Cine-mundial (1920)

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C I N E M U X D I A L El Cinematógrafo es la Novela de las imágenes — BLASCO íbañez: -^j-^EREGRINO del Arte, Vicente ■^[J Blasco Ibáñez, cuyo talento fué ^Ij^P coronado de laureles en los Es"^ MJ "^ lados Unidos mucho antes de su reciente arribo a estas playas, no podía eximirse de la tortura, un poco vulgar y un poco artificial, de las entrevistas. Los enjambres reporteriles cayeron sobre él apenas puso los pies en el territorio de la Unión y, a fuerza de aguijoneo, le deJaron la epidermis excesivamente sensible a la intrusión periodística. En este país, los hombres públicos son propiedad de todo el mundo y cada uno se cree con derecho para inquirir, hurgar, escarbar y abrumar a preguntas a cuanto novelista, político, poeta, escritor o publicista se pone a tiro. V es natural que los que llegan, un tanto deslumhrados por la novedad de lo exótico, a la nación norteamericana, padezcan con menos paciencia que los radicados aquí, esas indiscreciones de los cronistas que no por bien intencionadas, dejan de ser, a veces, sobrado penosas para el sacrificado. CINE-MUNDIAL tenía la obligación de pedir al autor de "La Bodega" medía hora de charla porque el Cine es una expresión de Arte y si los artistas y los hombres de letras de la talla de Blasco Ibáñez no hablan de eso, entonces es hora de que nos callemos todos. Pero, sin embargo, nos sentíamos cohibidos al presentarnos ante el novelista porque han sido tantas las revistas y publicaciones que lo han obligado a hablar, que era de rigor presumir en él justificado cansancio. Y no nos equivocamos; pero la cortesía del entrevistado nos prestó audacia, y a! cabo de cinco minutos de conversación, ya estábamos, como si dijéramos, al cabo de la calle. Estas líneas preliminares son indispensables porque queremos hacer hincapié en el interés que una entrevista con el incansable escritor tiene. Un hombre que duerme cinco horas nada más, porque lo abruman las visitas, las excursiones, los banquetes, los periodistas, los maniáticos, los promotores y toda la gente de pluma, de teatro, de ley y de negocios; un hombre que, acostumbrado a escribir centenares de cuartillas, no ha trazado una línea desde que llegó a Nueva York y se comunica con su familia por cable porque no le queda tiempo para otra cosa, casi realiza una heroicidad cuando despilfarra un poco del oro de ese tiempo precioso que tanta falta le hace, charlando de Cine, para regalo de nuestros lectores. Pearl White hablaba por teléfono con Blasco Ibáñez cuando llegamos a su habitación. Y como nos sorprendiera que tan pronto estuviese en contacto con uno de los astros de la pantalla que más lucen, nos dijo, sonriendo. . . — Pero si el domingo comí con Mary Pickford. . . Enero, 1920 < ■ -— Con lo cual ya nos sentimos como en terreno propio, e iniciamos la entrevista sin más averiguaciones. — Por lo visto, usted ya ha entrado en relaciones con la gente de Cine. . . — Ya lo ha oído usted. De Nueva York no conozco absolutamente nada, porque cuando salgo del Hotel es siempre encerrado en un automóvil que me lleva aquí y allá, de visita, a alguna conferencia o a algún negocio, pero, en cambio, ya he estado en "Famous Players", con William Fox, con Farnum y con los Barrymore. . . Es que el Cine es para mí tan importante como la literatura, y tengo interés personal en la pantalla porque me propongo llevar a ella mis obras. . . • — ^;Ya han tomado forma esos propósitos? — Sí, pero ax'm no puedo decir a usted nada a este respecto, porque los arreglos definitivos están todavía pendientes. Sin embargo, uno de los objetos de mi viaje trascontinental es el visitar Los Angeles, centro de producción cinematográfica, para atender a los detalles de ese arreglo de que hablo. — De modo que el Cine, . . — El Cine es la novela hecha con imágenes, y como yo soy novelista, considero el arte mudo en el mismo plano que a aquella modalidad de la literatura. El Teatro y el Cine no son solamente cosas distintas sino