse. Huelga decir que los Tiovivos o Carrouselles gozaban de fama mundial desde mucho antes. Muy al contrario de lo que sucede con casi todas las novedades de esta clase, la popularidad de los “Equinos de Cabalgar” se mantiene constantemente y jamás pierden su potencia remunerativa. Los empresarios entendidos ganan tanto hoy con estas instalaciones como al principio de su introducción. El “Columpio Marino.” N. de R. Algunas veces, cuando los Festejos Ambulantes hacen una mala parada, por no ser la época propicia, haber ocurrido algún siniestro en la ciudad, o cualquier otra causa, los “Equipos de Cabalgar” no sólo vienen a resarcir las pérdidas sino que producen lo suficiente para que todo el grupo de espectáculos se traslade al próximo punto. ¡Cuántas compañías se hubieran varado de no ser por estas atracciones! Díganlo si no los empresarios duchos. Otras veces los equipos de esta índole dejan atrás a todos los demás espectáculos en lo referente a ingresos, al menos que la companía cuente con aleuna de esas funciones originales y de gran sensación que de tarde en tarde se presentan al público. Veamos ahora la clase de aparatos que caen bajo la denominación de “Equipos de Cabalgar.” Los columpios de vaivén, las aspas giratorias, los molinos de escalones y los saetines inclinados fueron los precursores de las imponentes combinaciones modernas, que funcionan bajo el mismo principio de gravedad, aunque añadiendo ciertas evoluciones originales que producen agradables sobresaltos, sendas adas entre ocupantes y espectadores y la consabida diversión general. Cuanto más intensa es la sensación, mayor la hilaridad—aunque no hay que olvidar que estos aparatos se someten a rigurosas pruebas antes de El “Vaivén del Tango.” El “Molino Viejo” también ejerce poderosa atracción sobre el público. .. Ferrero, 1916 E —— E] PáÁciNaA 76