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En
despertarse los niños en la mañana del Domingo de
los Estados Unidos, es
tradicional, que al
Resurrección, busquen por todos los rincones de la
casa, a ver si el conejito les ha traído los consabidos
huevos en colores, dulces y frutas. Es pues natural
que las jóvenes artistas del cine se retraten en esta
época disfrazadas de ““Conejitos.” Arriba tenemos a
Loretta Young de First National; un conejito muy simpático.
L cable del mundo entero debe haber vibrado con la
noticia de que Charlie Chaplin estaba gravemente en
fermo, y posiblemente se habrá dicho de que estuvo a punto de morir. La verdad, sin embargo, fué un poco menos grave: Chaplin sufrió un desmayo, a consecuencia de haberse mantenido en pié y actuando en su película a pesar de tener síntomas de influenza. Pero como de todo se hace publicidad, se dijo que tenía pulmonía, y como el médico que lo cuidaba lo desmintió hubo que decir “de que casi la tuvo y fué evitada. . . .”
En resumen que el genio cinesco ha pasado una semana de descanso en su lecho, rodeado de los muchos amigos que tiene, y con la cuidadosa asistencia de una enfermera ideal: Georgia Hale, su primera dama en “La Quimera del Oro,” quien no se separó de su lado, según se asegura, ni aún en ocasiones en que Lita Grey de Chaplin, vino, galantemente, a visitar a su ex-esposo enfermo. . . No hay como una enfermedad para hacer madurar un idilio.
NEUBA cifras publicadas con respecto a la industria
del cine son interesantes como demostración de la importancia de esta ciudad de Hollywood y sus “estudios.” Así
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Cuando Adolphe Menjou sale de viaje, llena más de una docena de baules y otra En esta fotografía vemos al genial actor, que lo lleva a Nueva York, rodeado de entre otras piezas de vestir, contienen los sombreros que él considera necesarios bien vestido.
su indumentaria s tantas maleta, al lado del tren las maletas que treinta y ocho para todo hombre
por ejemplo es curioso saber de que el capital de las empresas productoras de películas—sin tomar en cuenta sus organizciones de distribución que funcionan en New York, ni tam poco los teatros—asciende a la bonita suma de ciento treinta y cuatro millones de dólares. Esta cifra representa un aumen: to pasmoso de cuarenta y tres por ciento en los últimos dos años.
A propiedad de los estudios de Metro-Goldwyn-Mayer ha andado, estos últimos tiempos, en tela de juicio, anun ciándose que diversas organizaciones pretendían adquirir a la famosa productora. Cuando parecía un hecho de que Warner Brothers sería el comprador, apareció la noticia, repentina y sensacional, de que William Fox había adquirido a la citada empresa, y con ella a los doscientos y pico de teatros que pose. De este modo Fox pasa a ser la figura más importante de la industria en el mundo, por el tamaño de sus talleres, el numero de sus artistas y los teatros de su propiedad. Como si esto fuese poco, el mismo productor ha manifestado que piensa adquirir otro “circuito” de teatros que aumentará en ciento tres el número de las salas de exhibición que posee, y que, además, destinará diez millones a levantar en Los Angeles un nuevo teatro mónstruo. La operación anunciada no cambia sin embargo la organiza: ción de Metro-Goldwyn-Mayer, que continuará su labor bajo el mismo personal directivo, de actores y directores.