Mensajero Paramount (1937–1938)

ZAstrcs de ücllywccd y de la América Latina! ¿Música y cancicnes del aran Agustín Lara! (Continuación de la página S) idioma común en que puedan entenderse, le sirve de guía hasta el pueblo. Midge, que está perdidamente enamorada de Ramón, recibe a Breckenridge con una frialdad que acabaría con las ilusiones de cualquiera que no fuese, como él, un modelo de resignada constancia. Barrera (Fortunio Bona-Nova), apoderado de la famosa torera Estrellita, llega a Rosario con el objeto de elegir en una dehesa vecina las reses de la próxima corrida. Midge, a la cual ha puesto celosa el entusiasmo con que Ramón habla de Estrellita, decide dedicarse también al toreo. Barrera, a quien lo manifiesta así, le suelta la risa en la cara. Sin desanimarse por esto, Midge conviene con Chico (Pepito Pérez), un amigo íntimo de Ramón, en que él se encargue de enseñarle a torear. Gracias a Manuela, Ken Warren encuentra al fin un tema para la película que debe escribir. Lo que es más, vive ese tema, como si no hubiera existido nunca Marilyn Joyce (Binnie Barnes), la actriz de cine con la cual había quedado comprometido a casarse cuando salió de Hollywood. En su afán de reconquistar el perdido amor de Midge, el asendereado Breckenridge combina, secundado por Roberto, un plan novelesco, en el cual le corresponderá el papel de héroe que vence él sólito a tres insolentes jayanes. Quiere la mala suerte que, confundiendo a Barrera con uno de ellos, sea con éste con quien trate de lucirse, con lo cual, a más de salir aporreado, va a parar a la cárcel. Pero, como no hay mal que por bien no venga, la voluble Midge halla la aventura muy romántica, y traslada a Breckenridge la admiración que sentía por Ramón. Enterada de que su prometido parece resuelto a permanecer en Rosario por tiempo indefinido, y sospechando la causa de tal determinación, Marilyn toma un aeroplano en compañía de su agente de prensa (Matt Hugh) y de su doncella para trasladarse sin pérdida de tiempo a México. A poco de haber llegado a la posada de El Farolito, la viajera se percata de que su rival es Manuela. Trata de humillarla, pero sólo consigue salir vencida por el ingenio de la muchacha. Warren, al cual le dice imperiosamente que han de regresar cuanto antes a Hollywood, no se muestra muy dispuesto a dejarse mandar. El mismo día en que ha de efectuarse la corrida en que debe torear Estrellita, recibe Barrera un telegrama en que le avisan que la torera por ver a la cual hay tanto entusiasmo en Rosario acaba de sufrir un percance y no podrá ir. El caso es grave, porque la multitud llena ya la plaza. Barrera acude a Midge quien7 después de hacerse rogar, conviene en reemplazar a Estrellita, poniendo, entre otras condiciones, la de que Barrera haga que saquen de la cárcel a Breck MENSAJERO PARAMOUNT enridge. Contra lo que Barrera le había prometido, el toro que le sueltan a Midge para que lo lidie no es Pacífico, sino otro al cual llaman Furioso, y que le hace completa justicia a este nombre. Después de varios incidentes en que falta muy poco para que la improvisada torera se muera de susto y el público de risa, Furioso irrumpe en la celda de Breckenridge, de donde sale llevando a éste a horcajadas, sin poder librarse (Sírvase ver las páginas 8 y de él por más esfuerzos que hace para lograrlo. No contento con haber sido el héroe de la corrida, Breckenridge se convierte después en hábil componedor de conflictos amorosos, al lograr que Marilyn desista de reclamarle a Ken Warren el cumplimiento de su palabra de casamiento, y emprenda viaje de regreso a los Estados Unidos, dejando así al dramaturgo en libertad para seguir sus amores con Manuela. f ' 9 para otras ilustraciones) PAGINA 1