Cine-mundial (1944)

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del "PALL ger “SWING” Por JJ. Joe como por los anos 1926-28 todos los idiomas del mundo se vieron obligados a adoptar la palabra “jazz,” ha llegado ya el momento de que hagan idénticos preparativos para adoptar la igualmente intraducible “swing.” Ambas son una expresión cien por cien norteamericana y ambas reflejan un fenómeno social de nuestros tiempos. Y es que los Estados Unidos, este gran pais con alma de niño y fogosidad de potro, está de pleno en la era del “swing”; esto es, envuelto en el torbellino diabólico de la mueva música así llamada, que como el jazz de antaño, está pasando por el país con furia verdaderamente ciclónica. La prensa diaria y los semanarios de noticias corrientes, apenas acaban de comentar el suceso neoyorquino digno de considerarse como el acto culminante que proclama nuestros días como la verdadera era del “swing.” Nos referimos a la formidable conmoción creada hace poco por la presencia, en uno de los coliseos de Times Square, de uno de los magos del “swing,” el famoso trompeta Harry James, ídolo de los “jitterbugs,” o juventudes fanáticas del baile, en los Estados Unidos. Como peregrinos acudiendo a un lugar santo, la muchachería de todos los barrios y suburbios de Nueva York, vino en tropel al centro de la ciudad a extasiarse ante su músico preferido. Los trasnochadores o madrugadores que ese día transitaban por aquellas vías céntricas, se quedaron atónitos al ver que, a las cuatro de la madrugada, empezaban ya a salir de la estación del “subway” centenares de jovenzuelos de ambos sexos, quienes con alre grave y decidido iban a apiñarse ante las puertas de uno de los mejores cines. A las diez de la mañana, hora de empezar la primera sesión, más de cuatro mil fanáticos del “Swing” se disputaron el derecho de entrada al salón, resultando un policía con dos costillas rotas, varios cristales de las tiendas contiguas hechos añicos, y una infinidad de lesionados leves, cual después de una franca batalla campal. Harry James, el mago de la trompeta, uno de los directores de orquesta más populares de Norte America. Ha aparecido en películas de 20th Century-Fox. Carner-Ribalta Al final de la imaginable tortura que para esa juventud frenética representaron las dos películas proyectadas (además del noticiario y de varios cortos), se encendieron las luces y se descorrieron las cortinas del proscenio. Al aparecer la famosa orquesta y, poco después, el idolatrado Harry James, el local se convirtió en algo solamente comparable a las entrañas de un volcán. Pero el griterio y la agitación se calmó de súbito, como por arte de magia, en cuanto el mago del “swing” empuñó su trompeta a manera de batuta y desencadenó de su orquesta un torrente de ritmos que ni el del legendario Orfeo al amansar las míticas fieras. La significación de este extraordinario suceso no escapó al ojo avizor de los sociólogos ni a la sagacidad de los reporteros, siempre a la caza de hechos de trascendencia social. El New York “Times, precisamente, telefoneó a varios psiquiatras de fama, solicitando un diagnóstico del fenómeno y, con celeridad y eficacia típicamente yanquis, pronto llovieron a la mesa del sesudo periódico, docenas de definiciones sobre el diabólico “swing” y sobre las víctimas de tan aplastante calamidad. Un ilustre profesor dijo: “Nos hallamos ante una caso genuino de ‘tarantismo,’ tal como lo tiene clasificado-la ciencia médica.” Y explicó: “Durante unos doscientos años, a partir del 1374, una febril manía por el baile azotó la vieja Europa. Los atacados de dicha enfermedad, abandonaban sus ocupaciones y empezaban a bailar hasta caer extenuados. Muchos, en un frenesí extático, se suicidaban dándose en la cabeza contra la pared. Dicha manía se llamó el mal de San Vito, por el hecho de que los (Continúa en la pagina 96)