Cine-mundial (1916)

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Durante los no da señales de hastío. A un q ue muchas son de argumento complejo y disparatado a veces, varias de las que han salido recientemente se apartan de lo inverosí mil y algunas—muy contadas, es cierto—se desarrollan con sencillez de tragedia griega. El melodrama cinematográfico tiene también sus latiguillos, que no son otra cosa los riesgos a que se exponen los artistas para acentuar las situaciones emocionantes. Bien es verdad que estos peligros no tienen razón de ser en muchos casos, y el espectador a menudo se pregunta por qué la heroína salta por la azotea cuan do podía salir tranquila` mente por la puerta. Pero la generalidad del público pasa por alto todas esas incongruencias y sólo se preocupa de admirar la destreza de los personajes y aplaudir los diversos actos sensacionales. Escena El Cine Emocionante ORTEGA Por F. G. A película sensacional es el melodrama del lienzo. últimos dos años se han ofrecido múltiples cintas de esta indole y el público todavía exponiéndose a fuertes multas o a parar en la cárcel. Una de las empresas cinematográficas más importantes de Europa, cuya marca conoce el mundo entero, fué objeto años atrás de una de “La Ciudad Oculta” (Horsley), una de las obras en que mayores riesgos corren los artistas. _En los Estados Unidos, el país de los extremos, las compañías cinematográficas que vienen dedicándose a producir esta clase de cintas tienen que andar con pies de plomo y vencer muchos obstáculos para agradar al público, ávido de emociones fuertes, y al mismo tiempo no ofender las susceptibilidades de ese elemento ultramoralizador que tanta influencia ejerce en los pueblos de origen anglo-sajón. Están obligadas a protegerse contra los individuos más o menos “chiflados” que abundan por todas las erandes ciudades norteamericanas, que no dejan pasar ocasión alguna de ofrecer sus servicios para llevar a cabo toda clase de combinaciones descabelladas. Si fueran a aceptar las ofertas de esta clase que reciben a diario, no se impresionaría pelicula alguna sin “tener que lamentar deseracias. Tienen que poner sumo cuidado para evitar que los animales que toman parte en las representaciones no sufran percance alguno, pues de lo contrario se les vendrían encima Kathlyn Williams en “El Expreso todas las socieNo. 13” (Selig). dades protectoras, campaña tan encarnizada que poco le faltó para perder en absoluto el mercado norteamericano. De todo tuvo la culpa la muerte de un caballo. Se trataba de una cinta trágica, de conmovedor realismo, y en una de las escenas aparecía un caballo desbocado arrastrando un coche, que luego se despeñaba por un precipicio con tanta claridad que no dejaba duda alguna sobre la suerte del bruto. El acto produjo una ola de indignación en Europa y los Estados Unidos, donde las autoridades prohibieron que se exhibiera. Es imprescindible, por tanto, que las compañías despleguen tino excepcional en el desarrollo de estas piezas, a fin de producir situaciones espeluznantes y dar la ilusión del peligro con la mayor fidelidad posible sin exponer la vida del contingente artístico. Hace relativamente poco tiempo, cuando empezaron a llevarse al telón espectáculos de este género, los saltos desde el puente de Brooklyn representaban la vista favorita. Es indiscutible que semejante hazaña siempre entrañaba gran riesgo, aunque la llevaran a cabo buzos de profesión, pero las compañías se esforzaban por sucedió lo mismo que con Don Tancredo en España y Méjico. En seguida salieron infinidad de sujetos dispuestos a hacer lo mismo, que para demostrar su habilidad saltaban por el puente sin preparación alguna, con deplorables consecuencias en la mayoría de los casos. Por fin la policía tuvo que tomar cartas en el asunto y en la actualidad se ven constantemente sobre el puente guardias especiales para impedir que los exaltados cometan barrabasadas. A pesar de esta precaución, todavía no hace una semana que se arrojó desde la mitad del puente un joven de Chicago y lo recogieron muerto horas después. Este pobre diablo había venido expresa -mente a Nueva evitar que ocurriera percance alguno. Y El Capitán Bonavita en lucha con un león (Horsley). Juno, 1916: y E CINES