Cine-mundial (1916)

dentro de un tubo continuo, en cuyas paredes aparecen reproducciones en cera u otro material de los infiernos, el polo norte, desiertos, etc., etc. A excepción de estos panoramas artificiales, toda la jornada se efectúa en la más profunda obscuridad. El “Molino Viejo” también atrae al público. El mecanismo consiste en un saetín ondulado lleno de agua y completamente cubierto. La corriente, que es bastante rápida, se obtiene por medio de la rueda del molino, y los pasajeros viajan en esquifes de fondo chato. En el trayecto se encuentran reproducciones alesóricas, como en el “Ferrocarril Pintoresco,” que revelan el fondo del mar, el interior de un volcán, Neptuno con su tridente y rodeado de sirenas, etc. Aquí también la obscuridad aumenta la sensación. Y llegamos, por último, a los “Despeñaderos Acuáticos,” cuya potencia remunerativa ha quedado probada en innúmeras ocasiones. Lo mismo que el “Ferrocarril Pintoresco” y el “Molino Viejo,” los despeñaderos aludidos ocupan bastante espacio y exigen buen número de empleados. Su propiedad distintiva consiste en el lago artificial donde caen los botes al descender, desde una altura de 60 a 100 pies, a lo largo de una pendiente bien engrasada de 25 a 30 grados. Los “botes y pasajeros se elevan al remate CINE MUNDIAL El “Círculo-Columpio.” del despeñadero: por medios mecánicos. las instalaciones de esta índole son fijas. Existen además muchas otras combinaciones de sensación y risa que nos proponemos describir en los números siguienes; Huelga decir que tales como “El Látigo,” “El Zapateo de Virginia,” “Olas Languidas,? “La Carrera de Caballos,” el “Columpio Marino” y muchas otras. Tampoco pasaremos por alto los diferentes juegos y diversiones que les sirven de secuela—boleras corrientes, casas estrambóticas, poleras “Skeeball,” palacios de la risa, arcadas “Mutoscope” y toda la variedad conocida de diversiones al aire libre. No estará demás que hagamos hincapié antes de terminar en las grandes oportunidades que ofrecen esta clase de aparatos a los hombres emprendedores. A _todos aquellos que deseen lanzarse como empresarios de espectáculos al aire libre habrá de convenirles, repetimos, estudiar a fondo las instalaciones que acabamos de describir sucintamente. Aunque las instalaciones aludidas son de mérito probado e indiscutible atracción, sea cual RIERS el país donde se exploten, la práctica nos demuestra que unas dan mejores resultados que otras en determinados casos. De aquí la recomendación hecha en el párrafo anterior, que los lectores interesados no deben desatender. XISTE cierta clase de juguetes que se fabrica expresamente para los empresarios de espectáculos y diversiones al aire libre. Se destacan entre ellos las muñecas, osos “Teddy,” perros lanudos y varios otros animales que atraen a los niños y cuya elaboración se basa en un relleno especial. La introducción de esta clase de juguetes, que varían en tamaño entre 6 pulgadas y 1% pies, se efectuó por medio de las Ruletas Recreativas y otros juegos de azar permisibles, manipulados por los concesionarios que instalan sus tiendas en la herradura que forman los festejos ambulantes, así como en las explanadas de las ni ferias, avenidas de exposiciones, anexos de circo y dondequiera que se congregan las multitudes en busca de diversión. La Ruleta Recreativa constituye un inocente juego de azar que se distingue por que siempre gana alguien en cada revolución de la rueda, aunque los jugadores corren cierto riesgo de perder y en esto precisamente estriba su gran popularidad en los Estados Unidos. Como casi todas las ruletas de esta clase llevan noventa números, marcados desde 1 a 90, tres en cada una de las treinta paletas, que reportan diez centavos, resulta que en cada revolución de la rueda el concesionario obtiene una suma de $3.00. Puede, por tanto, dar como premio un juguete que cueste la mitad o una tercera parte de dicha canti FEBRERO, 1916 El Venta de Muñecas por medio de la “Ruleta Recreativa.” Juguetería para Ruletas Recreativas Por CAMILO GELABERT dad y percibir a la vez una buena ganancia líquida. En un principio se daban cajas de dulces como premios y el público quedaba satisfecho, pero no tardó en ocurrírsele a un concesionario introducir los osos “Teddy,” que crearon una verdadera sensación desde los primeros momentos, al extremo de que se vendieron 150,000 en una sola temporada. Comenzaron en seguida a establecerse fábricas en diferentes puntos destinadas “exclusivamente a la confección de estos juguetes para venderlos por medio de Ruletas Recreativas. No estará demás mencionar que ni el público ni los concesionarios exigían que estos juguetes de material relleno fueran de clase superior. Aun en la actualidad, salvo raras excepciones, los osos “Teddy” que se elaboran para el fin citado consisten en un relleno de excelsior, con una capa de felpa barata en diferentes colores, y ojos sencillos de vidrio. Lo mismo puede decirse de los perros lanudos, monos y otros juguetes en forma de cuadrúpedos. Puede asegurarse que hoy en día existen arriba de 250 fabricantes y mayoristas ` que venden casi únicamente a los quince mil concesionarios que manipulan Ruletas Recreativas u otros aparatos análogos. Las personas desconocedoras del ramo no puede formarse una idea exacta de la magnitud de este comercio en los Estados Unidos. Su desarrollo ha sido tan rápido que sólo el cinematógrafo le ha aventajado en estos últimos tiempos. Al terminar el año 1915, en este país el oso “Teddy” se rindió casi incondi cionalmente a la muñeca de igual tamaño (1% a 2 pies). En los albores de la industria el público se conformaba con las muñecas rellenas ordinarias, cuyos vestidos se cambiaban según los caprichos de la moda. Después se probaron las de porcelana barata, pero resultaron demasiado frágiles. Las roturas que ocurrían en los embarques representaban pérdidas EJ PÁGINA 78