Cinelandia (October 1928)

¡ dd Y ¿ll " há Página cuarenta y nueve Las Principiantas de Hollywood se Divierten A pesar del trabajo continuo de los talleres, las jóvenes actrices que empiezan a destacarse en el cine encuentran tiempo suficiente para satisfacer su ansia de placeres Aa] se divierten estas chicas? Ya lo creo que sí — contestó Charles Farrell a mi interrogación. — Estábamos sentados en las sillas de lona l del escenario, entre escenas de “El rio.” Se ha hablado tanto últimamente en Hollywood sobre ““curamientos de a e Sy IA VA URES Mary Brian descanso,” “horas tan largas de trabajo E le impiden a una salir de noche,” , que estábamos por creer que a stras jóvenes actrices las hacian bajar desmedidamente. Pero, a pesar de todo, no hay nada e qué espantarse; por largas y pesaque sean las horas del taller, las car algunos momentos al recreo. Allí tenemos a esa nueva chica, Anita Page, a quien los talleres de | Metro-Goldwyn-Mayer están amaestrando para el estrellato. Anita vive con sus padres, quienes se encargan de meterla en la cama todas las noches a las nueve y media, para que se encuentre fresca y descansada a la mañana siguiente en su trabajo taVeril. La noche del sábado es la Única en que los galanes pueden sacar | 2 Anita de paseo. La frescura y la Jj Juventud son las dos cosas más imntes en el cine, y no hay nada lé como el sueño las realce y INServe. lientras actuaba con William || Haines en Telling the World, fué esf ta pareja un sábado por la noche a Prep and Pep. Por Virginia Lane bailar al Cocoanut Grove del Hotel Ambassador, donde William se vió asediado por los amigos, que le pedian les dejara bailar con la linda Anita. Terminado esto, se la llevó al party de media noche que daba Marion Davies en su casa de la playa. PoR Hay otra chica rubia que llama hoy día también la atención: Nancy Drexel. — ¡Aló, Nancy! ¿Quieres ir a la playa ? ¡Ola ¡Nancy! ¿Qué hay de nuevo? — ¡Un momento, Nancy! ¡Algunos amigos de Mister Fox quieren fotografiarse contigo! Todas estas interjecciones y algunas más oímos mientras Nancy y yo caminábamos en dirección a su pieza de vestir, en los talleres de Fox. Nancy ese dia estaba encantadora, dulce, timida y dorada. F. W. Murnau, el director alemán, le dió una mirada y la escogió entre centenares de candidatos para uno de los papeles importantes en “Los cuatro diablos,”” con Janet Gaynor, Barry Norton y Charles Morton. Buena suerte para una chica que apenas comenzó en el cine hace dos años, bajo el prosaico nombre de Dorothy Kitchen (Dorotea Cocina). Empezó Nancy a contarme la última aventura que le había ocurrido. Nancy y David Rollins marcharon hace poco a Nancy Drexel, rodeada de cadetes, en la película Irguiéndose por encima de Nancy, aparece David Rollins, estrella de la cinta. la escuela militar Culver, del estado de Indiana, a filmar algunas escenas de la cinta Prep and Pep, alegre argumento de jóvenes cadetes. Parece que alli Nancy causó una verdadera revolución entre los quinientos muchachos de la escuela. — Fué menester que yo abandonase este desenfrenado Hollywood y fuera a Audrey Ferris una pequeña ciudad provincial para saber lo que realmente es la vida nocturna — dijo riendo Nancy — Por vez primera en la vida pasé una noche entera sin acostarme, cuando tuvieron el baile de la clase de graduados de la escuela. ¡ Cuánto nos divertimos! Los muchachos, uno tras otro, me quitaban de . los brazos de mi pareja, para dar unos pasos conmigo y tener que cederme a otro. Bailaba yo con un muchacho diferente cada dos minutos. Había algunos — agregó Inocentemente — con quienes me habría gustado bailar durante una hora entera. Mary Brian es el tipo de chica dulce con que sueñan los muchachos. Cuando el juego de football de la Universidad de Standford, el año pasado, para el día de Año Nuevo, la pequeña Mary Brian fué la invitada de honor. Se sentó en el centro de la enorme frazada roja, emblema de la Universidad, teniendo en las manos una pelota, insignia de buena suerte para el team de Stanford. Por supuesto, el team ganó. La noche del baile de los estudiantes, quisieron éstos demostrarle a (Va a la página cincuenta y tres)