Cinelandia (September 1927)

1 de Dolores. pel estelar de Cristo, no formó parte la gran cantidad de estrellas y actores ] cine que hicieron su entrada en el tro esa noche entre el inmenso gentío se agolpaba para verlos pasar de su tomóvil y adelantarse por el vasto lo frontal del teatro hasta perderse atro de la magnífica sala. Se introjo Warner por una puerta trasera pués del comienzo de la película y la S bservó desde un sitio oculto. Ahora se mora que también H. B. Warner está nsiderando el divorcio. Y AS il ¡ d; M OLORES DEL RIO y su esposo don Jaime están construyéndose casa que será una réplica exacta de casa de la hacienda mejicana en que ció Dolores, y de donde los revolu lonarios hicieron salir a su familia ando contaba ella cinco años de edad. revolución ha sido siempre la pesadi| Volvió una vez a éjico de su luna de miel en España Ya encontrar la mansión que por sscientos años fué hogar de la familia ¡su marido hecha un montón de ruinas. pesar de la vida excitante de Holly vood, éste debe parecerle a Dolores un lle de paz en comparación con su país fal. E O' es posible cruzar los talleres de Metro-Goldwyn-Mayer sin en CINELANDIA | Por los "Talleres Cinematográficos (Viene de la página ocho) contrar alguna novedad sobre Greta Garbo. La próxima vez que escriba sobre ella, voy a titular mi artículo: “Greta se mete en la cama.” Había Greta trabajado dos semanas en “Ana Karenina” cuando se declaró enferma, obligando al taller a despedir a la compañía. Curiosa coincidencia, su indisposición duró hasta el día en que John Gilbert terminó su actuación en “Twelve miles out” (Las doce millas); entonces Greta se levantó de la cama. Ella y John actuarán juntos en el nuevo reparto de la película. No se puede negar que en “El demonio y la carne” hicieron magnífica pareja. No quiero yo poner en duda la enfermedad de la hermosa sueca; pero en adelante tendrá que probármelo con el certificado médico. EE AU L elemento joven de la colonia del cine está pasando gran parte de su tiempo libre en las playas de Los Angeles; no porque el verano sea este año más cálido que otros, sino, creo yo, porque la playa y el traje de baño se prestan a las mil maravillas para fotografiarse. Ví a Myrna Loy y Leila Hyams en la playa de Santa Mónica el otro día, tendidas en la arena atrayéndose las miradas de todos los muchachos que pululaban por allí. La fascinante y exótica Myrna está actuando el papel de negra en una comedia titulada “Ham and eggs” (Jamón y huevos). ke Página sesenta y nueve OS diez estudiantes universitarios que los talleres de First National escogieron entre miles de aspirantes de diferentes universidades de los Estados Unidos, han comenzado su actuación cinematográfica en la película “The drop kick?” que Richard Barthelmess comenzó en cuanto terminó “The patent leather kid.” Los diez apuestos y hermosos muchachos interpretan un team de football universitario, pues la película es una trama de la vida colegial norteamericana. Estos diez agraciados mancebos se están divirtiendo de lo lindo durante las noches. Han sido reconocidos y admitidos a la intimidad del elemento joven de Hollywood. Douglas Fairbanks hijo los tomó a su cargo una noche y se los llevó a Pickfair a presentarlos a su papá Douglas y a su madrastra Mary Pickford. John Westwood, de Princeton, tuvo la suerte de ser invitado a un party como pareja de Lois Moran; y Stewart Knox, de Yale, para Flobelle Fairbanks, la sobrina de Douglas, que hizo su début en el cine interpretando en la película “El amor de Sunia,” de Gloria Swanson. Richard Glendenin, de California, debe estar muy ufano, desde que fué escogido para pareja de Janet Gaynor. Estos muchachos son ejemplos de la hermosura varonil norteamericana. No dudo que lleguen un día a estrellas de First National o cualquier otro taller. Me tocó la suerte de encontrarme en el Cocoanut Grove del hotel Ambassador de Los Angeles una noche en que se les había invitado a un baile en ese cabaret público, y tuve la oportunidad de observarlos en sus momentos de expansión. Son, en realidad, un grupo de mancebos hermosos y sanos; ruego al cielo que se conserven (Va a la página setenta y dos) Myrna Loy y Leila Hyams, tendidas en la playa de Santa Mónica, anuncian al mundo por medio del radio que el clima de Hollywood no deja nada que desear.