Cine-mundial (1944)

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La realidad en esta ocasión, como en tantas otras, ha superado a la fantasía, y el cuento de hadas de Dolores del Río y de Emilio Fernández tendrá pronto un final feliz, como las películas hollywoodenses, al efectuarse en fecha próxima el matrimonio de la pareja, cuya unión esta vez si que será eterna, como corresponde a los amores sinceros. Y . . . colorín, colorado, aquí se acaba el cuento de una flor silvestre, que después de correr el mundo en busca del amor, ha venido a encontrarlo en la escondida senda de su jardín mejicano. RUDY VALEE se consoló al fin del desengaño que le proporcionara Alice Faye al casarse, y se decide de nuevo a probar fortuna en el matrimonio, uniéndose a Jane Gree, artista de la escena. Es el primer matrimonio de ésta y el segundo del teniente Rudy Vallee, cuya primera esposa, Fay Webb, falleció hace algunos años. MURIÓ EL CONOCIDO artista de la época del cine mudo Charles Ray, de una infección a la garganta, a la edad de 52 años. Charles Ray llegó a ganar un salario de $11.000 a la semana, uno de los más altos pagados a ningún artista, acumulando una fortuna de más de dos millones de dólares, que perdió rápidamente al transformarse de actor en productor. Trató de nuevo de buscar trabajo en el cine, sin poder lograrlo, y se dedicó a escribir, publicando una novela y un par de docenas de cuentos. Pero la fortuna no volvió a sonreirle. Hace poco más de un año, su segunda esposa, Yvonne Guerrin, con la que se había casado siete años después de divorciarse de la primera, Clare Grant, falleció repentinamente, y esto acabó de llenar de amargura la vida de Charles Ray. Ultimamente se quejó de un diente que se le había infectado y se puso en tratamiento, pero la infección se extendió a la garganta, siendo inútiles los esfuerzos de los médicos por salvarle. Charles Ray murió solo en el hospital, creyendo sinceramente que Hollywood le habia olvidado. John Wayne, que por la apariencia es más bien experto en naipes, recibiendo el jaque, al ajedrez, de un desconocido contrincante. De la cinta de Republic "The Fighting Seabees’. | Febrero, 1944 Admirando una obra de arte. . . vanguardista. Marlene Dietrich contempla con relativo deleite el embutido de una pantorrilla en barniz dorado. Quien doró fue Edith Wilson, maquilladora de) taller de M-G-M. Frank Morgan, uno de los cómicos más célebres de Hollywood y uno de los astros más brillantes de M-G-M, se dedica a la gana dería y se retrata aquí con uno de sus cerdos, que ganó primer premio en un reciente concurso animaluno. Página