Cinelandia (December 1929)

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Renée de la Fonte. A a ES a Jugando ario (Viene de la página 27) gente, y más tarde es difícil discernir si el nombre verdadero es el postizo o viceversa. ¡A quien se le ocurre hablar de Dolores del Río como la señora Dolores Asúnsolo viuda de del Río? Estos detalles íntimos se quedan para biografías indiscretas y meticulosas. Lo cierto es que Dolores ha hecho célebre su actual apelativo sincopado. Si por un momento los actuales ídolos del cine tuvieran la humorada de usar sus verdaderos nombres nadie los conocería. Ocurre con esto igual que acontece con el afeite o “maquillaje” con.que salen a escena. Tanto nos hemos acostumbrado a verlos con esa careta que es el maquillaje, que cuando los vemos en el hotel Roosevelt o en Malibu Beach, con tez y cabello de simples ciudadanos, nos consideramos defraudados, y primero dudamos si son ellos, y después cuando nos convencemos que sí son, la rabia se apodera de nosotros. Nos han engañado miserablemente. Estos no son aquéllos, ni mucho menos. Todo ha sido una impostura tremenda. Un día en que estaba yo invitado a una partida dominical de ping-pong en la morada de conocidísima y aristocrática actriz, que habita en el balconaje de la playa de Santa : Monica—es decir en la Hollywood Riviera— se presentó en la reunión un joven director de cine que acompañaba a una de las más encantadoras y dulces ingenuas de la pantalla. Yo conocía de sobra su carita de “cromo”, es decir de eso que llamamos “Cromo” o mejor dicho de “madona”. Había visto cintas admirables en que ella era la principal intérprete. ¡Quién no recuerda a Wendy de “Peter Pan”, de inefable memoria! Sin embargo quedé perplejo cuando al ir a estrechar su mano, para saludarla, alguien murmuró este nombre: Miss Luisa Dantzler. La linda estrella no era otra que la célebre Mary Brian. Chascos como éste pueden pasar a cada momento. El otro día una taquígrafa nueva en la secretaría de las estrellas de la empresa Metro-Goldwyn-Mayer, al ver un sobre dirigido a la señorita Lucila Le Sueur, lo devolvió al cartero alegando que allí no había nadie que llevara tal nombre. Al poco tiempo regresó otra vez la carta a la oficina. Iba metida dentro de otro sobre, con la dirección siguiente: Miss Joan Crawford, Metro-Goldwyn-Mayer, Culver City, California, y era de una admiradora que sabía su verdadero nombre y así se dirigía a la actual esposa de Douglas Fairbanks, Jr, o sea el hijo del gran Douglas Fairbanks (es decir el hijo del Zorro). odos conocen la faz cambiante, multiforme, de Lon Chaney, pero pocos saben que on es una abreviación de Alonso. Sin embargo de ser poseedor de tan sonoro nombre se le ha quedado para siempre el diminutivo familiar con que se ha hecho vélebre. A Alonso Chaney nadie lo conocería, Sabemos de una versión curiosísima de aquella cinta cinematográfica, “El Gran Desfile”, en que la protagonista es desempeñada por una muchacha de la Fonte, con ha Parecido enorme con Renée Adorée hasta acer sospechar que se trataba de una sosias de ésta. Todos los demás detalles de la film eran tan exactos a la otra que todos Conocen, que al fin caímos en que se trataba £ una mixtificación habilísima de algunos amigos de los estudios cinematográficos. enée Adorée no es Renée Adorée sino Para que el lector no conserve duda alguna de que le estoy diciendo la verdad añadiremos que nació en Lille—es decir que es francesa por los cuatro costados—en 1902, pesa 105 libras, mide cinco pies dos pulgadas, y está casada actualmente con Sherman Gile. Por lo consiguiente y de acuerdo con la costumbre sajona, ha vuelto a perder su nombre de doncella, el verdadero, y ahora se llama en las crónicas sociales Renée