Cine-mundial (1944)

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Cómo Conocí al MARISCAL PRESUDSKI Por Alejandro Sux Una mañana fría; Febrero de 1921. En un cafetín cerca de la Porte SaintDenis, tropiezo con mi amigo Rakowski, arrinconado en las proximidades de la estufa, más aparatosa que eficaz, para Coriegir las pruebas de las “Memorias” del conspirador polaco que la “Revue des Deux Mondes” publicaba entonces. —; Qué tal esas memorias?, camarada Rakowski—, le pregunto sentándome junto a él, sus originales de versos, sus pruebas, su taza de café y su copita de armagnac. —¡Un trabajo de cinco mil romanos! Mi memoria mo puede desenredar fácilmente fechas, lugares, nombres, sucesos. . . . ¡Cuando uno se ha pasado la vida revolucionando en territorios del Czar . . . ¡qué quiere Vd... ! Felizmente, está en Paris mi amigo y paisano Pilsudski, que fué, en sus buenos tiempos. . . . El tiene los recuerdos en conserva; ¡es admirable! —; Se le puede tratar? —; Por qué no? Actualmente es Presidente de Polonia, pero como tiene buena memoria, le digo a Vd. que no olvidó aún al Pilsudski de la “Naradnoaia Wolia”... —; Algún periódico revolucionario de aquellos tiempos? —No; el Partido de la Voluntad del Pueblo, sociedad secreta polaca muy fuerte y activa. —; Y cuándo me lleva? — Inmediatamente. Corrijo estas pruebas y vamos. Está en el Hotel Crillon, y una caminadita hasta allí nos vendría de perilla para calentarnos. RAKOWSKI corrigió sus pruebas; yo bebí mi café y hojeé el periódico. —¿En marcha?—, invitó el poeta revolucionario de Polonia. Salimos a la calle nevada, sucia de lodo Marzo, 1944 Fotografía del Mariscal Pilsudski tomada por la época en que el autor de esta crónica habló con él en París. liquido, y emprendimos la caminata por los Grandes Bulevares hacia la Opera. —¿Y a qué ha venido el Mariscal? — pregunto. —j Vaya uno a saber!... Pilsudski almorzó y ceno con Millerand, con Foch, con Joffre, con Briand ... con la mayoría de los ministros plenipotenciarios de las grandes potencias. . . . ¡Quién sabe! Ahora está en un hotel de reyes y príncipes. —¿ Y ... efectivamente, fué un revolucionario sincero ? —jY tanto! Precisamente necesito verle hoy para que me dé unos nombres de conspiradores olvidados. Eso ocurrió en 1887; la “Naradnoaia Wolia” decidió reeditar la jornada de Marzo de 1881, calendario ruso, durante la cual fué ejecutado Alejandro II por orden del Comité. Esta vez se trataba de Alejandro III, siniestro reaccionario. Encabezaban la conspiración, Ulianov, hermano de Lenin, y Lukachevitch, químico de gran valor; como sucede a menudo, la conspiración fué denunciada por un traidor llamado Kartzer, precursor del tristemente célebre Azev; resultado: se ejecutó a Ulianov, se condenó a trabajos forzados a Lukachevitch encerrándosele en la Fortaleza de Schlúselburg, -(Continúa en la página 148) Página 121