We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.
Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.
MENSAJERO PARAMOUNT
t%
Wallace Beery
Gparamount
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan
RECLUTAS SOBRE LAS OLAS"
(Were in the Navy Noiv)
>roducción de EDWARD SUTHERLAND
con
WALLACE BEERY
RAYMOND HATTON
B. P. SCHULBERG
Productor asociado, estudio de California
Película Paramount
dirección de EDWARD SUTHERLAND
Fotografía de Charles P. Boyle
Basada en un asunto original de Monte Brice.
Versión cinematográfica de
John McDermott
Editor en jefe: E. LLOYD SHELDON
RECLUTAS SOBRE LAS OLAS
Raymond Hatton
REPARTO
Ballenato*' Wallace Beery
Camarón" Raymond Hatton
agdalena Lorraine Eason
apitán "Tiburones" Chester Conklin
lmirante "Tricornio" Max Asher
Corajes' Tom Kennedy
lmirante la Boya Joseph W . Girar d
pntramaestre Pescador .... Donald Keith n espía Malcolm Waite
'r
ARGUMENTO
STAMOS en el año de gracia,
de desgracia, de
17. La guerra sido declarada, mar, por tie
a y por los aires.
ocopio Hansen,
r mal nombre
llenato, yace sentido en una uina del ring Club Pasatiempo, después una lucha formidable con ampeón de boxeo de la lo
idad, un tal Corajes, más
lo que el apodo que lleva, ndo a su patrocinado por suelos. Camarón, el máer de nuestro héroe caído, uita el dinero que tiene en bolsillos con la sana y nointención de que no se lo en. A la mañana siguien
te, cuando el Ballenato vuelve en sí de su estado comatoso, el conserje del Club le participa que su mánager le limpió los bolsillos por precaución para impedir que otro, con menos autoridad que él, lo hiciese. Mas, no conforme el Ballenato con la autoridad que se arrogó el Camarón, se dirige en su busca y no tarda en encontrarlo en una estación de reclutamiento. Al ver al Ballenato, el Camarón echa a correr como un gamo, perseguido por aquél. La persecución se prolonga unos minutos hasta que los oficiales encargados del reclutamiento, convencidos de que tanto el Ballenato como el Camarón, son dos héroes marinos en perspectiva, los embarcan en uno de los transportes de tropas que está a punto de hacerse a la mar con rumbo a las costas de Francia. Mientras los dos reclutas, armados con los trastos propios del oficio, se dedican a baldear la cubierta del buque, uno de los oficiales invita a la encantadora Magdalena a visitar el transporte, de la proa a la popa, de babor a estribor. La sorpresa de los dos reclutas no es para descrita al ver que Corajes, el pugilista que en el Pasatiempo dejó al Balletano sin sentido, está a bordo y es nada menos que el cabo encargado de ver que el baldeo de la cubierta se haga como las estrictas reglas del buque ordenan. Por causas imprevistas, el transporte
zarpa del puerto sin dar tiempo a la linda. Magdalena, que está conversando secretamente con el operador del telégrafo inalámbrico, a desembarcar. Mujeriegos a carta cabal, y teniendo en cuenta que el palmito de la niña no es para menos, el Ballenato y el Camarón no pierden de vista a la chica, a quien sorprenden, en una ocasión, en el instante de transmitir un mensaje al enemigo. Los dos reclutas se limitan a observar los movimientos de Magdalena, sin dar parte a sus superiores de lo que han visto y oído, esperando tener oportunidad propicia de hacerlo más adelante. Después de unos días de navegación, sin incidente alguno digno de pasar a la historia, el transporte llega a una zona peligrosísima sembrada de minas submarinas. Valiéndose de sus encantos personales, Magdalena logra inducir a nuestros reclutas a que echen una lancha al mar, en la cual se embarcan todos. Después de unas horas de remar furiosamente, sin rumbo fijo, Magdalena desaparece misteriosamente de la lancha, en el instante que la frágil embarcación es partida en dos por la cortante proa de un acorazado francés, el cual recoge del mar a los dos reclutas desertores. Transportados gratuitamente a un puerto de Francia como dos héroes, el Ballenato y el Camarón son festejados y agasajados espléndidamente en cuantas partes se presentan. Las francesitas se disputan el honor
En la película "Reclutas sobre las olas," de la Paramount, abundan las escenas de la más fina ironía, interpretadas por los eminentes actores Wallace Beery y Raymond Hatton, quienes derrochan la sal por toneladas.
PAGINA 5