Gile; Mrs. Gile. A título de curiosidad debo decir que la adorable Renée fué casada antes de ahora— enantes—con el simpático Tom Moore. Nos hemos destornillado de risa con las acrobacias y dislates de Monty Banks pero a nadie se le había ocurrido que un morenito vivaracho y de ojillos como lumbres que nació en Cesina, Italia, en 1898, con el nombre de Mario Bianchi podía ser el mismo individuo. Mario Bianchi era en realidad un nombre difícil de ser pronun ciado por norteamericanos entre carcajada: y carcajada y Monty Banks es corto, eufónico y huele a jerga del patio o sease, a slang. La fama exigente y vocinglera a veces no ha transigido con el persistente uso de ciertos nombres y los ha hecho cambiar. En algunas ocasiones ha presidido a esta resolución un mal entendido pudor puritano de familia pacata, a la que el teatro atemorizó siempre como recinto prohibido. En otras: la longitud de los apelativos patronímicos o la tendencia de los mismos a ser alterados en bien de la eufonía o la popularidad. Las más en gracia a un instintivo afán de conservar en el anonimato la personalidad propia, usando del nombre prestado como de coraza tras de la cual se ocultara toda la sinceridad y toda la esencia genuina del individuo, que no se debe malgastar ni poner en riesgo, hasta que el triunfo definitivo haya ceñido nuestras frentes de laureles bien ganados. Ocurre entonces que la celebridad se ha creado en torno al nombre falso, como es natural, y el público no toleraría que hubiera un cambio al nombre verdadero, a menos que ésto se haga gradualmente y con un tacto y una diplomacia exquisitos. Se recobra en este caso la verdadera personalidad, innata al nombre, consubstancial con él en el hábito, en el tiempo y en el espacio, y volveremos entonces a ser quienes debíamos haber sido siempre. Pero esto que parece tan lógico y sencillo, es sumamente difícil, porque no será solo el público quien nos exija que no abandonemos el nombre prestado, simo nosotros mismos quienes nos sentiremos muy a gusto dentro de esa casaca que el uso persistente ha llegado a conformar a nuestra medida. Qué me importa o qué debe importarle a nadie que ese real mozo que.es Don Alvarado esté registrado en las venerables actas del registro civil de un pueblo de Nuevo México como José Page y que desde niño le hayan llamado. Joe, esto es el equivalente en inglés de Joseito o Pepito, que es el idioma de su padre. No dejará, por esa indiscreción, de seguir siendo siempre Don Alvarado. Porque ésto es lo curioso y prueba las aserciones semifilosóficas que dejamos apuntadas más arriba. Aunque se nos revelen los verdaderos patronímicos de las estrellas, continuaremos hablando de ellas por sus nombres prestados; no queremos usar nunca, ni de broma, el nombre real y verdadero. Don Alvarado será siempre Don Alvarado y Mary Astor será siempre Mary Astor, aún cuando su nombre sea tan diferente como éste: Lucila Lanhanke y esté casada y por lo tanto sea la señora de Mr. Kenneth Hawkes. Hay una familia ilustre en el mundo del arte teatral y del cine, de la cual mucho 45 En pro de la belleza masculina Lo principal es la JABONADURA GTA ¿Quiere usted que lo tomen por un galán del celuloide? ¡Aféitese a diario! La Crema de Afeitar Mennen hace de ello un placer. Su espuma, abundante y espesa, reblandece la barba más rebelde, y la nueva crema mentolizada, en el tubo con el disco rojo, da a la cara la deliciosa frescura del mentol. Después, refrescar el cutis Un poco de Crema Balsámica Mennen (Skin Balm) protege el cutis y evita que las pequeñas cortadas se infecten. El Talco Mennen para Hombres, quita el brillo que dejó la afeitada perfecta. Al final, quitar el brillo Usar Mennen, es usar lo mejor Las Buenas Tiendas Venden Los Productos MENNEN