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Este insigne artista de Paramount nació el 30 de septiembre, pero no quiere decir de que año. Mide 1.87 cms. y pesa 88 kilos. Su cabello es castaño y tiene ojos azules
U cara no es la cara de un Adonis ni es su figura apropiada para la sección de modas.
Pero algo debe tener ese tipo fornido que se llama Bancroft, que cuando su nombre aparece en luces eléctricas a la entrada de un teatro, la fila de fanáticos se forma desde temprano. ¡Seguro que tiene algo! Algo que agrada igualmente a las damas y a los hombres, y que hasta los chicos se desviven por verlo en la hoja de plata.
Porque Bancroft es el hombre de pelo en pecho. El hombre que todos quisieramos ser. Con los músculos de un gigante y el valor frio de un hombre seguro de sí mismo. Es el hombre primitivo, por el que toda mujer siente mas o menos una atracción desconcertante; y es el que los muchachos admiran con esa admiración ingénua y sincera que los caracteriza, hacia ese hombre que ellos sueñan con llegar a ser.
¿Y qué importa que en su vida actual sea él un bonachón y muy lejos de ser el hombre de las cavernas que él representa
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DE PELO EN PECHO
George Bancroft. El hombre que pocas mujeres quisieran como esposo, pero que todas admiran y adoran como hombre primitivo, de pelo en pecho
por
Lorenzo Martinez
en la pantalla? ramos, Bancroft será siempre el Bancroft del “Underworld” del “Drag Net” y de “Muelles de Nueva York,” y últimamente en “Lobos de Wall Street” y en “Thunderbolt,” películas parlantes.
Para los fanáticos que lo queremos y admi
Es el hombre brutal y temido por sus enemigos y adorado de sus camaradas. Cuando se enoja, sus párpados casi se cierran, y en sus ojos pardos y fríos se lee una fiereza implacable y desdichado aquel que haya incurrido en su enemistad.
Pero cuando algo le divierte, cuando algo se le antoja ridículo, su expresión entera cambia de repente y su cuerpo se estremece de pies a cabeza en una carcajada alegre y estrepitosa que contagia a todo el que lo mira.
¿Cuántas veces, riéndonos con él en la semi obscuridad del cine silencioso hemos deseado oir el son de esa risa contagiosa?
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