Cinelandia (February 1929)

La creencia popular es de que los productores se valen de miniaturas y artimañas con el fin de ahorrar dinero. Aragón nos demuestra que en muchos casos lo fingido es más real que lo verdadero. En esta vista de la producción de “El Arca de Noe,” que aparece a la derecha, puede el lector realizar las artimañas que los productores deben llevar a cabo para reproducir escenas de obras gigantescas. Como puede juzgarse por el tamaño de los seres humanos y de las bestias que se hallan alrededor del arca, esta nave es de proporciones inmensas y de ser fabricada en su totalidad, habría resultado una labor que tomara mucho tiempo y costara una fortuna. A fecunda imaginación oriental, creó fantasías deliciosas, que tan sólo podían existir como construcciones interiores de la mente. Era imposible hacerlas una realidad exterior. Todo lo inverosímil, lo calenturiento, lo descabellado; todo lo que haya brotado de espíritus atormentados, no podía sino imaginarse. El teatro, dentro de sus posibilidades, trataba de lograr una realización espectacular; más la carencia de medios, le hacía apenas sugerir y no presentar. Entonces, llegó esta moderna era del maquinismo y como una manifestación principal, el invento de la cinematografía, que de un hecho de laboratorio, de interés únicamente científico, ha pasado a ser un verdadero y séptimo arte; el medio de expresión estética por excelencia de la época contemporánea. La cinematografía fué como un Hada de poderes milagrosos; con su varita de virtud, hizo posible, la existencia real de todas las fantasías posibles. Cristo caminando sobre las olas; El paso del Mar Rojo; las Mil y Una Noches; Caperucita Encarnada, Blanca Nieve, Veinte Mil Leguas en Viaje Submarino y otros milagros y productos de la imaginación, fueron ya una realidad, una cosa visible y casi palpable. Pocos conocen la concurrencia de esfuerzos, la paciencia, las perseverantes investigaciones y el ingenio desplegado para llegar a tales resultados. “Y muy pocos saben cómo se ha podido encerrar en los límites de un estudio nada menos que a las Cinco Partes del Mundo. Así, en Metro-Goldwyn-Mayer, se encuentra desde el fondo de los mares hasta las heladas montañas de Alaska; desde un Nueva York en miniatura hasta una aldehuela de los Alpes o de China. 14 Cuando la Cinematografía no era un brillante negocio, todo se improvisaba. Tanto actores, y tramas como ambiente. Se usaban decoraciones alquiladas a los teatros. Y cuando se requería un fondo histórico o conocido, se iba a un lugar de “carne y hueso” donde se obtenía lo buscado. Si se trataba de una escena en un lago, se iba a un lago; se queria una azotea de rascacielo, se iba a un edificio de Broadway. Las únicas posibilidades de “tricks” o de “camouflages” o de tretas, radicaban en los ya bien divulgados secretos de la foto: grafía: doble y triple exposición, combinaciones de espejos, esfumaciones, etc. OCO a poco, vinieron apareciendo los resortes privaticos del Cinema. Vale la pena mencionar los primitivos, tan explotados en películas cómicas y que surgieron fácilmente pot la constitución íntima de la cámara. Cuando se hace girar la manivela de la cámara rápidamente, pasa tras el lente mayo! metraje de película; al proyectar ésta, a velocidad normal, el movimiento resulta lento. Recuérdense aquellas películas en las que se representaban los sueños de una persona y ésta parecia que al correr volaba lentamente. Posterior desarro llo de esta treta es la cámara ultra rápida, que ha permitido hacer un análisis exactísimo del movimiento. A veces se us esta cámara en las películas de arte; pero generalmente $ aplica a las revistas de sucesos universales. Por el contrato, haciendo girar despacio la manivela de la cámara, pasa en el mismo tiempo anterior, un metraje menor. Entonces, al proyectarse, el movimiento es ultra rápido. El lector recordal