Mensajero Paramount (1937–1938)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

EXALTARON LA VIDA FRENTE A LA MUERTE El drama de un revolucionario fugitivo del Sur de los Estados Unidos y de una hermosa joven puritana contra la cual concita la superstición el odio de todo un pueblo que la acusa de hechicería. E época en que acontecen los sucesos cuyos protagonistas son Bárbara Clarke (Claudette Colbert) y Roger Coverman (Fred MacMurray) es el año de 1692. El lugar, la villa de Salem, perteneciente a la región de la Nueva Inglaterra que es hoy Estado de Massachusetts en la Unión norteamericana. Desde que perdió sus padres, Bárbara vive al lado de Elena Clarke (Louise Dresser), su tía paterna, quien con el pequeño Timoteo (Bennie Bartlett) es toda la familia que le queda en este mundo. Entre los parroquianos con que cuentan para darles salida a las velas que fabrican a domicilio, figuran el bondadoso médico Juan Harding (Harvey Stephens) y su malgeniada y celosa mujer Marta (Gale Sondergaard). Cierto día en que Bárbara ha ido a entregarles unos paquetes, pasa de allí a visitar a Nataniel Goode (Edward Ellis), uno de los ancianos de la iglesia de Salem, y a su esposa Abigail (Beulah Bondi), los cuales tienen en su hija Ana (Bonita Granville) a una niña de trece años que es harto más precoz y bastante menos respetuosa de lo que convendría a su edad y a su sexo. Tituba (Madame Sul-Te-Wan), la cocinera haitiana, está muy atareada en decirles la suerte tanto a la señora de la casa y a su hija como a Sara Osborn (Zeffie Tilbury), una solterona con facha de bruja. Cuando le toca el turno a Bárbara, la locuaz adivina le anuncia que encontrará pronto a un forastero que es el hombre que le está destinado. Abigail, que vive poco avenida con el sosiego de su hogar, dase allí mismo a pensar que ella tropezará también con algún galán tan apuesto y rendido como el que Tituba le promete a Bárbara. El viejo pescador Jeremías Adams (Halliwell Hobbes), al cual va a visitar ésta cuando sale de casa de los Goodes, se muestra muy nervioso y poco dispuesto a oírle las confidencias que, como de costumbre, quiere hacerle. No atina la joven a entender qué sea lo que ocasione tal cambio, cuando un forastero que había allí escondido le da la clave del enigma. Roger Coverman, que así se llama, la entera de que acaba de llegar de Virginia, de donde huyó para salvarse de las autoridades que lo persiguen por rebelde. A poco de estar hablando Roger y Bárbara, parece evidente que los pronósticos de la haitiana van camino de cumplirse. El reverendo Samuel Parris (Ivan Simpson), a quien, lo mismo que a los demás puritanos que forman la población de Salem, le parece pecaminoso todo cuanto, siquiera de lejos, trascienda a juventud y a alegría, elige por tema de una de sus pláticas la manera, según él escandalosa, como atiende Bárbara Clarke al arreglo y acicalamiento de su persona. No hace esto mayor ^ Adolph Zukor presenta a Claudette Colbert >fg y Fred MacMurray en "La Doncella de Salem" ("Maid of Salem") de Frank Lloyd — Guión, cinematográfico de Waltcr Ferris, Bradley King y Dunvard Grinstead — Basado en una novela de Bradley King — Leo Tover, fotógrafo — Boris Morros, dirección musical — Víctor Young, música original — ll'illiam Tummel, director auxiliar — Hans Dreier y Bernard Herzbrun, dirección artística — Hugh Bennett, editor — Gene Merritt y Louis Mesenkop, grabación sonora — Vestuario creación de Travis Banton — Decorados interiores de A. E. Freudeman — Un film Paramount hablado en inglés con rótulos explicativos -\ castellano. r mella en la aludida, pues, antes que en lo que está diciendo su censor, tiene ella concentrada la atención en Roger, el cual, sin reparar en el riesgo a que se expone al presentarse en público, se halla frente a la puerta de la capilla, esperando que salga su enamorada. Las repetidas señas que ella le hace, decídenlo al cabo a retirarse de allí e ir a esconderse en el vecino bosque. Cuando termina la plática, los que salen de la capilla ven llegar a Ezequiel Bilge (E. E. Clive), un borracho consuetudinario, que empieza a contar con grandes aspavientos que acaba de encontrar en el bosque al mismísimo Satanás. Bárbara, que se halla en compañía de Rebeca Nurse (Lucy Beaumont), anciana con quien tiene gran amistad, barrunta que fué a Roger a quien Ezequiel encontró en el bosque. De todos los demás que han oído el cuento, sólo Nataniel Goode no le da crédito, pues los otros, cuál más cuál menos, quedan persuadidos de que el Diablo anda rondando por Salem. Ana, que ha logrado sustraer de la biblioteca de su padre un libro que trata de magia negra, sugestiona a varias amiguitas con mil relatos fantásticos, por culpa de los cuales acaban ellas por creer que Tituba, la adivina haitiana, las ha hechizado. Ocurre también que cierta noche en que Bárbara, a solas en su aposento, se entretiene en practicar los pasos de la gavota que le ha enseñado Roger, llegue allí el pequeño Timoteo, a quien, por divertirse y ver qué cara pone, le dice ella que no está bailando sola, sino con un hombre que hay allí, por más que él no pueda verlo. Por último, acosada por Abigail, y temerosa de contrariar la supersticiosa y exigente credulidad de su ama, la cocinera Tituba conviene en prepararle cierta bebida que es, según le dice, maravilloso filtro, con tomar unas gotas del cual habrá para que se conviertan en realidad sus más imposibles deseos. Dícele también Tituba a Abigail que ha asistido a conciliábulos de brujas en donde solía aparecerse el propio Satanás. Todo esto, unido a lo que había propalado el borracho de Ezequiel Bilge tocante a su encuentro en el bosque, inflama la credulidad, que poco pábulo necesita por lo demás, de los habitantes de Salem, los cuales acá Claudette COLBERT y Fred MacMUl con Harvey Stephens, Gale Sondergaard, Louise Dresser, Edwa ;• n.i\4 12 MENSAJERO PARAMOUNT