perfectamente opuestas. El teatro es la encarnación de lo artificial; el Cine, la realidad en toda su asombrosa belleza. En el teatro, los actores tienen que amoldarse a las exigencias de_ escenario, a su escualidez y a sus limitaciones. En el Cine, el campo de actuación es ilimitado, la interpretación carece de restricciones y la escena tiene la inmensidad de la naturaleza. . . — Y la novela. . . — El Cine es una novela, ya lo he dicho. Tiene idéntico desarrollo, idénticas modalidades. Está dividido en capítulos, como los de un libro. La acción se traslada de un lugar a otro, sin que haya necesidad, como en las tablas, de bajar el telón. Dos o tres distintos temas independientes unos de los otros, pueden ser desarrollados al mismo tiempo sin que haya forzamiento ninguno ni sufra para nada la unidad estética. Las series cinematográficas en que hay palos, tiros, porrazos y hazañas increíbles es la novela folletinesca. Los dramas del lienzo representan la novela en su forma más estimada, en tanto que las comedias son el estilo picaresco. . . — De modo que usted es un entusiasta del Cine. . . — ¡Ya lo creo que lo soy! Como que una de las razones de mi viaje ha sido el deseo de hacer la novela de la cinematografía americana. Y además, voy a filmar varias de mis obras. . . Ya tengo ofertas que estoy estudiando. Yo mismo supervisaré la producción. . . — ¿Usted cree que sus obras se prestan a la adaptación? — Es indudable. Tenga usted en cuenta que, precisamente por lo que le decía yo antes acerca de la relación o parentesco entre la novela y el Cine, siempre fueron un fracaso las adaptaciones de lasobras teatrales al lienzo; y, en cambio, hay cintas clásicas cuyo argumento apareció primero en forma de novela, de"Los Miserables" para acá. La semejanza en el procedimiento de desarrollo ypresentación, facilita la adaptación de novelas, en tanto que la artificialidad del drama hace casi siempre imposible que su filmación tenga éxito. La variedad de las decoraciones, la facilidad para transportar a los personajes y los rail detalles que solamente en el Cine puede un; autor encontrar para dar forma apropiada a sus ideas, son un motivo más de belleza y añaden atractivo y arte a un argumento bien presentado. — ¿Podemos preguntar cuáles de susobras se presentarán primero en el Cine? — John Barrymore va a presentar "Sangre y Arena" en las tablas dentro de poco, y después se adaptará a la pantalla. Barrymore es uno de los mejores actoresque haya yo conocido. No me sorprendió su vasta cultura, de la que ya tenía noticias, pero sí me llamó la atención la excelencia de su interpretación escénica. Ha leído todas mis obras y me dijo que le entusiasmaban y que quería interpretarlas, ya en las tablas o ya para el Cine. . . El señor Sheldon será quien haga la adaptación. Además, tengo ya a punto de firmar el contrato de adaptación de "Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis" y de "Mare Nostrum". — ¿Quién va a hacer la película...? El novelista sonrió y no dijo una palabra. Comprendimos que era una indiscreción insistir en un asunto que no estaba aún terminado y pasamos a otra cosa. Quizá antes de cerrar esta edición sepamos ya cuál será la casa productora encargada de llevar al lienzo la genial novela. — ¿Qué opinión tiene usted de la cinematografía americana? — Todo lo que diga es poco. A mí juicio está por encima de todas las demás, no solamente desde el punto de vista de la presentación y la dirección, sino desde el punto de vista artístico. Es cierto que su lado flaco son !os argumentos, pero es esa enfermedad de la que está tratando de curarse a gran prisa, y ya comienzan a verse los efectos... Yo, que vengo de Europa, puedo darme cuenta mejor que ustedes del influjo y poderío de la Cinematografía de los Estados Unidos tanto en el Viejo Continente como en el resto del mundo. París ha sido verdaderamente tomado por asalto por los productores norteamericanos, que pueden envanecerse, en estos momentos, de dominar el bulevar. Por todas partes ve us -> PÁGINA 87.