Cine-mundial (1916)

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de artistas. El dramaturgo que se vale de las tablas con el solo objeto de explicar sus ideas sobre cuestiones sociales o de otra indole, engaña al público. Los concurrentes a una función teatral o cinematográfica pierden la paciencia cuando observan que el autor ha convertido en púlpito el lienzo o las candilejas. “El Impostor” no adolece de este defecto. Ni el teólogo más prosaico encontraría en la obra lección alguna. Es una pieza de corte magistral que entretiene y emociona—ni menos ni más. Hemos preguntado a muchos cinematografistas prácticos y buen número de aficionados qué parte del argumento les había impresionado más hondamente. En seguida comenzaron a hablar de la escena en que el japonés marca a la protagonista con un sello candente y del desenlace en el juicio oral. No cabe duda alguna de que ambas escenas son arrebatadoras y levantan en vilo al espectador en una verdadera tempestad de pasiones, pero existen en el teatro y en el cine muchas otras análogas. El secreto del éxito estriba en otras causas más profundas. Obedece a la habilidad con que se despierta el interés, a la pericia desplegada por los directores en el desarrollo gradual y continuo de la acción, en el acierto con que está calculado el climax. El principio fundamental de la obra no puede ser más sencillo: el contraste irreconciliable entre la mentalidad blanca y la asiática. Este tema tan manoseado ha servido de base a uno de los éxitos cinematográficos más completos de la temporada. La producción demuestra que cuando el director sabe manipular un argumento simple, y sacar todo el partido a los factores elementales que lo componen, se llega al pináculo del arte en la pantalla. “El Impostor” es un éco de la tragedia griega y prueba hasta la evidencia que las emociones de los hombres no cambian con el tiempo. Para tocar las cuerdas del sentimiento, infundir terror y mantener el alma en suspenso, los instrumentos son los mismos de antaño. Lo difícil es manejarlos con acierto. CINE-MUNDIAL Al analizar el éxito de “El Impostor” conviene hacer hincapié en un elemento que reviste vital importancia: el progreso implantado en los métodos fotográficos por la Empresa Lasky. Ninguna otra casa ha obtenido mayor perfecciomamiento en lo relacionado con la mecánica del lienzo. Tendríamos que admirar la parte puramente fotográfica, aun si no estuviera subordinada al argumento. Pero cuando va ligada con tanto acierto, como sucede en este caso, puede decirse sin exagerar que los efectos de luz aumentan la intensidad dramática. Todo el relato gráfico posee una originalidad incomparable. Tiene un encanto que fascina al espectador y resulta difícil describir, Envuelve al fotodrama en una atmósfera «tan sutil de arte y realismo al mismo tiempo, que todas las situaciones se acentúan con una claridad maravillosa. Resumiendo. (Como decíamos al principio, el éxito fotodramático no puede reducirse a fórmula. Mientras “El Impostor” está siendo objeto de ruidosos aplausos y favorables comentarios en todos los Estados Unidos, la misma compañía acaba de producir otra obra que no se le parece en nada y ha sido objeto de análoga sensación. La cinta, titulada “El Gran Albur,” difiere radicalmente de “El Impostor” en tema y desarrollo. Todo es ternura, amor, lástima. El público se disuelve en lágrimas. “El Impostor” marca un nuevo derrotero que la mayoría de los directores debía estudiar a conciencia. Pero aquí se tropieza con un obstáculo infranqueable. Casi todos estos magnates del cinematógrafo consideran que dirigen ‘por “derecho divino” y nadie puede enseñarles. Se indignarían si alguien les dijera que aun tienen mucho que aprender. A pesar de toda esa suficiencia, en este caso les convendría abrir los ojos y percatarse bien de que no es menester gran aparato y mucho enredo para producir un espectáculo emocionante. Una Casa Alquiladora Progresista Fundada en 1906, en San Francisco de California, por un joven de veinte años.—En la actualidad una de las más importantes en los Estados Unidos.—Seis millones de pies de película en existencia.—Se propone lanzarse a exportar de lleno a las plazas latinas. SÍ ES 1) en los Estados Unidos, hay muy pocas que estén N BARZ VA realizando un negocio tan extenso y complejo como AIN ella Golden Gate Film Exchange. Esta empresa == tiene una existencia constante de seis millones ae pies de película y es sin duda la más importante del ramo entre las establecidas al Oeste de Chicago. „La casa no depende de compañía cinematográfica alguna y comercia con absoluta independencia en el vasto territorio que abarca. Su especialidad consiste en cintas que varían entre mil y*cuatro mil pies de largo, y dispone en la actualidad de una cantidad enorme de material de esta indole. Con objeto de distribuir por todos los Estados Unidos diversas producciones extraordinarias adquiridas en propiedad, la gerencia formó recientemente otra compañía que ha venido presentando durante los últimos meses varias de las obras maestras norteamericanas y europeas. Tiene a su cargo algunas de las películas más sensacionales de ocho, nueve y diez mil pies impresionadas por las Empresas Vitagraph y Selig, que se cuentan entre las más largas que se han producido en este país. También obtuvo la exclusiva para ciertas regiones norteamericanas de algunas de las obras más famosas de la cinematografía europea, entre las cuales se destaca la incomparable “Cabiria.” SOLE Lessor, cuyo retrato insertamos, fundó esta casa alquiladora a principios del año 1906. Tenía en aquella fecha veinte años de edad, gran ambición, inagotable optimismo . . . pero el capital brillaba por su ausencia. ¡Como cambian los tiempos! Lessor es hoy unos de los compradorés que con mayores recursos cuenta. Por la exclusividad de una sola cinta pagó al contado ciento cincuenta mil dólares. Físicamente, Lessor es un manojo dun NTRE las múltiples casas alquiladoras que existen Sol. L. Lessor, fundador de la casa. de nervios, pequeño de estatura, muy delgado y no representa los pocos años que tiene. Revela en todos sus actos gran perspicacia mercantil y una. actividad sin límites. Pero no escriba en esto únicamente el éxito de la casa; mucho ha influido la honradez acrisolada que caracteriza todas sus transacciones. Durante estos últimos meses la Golden Gate Film Exchange ha establecido sucursales en Filadelfia y Washington. A juzgar por los indicios que nos llegan, las ramificaciones de la empresa se extenderán pronto por todos los Estados Unidos y el Canadá. La Golden Gate Film Exchange viene comerciando cor la América Latina desde hace más de cuatro años, aunque los mismos gerentes confiesan no haber prestado a aquellas plazas la atención que merecen. A partir de 1915, sin embargo, el negocio ha aumentado con tanta rapidez que ya han resuelto despachar viajantes y entrar en relaciones firmes y directas con los compradores de ultramar. Tiene disponible un número crecido de excelentes cintas rue todavía no se han exhibido en aquellos países, aunque ya han perdido la novedad en Norte-América, y cuenta con sucursales en los púntos más estratégicos de aquí, de manera que puede efectuar los despachos con rapidez y pagando fletes mínimos. No cabe duda de que esta compañía se encuentra en magníficas condiciones para exportar material cinematográfico a todas las naciones que hablan nuestro idioma. Dispone de una organización competente, amplios recursos e insuperable práctica en el ramo. Con semejante bagaje, el éxito es seguro. Puede augurarse, por lo tanto, que la casa pronto se dará a conocer favorablemente entre los compradores del exterior y que su labor ha de tender a estrechar las relaciones cinematográficas entre la América Latina y los Estados Unidos. Junio, 1916 PP E A A de A e E A a AS PÁGINA 237