Cine-mundial (1920)

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Published and distributed under p?rmit (No. 637) authorized by the Act of Octob*>r 6, 1917. on file at the Post Office of New York, N. Y, By order of the President. A. S. Burlesson, Po&tmaster General. Notas de Año Nuevo -| ^^/N se pri|senta para el comercio de espectáculos, I ♦'^V' desde el punto de vista internacional, envuelto en una bruma de incertidumbres. Cinco años de guerra intensa, en la que intervinieron no sólo los ejércitos de los beligerantes sino todos sus recursos industriales, científicos, comerciales, artísticos, etc., y que influyó al mismo tiempo de manera decisiva en la vida de las naInfluencia ciones neutrales, convirtieron en norma de la crisis general Hdad un estsdo sin más horizonte que en el negocio el de destruir. Con el cese oficial de las de espectáculos hostilidades, los distintos gobiernos han ido gradualmente levantando la mano, protectora a veces y restrictiva otras, de las iniciativas nacionales, que, durante el conflicto, todas dependieron en absoluto de un poder centralizado por completo y omnímodo en sus atribuciones. Y la inevitable crisis no se ha hecho esperar. Estrepitosamente han ido cayendo uno tras otro los valores artificiales creados en aquellos cinco años; han desaparecido mercados fructíferos de otras épocas; la enorme circulación de papel moneda e innúmeras otras causas que sería prolijo citar han encarecido la vida hasta lo increíble; el obrero ya no quiere serlo, sino que aspira, y en algunos casos lo está logrando, a ser socio de las industrias en que labora; y en este sentido podrían mencionarse múltiples factores y elementos que será menester liquidar en esta era transitoria entre la guerra y la paz efectiva, y que actualmente distan mucho de haberse liquidado. Huelga decir que esta crisis ha repercutido en el negocio de espectáculos, cuyo éxito va tan ligado al bienestar general. Se han registrado en el año, entre los elementos que integran la escena muda y hablada, distintos movimientos ana'logos en sus métodos, fines y desarrollo a los iniciados por todas las clases asalariadas. Examinemos, pues, aunque sólo sea a grandes rasgos, el estado actual y las tendencias de este comercio, pasando por alto lo referente a la escena hablada, circos, conciertos, variedades, etc., ya que esas actividades, en su desarrollo mundial, no irradian de centro determinado alguno y dependen mucho de las condiciones reinantes en cada país o localidad, de modo que seria tarea inacabable hacer un análisis de ellas, por somero que fuese. Ekero, 1920 < Supremacía de la producción cinematográfíca norteamericana €N cuanto a la cinematografía, la paz ha venido a confirmar la supremacía de la producción norteamericana. Este punto ha dejado ya de ser opinión para transformarse en hecho consumado. En Francia se produce algo, muy poco; en Italia se hacen esfuerzos por no perder terreno, y en la Gran Bretaña afrontan la cuestión con grandes energías, aparentemente. Decimos aparentemente porque la base de las actividades productoras inglesas tiene su asiento, no en talleres cinematográficos y negativos listos para embarque, sino en propagandas periodísticas sobre solidaridad entre los diversos componentes del Imperio. No hay duda de que esta campaña ha convencido a los ingleses, australianos, canadenses, sudafricanos, etc., de que es conveniente y patriótico surtirse de películas nacionales. . . cuando las haya. Por ahora, los empresarios se limitan a exhibir material . de Norte América porque es del gusto del público, y los alquiladores compran en Nueva York porque lo fabricado en Londres es insignificante en cantidad e inferior en calidad. Respecto a Alemania, un exportador conocido recién llegado de Berlín, donde permaneció varios meses estudiando la plaza, declara que en el antiguo Imperio hay establecidas doscientas casas productoras, que filmaron durante la guerra tantas películas como todas las de los Estados Unidos. Sobre la calidad de este material bastará decir que se están importando en Alemania, a precios fabulosos, cintas hechas aquí hace cuatro y cinco años, y que ninguna casa ha hecho allí compras importantes a pesar de que el marco está hoy a centavo y medio de dólar. Los planes que en este sentido están desarrollando allende el .atlántico las empresas norteamericanas, que se proponen instalar talleres equipados a la moderna en Francia, Italia, España y otras naciones, quizás galvanicen la producción europea impartiendo nuevos bríos a los capitalistas y empresarios nacionales; pero, de todos modos, ya puede asegurarse que en la industria cinematográfica los norteamericanos tendrán una competencia análoga a la que sostienen en la manufactura de máquinas de escribir y coser— ni más ni menos. — > PÁGINA 79