Cinelandia (March 1927)

Página catorce TON trágico cortejo de toÍ mantes cañones, brillantes bayonetas y estallidos mortiferos de granadas, “El Precio. de la. Gloria,” la magna película de Fox, ha llegado a la pantalla. Sin sentimentalismos artificiales ni falsas propagandas, pudores, sin mentiras piadosas, despliega ante nuestra vista, con realismo escueto, la crueldad ilimitada de la guerra. Es posible que venga a destruir muchos templos funerarios construidos, en su propio corazón y como defensa contra el dolor, por aquéllos que perdieron seres queridos en el remolino de sangre y fuego; a desgarrar cuadros mentales en que se ve al hijo, al esposo o al hermano, viviendo sus últimas horas rodeado de solicitos compañeros y tiernas aldeanas en un paisaje de verdes prados y alegres riachuelos. Monumentos de cariño, todos ellos, que se derrumban para siempre al contemplar desnuda la realidad de aquel infierno. Pero hay que convenir que el recordatorio, aunque doloroso, es casi necesario para un pais que ha dejado atrás, en su triunfante marcha hacia la perfecta civilización y el absoluto bienestar económico, el recuerdo de la tragedia europea que tantas lágrimas costó al mundo y tantas vidas a la humanidad. ¡Qué cara cuesta la gloria!!! Ese es el tema de esta producción que viene a lanzar un grito de alarma, envuelto entre las risas y lágrimas de su argumento. Y en efecto, la gloria se hace pagar bien cara. Miembros mutilados, ojos S:1 1 CINELANDIA cegados, espíritus quebrantados, juventud deshecha, corazones rotos . . . en. fin, todos los sufrimientos posibles del cuerpo y del alma . porque el precio de la gloria es el DOLOR!!! Esta película pinta con trazo viril y atrevido un cuadro real de los horrores de las trincheras; horrores tan tremendos que son capaces de convertir a fornidos atletas en histéricos desequilibrados, haciéndolos retorcerse en contorsiones “impotentes de protesta y rebelión; escenas tan dolorosas que aquéllos que las presencian ponen a un lado después, al tratar de olvidar la pesadilla, toda regla de moral y civilización para dar rienda suelta a sus instintos bestiales que les ordenan tomar el placer donde lo encuentran, sin vacilaciones ni escrúpulos, pues que al día siguiente morirán. Y así, cuando describe la vida amorosa de los soldados cerca de la línea de fuego, lo: hace sin mentiras románticas, sin falsos pudores. Tal como fué. Cruda, brutal y apasionada. No había tiempo para cortejos y preámbulos por parte de aquellos hombres que sabían que el próximo toque del clarín podía significar para ellos el llamado de la muerte. Y sobre este fondo de tragedia se desarrolla el argumento, el cuento, por decirlo así, que ha de sostener el interés del espectador. Los protagonistas son tres, dos hombres y una mujer, y todos ellos pertenecen a la clase baja. Los tres nacieron en el arroyo. Ellos han sido toda su vida soldados profesionales. Hombres de espíritu aventurero y pasado dudoso que se enrolan en la Infantería de Marina, Listos para marchar al frente Marzo $$ Edmund Lowe Ph a Haver El Precio de Por JAIME) no por patriotismo sino porque saben que, al hacerlo, conocerán gran parte del mundo gratis y podrán contar con cama y comida seguras. Ella, una mujer delf pueblo, casi una chiquilla, hija del: dueño de un “estaminet” en un pueblecillo francés. Desde su niñez ha estado; acostumbrada a las conversaciones y acciones crudas e inconsecuentes de losfi borrachines que patrocinan el estable-| cimiento de su padre. Ellos han sido compañeros de armas en varias campañas | sin importancia. Los dos, como soldados, son Irreprochables y sienten mutua admiración por esa cualidad que ambos| poseen, pero, por lo demás, se odian cordialmente y, sobre todo en cuestiones de faldas, han sido siempre rivales acérrimos. El uno, el capitan Flagg,h de proporciones gigantes, tiene el buenHi humor que casi siempre acompaña a losH de elevada estatura y gran fuerza fisica. Es bonachón y no conoce la malicia, pero es una fiera para el combate. En cambio el sargento Quirt, guapo y conquistador, es listo e intrigante y, con la astucia del zorro, sale siempre