Cinelandia (March 1928)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

Página cincuenta y cuatro CINELANDIA De izquierda a derecha: Buster Keaton, su esposa Natalie Talmadge, Constance Tal madge y Buster Collier, Jr. en la playa de Balboa, a alguna distancia de Hollywood, donde Buster filmó algunas escenas de su película COLLEGE (El amor de un estudiante), una de sus recientes cintas. de donde la región había tomado el nombre de Hollywood (Bosque de agrifolio). Al inscribir nuestros nombres en el libro del extraño hotel, en una tierra extraña, una lágrima gorda salió de los ojos de Dutch, rodó por la mejilla y se mezcló con la tinta de su pluma, formando un borrón en la hoja del libro. — Ahi tienes, Norma — me dijo con voz dramática —el primer borrón en nuestra nueva carrera. La mala impresión que nos produjo Hollywood no fué la única desilusión que debiamos experimentar en la nueva tierra. La casa National Pictures Company, con quien habíamos llegado contratadas, sufrió algunos reveses financieros, lo que motivó de que Captivating Mary Carstairs (La cautivadora Mary Carstairs), fué mi primera y última pelicula en esa casa. Constance hizo en esta cinta un papel de alguna importancia. Pero a causa del descalabro en las finanzas de la corporación, Mary Carstairs resultó poco “cautivadora.” Algún tiempo después acepté la oferta de David Wark Griffith, que formaba parte de la Triangle Film Corporation. Los tres productores más importantes de la Triangle eran Thomas H. Ince, Mack Sennett y D. W. Griffith. Todas sus películas se hacían en los talleres de Fine Arts de Los Angeles, y en sus repartos se vela una larga lista de conocidos actores, como Billie Burke, Willard Mack, De Wolf Hopper, Weber y Fields, Raymond Hitchcock, Julia Dean, Dustin Farnum, Sir Herbert Tree y muchos otros nombres conocidos de aquella época, entre quienes pronto se destacó William S. Hart, en películas de cowboy. Estaba yo muy contenta de la suerte de entrar en tal organización, pero me apenaba el pensar de que Constance no tenía cabida ahora en ninguna parte, pues la National, que le había prometido instruirla para papeles importantes, estaba ahora en completa desorganización, y la pobre Constance cesante. Decidimos entonces Peg y yo presentarnos al Master Marzo (patrón), como llamábamos a Mr. Griffith entonces, y rogarle que le diese a Dutch cabida en la compañía. El patrón aceptó, y desde ese día Constance quedó asegurada en la lista de pago y recibió papeles de alguna importancia en las películas que se hacían. *or o» La primera vez que tuve oportunidad de encontrarme cara a cara con Mr. Griffith, me impresionó grandemente su quieta y calmada personalidad. Sus modales eran fáciles y callados, pero detrás de esos penetrantes ojos azules podía uno percibir tremenda energía. Alto, delgado y dominador, parecía ante nuestros ojos admiradores una verdadera torre de eficiencia y arte cinematográficos. Me di cuenta de que ante este hombre me sería preciso ofrecer de mi arte lo mejor de que fuese yo capaz, y aun así no podría yo nunca dar lo que merecía un maestro semejante. Griffith siempre ha considerado al cine como un arte más bien que como un negocio. Jamás he oído a Mr. Griffith hablar a gritos o encenderse en cólera en el taller, ni tampoco asumir manerismos para impresionar a sus allegados. A mí siempre me pareció un amable y cariñoso rector de colegio, instruyendo a sus alumnos y tratando de guiarlos por el camino del bien. Sin embargo, a pesar de su natural sencillez, Mr. Griffith inspiraba a los directores, actores, y cuerpo técnico de las diferentes compañías de Triangle, un respeto que casi llegaba 'a temor. Al menor mandato que daba, todos saltábamos a obedecer. Sólo mi hermana Constance y Dorothy Gish se sentían Escena de “LA DAMA DE LAS CAMELIAS,” penúltima producción de Norma Talmadge. De izquierda a derecha aparecen Etta Lee, Norma Talmadge, Lilyan Tashman, Rose Dione y Alec Francis. iO E A