Cinelandia (March 1930)

58 en 6 días de trabajo Sr. J. A. Rosenkranz, Estimado señor: Ultimamente he realizado un trabajo de reparación en un auto marca Dodge, por el que gané la suma de $160 quedando el dueño muy satisfecho. Todo lo debo a los conocimientos que esa escuela me ha impartido y por lo cual les estoy altamente agradecido. JOSE QUINTANA. AAA ES A eS N [eo de Automoviles Haga Ud. lo mismo Aprenda a reparar el mecanismo de toda clase de automóviles, camiones, tractores y aeroplanos, y nunca más se verá en la triste necesidad de ejercer un trabajo penoso y mal retribuído. ' Aprenda sin Salir de Casa Aunque no tenga Ud. la menor idea de mecánico de automóviles, la Escuela Nacional le garantiza que aprenderá en poco tiempo y sin que tenga que abandonar su familia ni su trabajo actual. Tenemos también Cursos a Internado, con clases diurnas y noctur Ez7 —— 50M ") N XT 00 7 a 5 AS ENS o nas. Pida los in AQ | formes que desee. ESCUELA NACIONAL DE AUTOMOTORES— Depto. 420 4006 South Figueroa Street, Los Angeles, California: Sírvanse enviarme GRATIS su libro ilustrado y demás información relativa al curso que he marcado con una X. Curso Práctico a pondencia en Español. Curso en Español, asistiendo a la escuela en Los Angeles. Nombre Domicilio, por corres reunirse en otra soirée, al siguiente día, en la casa de otra estrella cinesca que confesaba que, por primera vez desde que era estrella, iba a usar el tranvía eléctrico para ir a su casa, porque había entregado, en pago, hasta el automóvil. Lo que viene a probar que la gente de cine tiene mala memoria, ya que tan fácilmente olvidan, por una media docena de años de opulencia, los tiempos en que eran extras y tenían muchísimo menos que lo que tienen hoy después de haber perdido sus sueldos en la Bolsa. Sid Grauman, el famoso empresario y expropietario del Teatro Chino de Hollywood perdió, según aseguran, toda su fortuna. Ya estará el alegre judío preparando algún sistema rápido y seguro de rehacerla a costillas de los muchos que le siguen en cuanta empresa organiza con su: maravilloso espíritu comercial. Otros dicen que Edmund Lowe, actor de la Fox, y uno de los hombres feos y maduros que sigue haciendo de galán con el beneplácito del público, vió escaparse de sus bolsillos treinta mil dólares y que Lillian Tashman, su esposa, perdió más; ciento ochenta mil. Y sin embargo, la noche de año nuevo la vimos jugar con entusiasmo a la ruleta en el Casino de Agua Caliente, en Tijuana, perdiendo otro poquito más, Parece que John Gilbert fué otra víctima. Sin duda que lo más imprudente que John Gilbert pudo hacer en su vida fué casarse por tercera vez. Desde ese día ha comenzado una serie de interminables contratiempos. Primero fueron sus dificultades para casarse en paz. En seguida, sus líos con su flamante esposa que le aguaron la cacareada luna de miel por el Viejo Mundo. Entre tanto, las cintas que había dejado hechas en Hollywood antes de partir obtenían una recepción muy fría de parte del público y muy dura de parte de la crítica. Gilbert fué un excelente actor, de varonil figura, en las cintas silenciosas. ¡Ah, pero llegaron las cintas habladas! Y entonces salió a luz aquello que solo le conocían sus amigos y los que le vemos de cerca en los estudios: su voz. John — o Jack, como le dicen en Metro sus íntimos — tiene una voz inexpresiva, de falsete, que no corresponde ni a su tipo ni a su aspecto, y una pronunciación extraña que destruye la impresión que su aspecto físico causa. Total, que mientras otros actores, como Ramón Novarro, por ejemplo, se elevan cada día más debido al cine parlante, John Gilbert se encuentra en peligro de ver disminuir su cheque semanal. Y como si eso fuera poco, se rumora de que sus disturbios conyugales siguen; de que su mujer deja la casa del esposo y vive ahora en otra mansión, sola, en Beverly Hills, y que por último la Bolsa deja a John a brazos cruzados, con pérdidas en la bolsa y a causa de la Bolsa, que lo han dejado mal parado. Richard Dix, que trabaja ahora en los estudios de la Radio Corporation, ha sido de los pocos que han tomado el asunto alegremente. Alguien me dijo de que el otro día, después de Pascua, había llegado Richard al set declarando, con el mejor espíritu, que se consideraba un hombre feliz, porque, después de la debacle de Wall Street, aun le quedaban cuatro casas, dos automóviles Packard, una salud perfecta y un buen saldo de dólares en el banco . . . ¿Qué más podía pedir? Hace cosa de un año, cuando ocurrió la quiebra de su banco, Richard Dix perdió la bonita suma de cincuenta mil dólares. ¡Esto es el fin! dijo él en aquella oportunidad, con gesto desesperado. En aquel entonces pertenecía a la falange de Paramount y su contrato estaba por terminarse sin que hubiese probabilidades de poder renovarle, pues la famosa empresa no se interesaba por mantener a Dix en sus filas de actores parlantes. Pero no fué el fin: Dix consiguió el contrato con la Radio, gana ahora más salario y ha aprendido, según parece, la magnifica filosofía del estoicismo. Pero como no todos son desgracias en valle de California, he aquí también : gunos ganaron dinero con la baja de e de valores cinescos. Y entre estos feu primer término, con tres millones de di ganados en una semana, ñ Charlie Chaplin. Feliz en el jueg do en amores, dice el refrán. duda, pues que Chaplin ha tenido en do todo lo que ha deseado, menos UN da feliz. Y como es un filósofo a su mind un ironista maravilloso, ha anunciado ño empleará la ganancia del juego en inte una tercera aventura matrimonial en ma de (Georgia Hale, que fué su primera de en “El circo” y que lo será ahora en | del gran cómico. Y no se crea que Cha empleará los dos millones en casarse pi my menos. El bufo hace una vida tranquila tl solo dos automóviles, come en el Hen donde es socio y no paga, y se viste modes, mente. Por lo tanto, los guardará para log viene después, para la posibilidad de lo q ya le ha costado tantos dólares y doli para el posible divorcio . . . que después y todo, esperamos que no ocurra, Lon Chaney ha sido uno de los hom felices estos días. Con su alegre simplicid; o, desgr Y m el Di == desaparecen .... Sue Carol, la pequeña actriz y actual y posa de Nick Stuart, es una buena mujeré negocios a pesar de la carita de ingen q se trae. Con la mayor simplicidad agregó si mil dólares a su cuenta bancaria, mient Concurso de Artistas Retrato No. 1 El cabello y la frente son de uni joven artista de Paramount. Los ojos y nariz son de la esposa de Ralph Forbes. La boca besó cari ñosamente a Gary Cooper en “Lilac Time” (La estación de las lilas).