Cinelandia (September 1929)

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por Miguel Nuñez Cortina Lane L cine hablado, que fué recibido con temor, que fué atacado violentamente en sus comienzos, y que aún con tinúa siendo resistido por los enormes intereses creados que se amparaban a la sombra del viejo “teatro mudo” que ahora desaparece, está siendo el más magnífico medio de renovación de la industria en cuanto-a arte. El cine silencioso era, por lo menos en una gran parte de su producción, vulgar y populachero; hecho para dar gusto a las masas, con argumentos ingénuos cuando no absurdos, en que la maldad se castigaba y se premiaba la bondad con una pobreza de espiritu que rebasaba los límites de los cuentos para niños. Pero el cine hablado, al revolver hasta los cimientos de la industria, al dar nuevos medios técnicos, al exigir nuevo tipo de intérprete, está realizando una obra interesantísima, bajo el punto de vista artístico y literario, convirtiendo el espectáculo de la pantalla en 42 Arriba vemos al genial Reginald Denny y a Nora Napoleón” una farsa del primer cónsul, John Boles y Vivienne Segal en “Canción del Argumentos una cosa noble, tanto o más interesante que el buen teatro. El argumento de cine, y por lo tanto, d escritor de argumentos cinematográficos cual do las películas eran en su totalidad ln tenían por base la larga historia de una vió en la mayoría de los casos. Las buenas pelicrr las, las grandes películas extraordmiliiin eran otra cosa que amplios melodramas, a01P tados muchas veces del novelón policial ! sensacional, en que se desarrollaba una Er sima historia por etapas, pasando, Con Ñ agradable facilidad de obscurecer una e poner un título y “aclarar” en la o guiente, de un período de años a otro, muchas veces sa a treinta. La frase “años después” era recurso supremo elo directores, y había muchas veces en que resultaba ho cl contratar dos y tres actores—un bebé, un niño de an. de y luego el verdadero protagonista—para dar la o A crecimiento y del tiempo transcurrido. Y cuantas de E fué necesario envejecer al actor para hacerle actual últimos y almibarados pies de película del tema. . de “nove Esta obsesión por los temas amplios, por este t1po 0% col las de una vida” llevadas al cine en ocho, diez o doce y de celuloide, tuvo como consecuencia una ci y mismos argumentos, que, en general, comenzaban a o Rus terminaban de igual modo, ya pasaran en América de Cua ya fuesen entre nobles personajes o humildísimo Pue Pe de quier película famosa de los años pasados podria serv en “No No, Izquierda, Oeste”.