Mensajero Paramount (1937–1938)

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EN BUENOS AIRES Y LA HABANA SEGÚN era de esperarse, "El Llane ro," la grandiosa producción de Cecil B. de Mille presentada con este título en la mayoría de las repúblicas de habla castellana, y con el de "La Jornada Trágica" en algunas otras, resultó en todas ellas acontecimiento de primer orden para los públicos, a quienes interesó en extremo el emocionante draj ma de atisbos épicos cuyos protagonistas son Gary Cooper y Jean Arthur. Fué asimismo "El Llanero" acontecimiento feliz para \ las taquillas, en donde el interés del público quedó tan repetida como patentemente demostrado, y en la forma que más había de interesarles a los señores Exhibidores. Pero no es este tema, con todo y ser tan de nuestro agrado, el que motiva la presente nota : en la cual queremos comentar, no el triunfo, o por hablar con mayor exactitud, la serie de triunfos que para Cecil B. de Mille como realizador y para la Paramount como editora ha constituido "El Llanero," sino los medios que en alguna de las repúblicas sudamericanas se pusieron en práctica con la mira de lograr que el buen éxito de la producción que nos ocupa fuese todo lo resonante y prolongado posible. No hay exageración alguna en decir que en la campaña llevada a cabo en la República Argentina, y más particularmente en la parte de esa campaña que se desarrolló en Buenos Aires, cuidaron quienes la dirigían que no se les escapase, arbitrio alguno cuyo empleo hubiera de contribuir a aumentar el lucimiento y los rendimientos de "El Llanero." Entre los diversos medios empleados, ha de mencionarse en primer término el reclamo llevado a cabo valiéndose de la cir cunstancia de residir en las afueras de Buenos Aires un anciano que había sido Don Ismael Palacios, amigo y compañero del famoso Búfalo Bill, aparece en este grupo teniendo a su izquierda a don John B. Nathan, gerente general de la Paramount en la Argentina, y a su derechoa a los señores Ricardo Hogg y Guillermo Fox, de la oficina de Buenos Aires. amigo y compañero del famoso Búfalo Bill, personaje éste que, según recordarán nuestros lectores, aparece en "El Llanero" como uno de los principales, la interpretación del cual toca al actor James Ellison. Allá por el año de 1892, el auténtico JE ¿S JB S¡ Jtk SU (Bp 4E) &T\ " & conquista <lerft>R.WeíT' reflejada en un film épicodeíeci: 9K» WL BLflbAJB rVf 9SL Wm%¡ WW &.DeM¡llecoHÚaw<?OQmyJcttiáiiTm/ti etilos pape/es principales **&&$&. SülWKHO Uno de los números más llamativos de la campaña de anuncio de "El Llanero" fué el que aparece aquí tomado de CRÍTICA, el popular diario de Buenos Aires, en el cual ocupaba media plana. PAGINA H Búfalo Bill, famoso por sus hazañas en el Far West norteamericano, recorría varias ciudades europeas como empresario y principal actor de espectáculos en que se le ofrecían al público muy a lo vivo escenas de combates con los pieles rojas, de cacerías de búfalos y de otras descriptivas de la vida de los vaqueros de aquella región de los Estados Unidos. A fin de darles variedad a las funciones, Búfalo Bill, o el coronel Cody, si hemos de designarlo por su verdadero nombre, contrató en la Argentina un grupo de gauchos, elegidos entre los más esforzados y diestros en las faenas de la ganadería. Uno de esos gauchos fué Ismael Palacios, el mismo que hoy, anciano ya, vive en Merlo, un suburbio de la capital argentina. Invitado por los directores de la campaña de publicidad y anuncio de "El Llanero," el antiguo amigo de Búfalo Bill asistió a una exhibición privada de la película, y habló después por radio para relatar la impresión que le había causado. Entre otros elogios tributados a la soberbia realización de Cecil B. de Mille, el señor Palacios insistió particularmente en alabar la gran fidelidad con que el actor James Ellison da vida en la pantalla al legendario cazador y guerrero norteamericano. No solamente fué esta radiodifusión muy valiosa como medio de reclamo, sino que tanto ella cuanto la visita del señor Palacios a la sala de exhibiciones privadas de la Paramount, dieron tema para que todos los diarios de Buenos Aires hablaran del caso, con la consiguiente publicidad para "El Llanero." Otro acierto de la campaña fué la publicación, en forma de aleluya, de una narración de "El Llanero," según podrá verse en el grabado que aparece aquí, el cual es copia reducida del anuncio que ocupaba media plana del popular diario Crítica. Novedad que ha de mencionarse igualmente con aplauso, fué la discurrida para lograr que resultara más llamativo el anuncio de "El Llanero" publicado en La Nación. En el número del gran cotidiano que tenemos a la vista, que es el del 6 de mayo, aparece el anuncio colocado en planas opuestas, de manera que corresponda la mitad a cada una de ellas. Por último, figuró también en la campaña el bautismo de un aeroplano de la Pan American Airways, al cual le pusieron por nombre "El Llanero." De Buenos Aires a la Habana no deja de haber un buen trecho, aun en estos tiempos en que el aeroplano reduce a minutos lo que antes era horas y hasta días de viaje. Pero nosotros, que nos valemos en estos momentos de medio que, con todo y ser tan antiguo como el hombre, es el más rápido de cuantos hasta ahora se conocen, nos acabamos de MENSAJERO PARAMOUNT