Cinelandia (May 1930)

peración financiera se vendrá abajo. tesca 0 Y e contrato! Por dos años. Dos películas al año, nada más. $250,000 dólares por sean 10,000 dólares de sueldo a la semana. Gilbert tiene derecho de aprobar y hazar todos los argumentos que se -idéen Jue ue los interprete, O como se dice en a e nematográfica; tiene derecho de OK | Pe toda trama que deseen filmar con él | rotagonista. k a plentl. Como a triunfador romano e le recibe en el estudio, donde se le ha le arado un lujosísimo chalet con todas las rodidades apetecibles, y que es el mejor y más elegante de todo el taller. Su manager es incluido en la lista civil de sus empleados del estudio reservándose el derecho de seguir administrando al propio tiempo todos los asuntos de Gilbert, como jefe de su cuarto ersonal. Todas las prerrogativas de un príncipe coronado. Y para remate, ninguna Op” ción por parte del estudio, para lo referente a rescisión o invalidación del contrato. John Gilbert esta ahora en plena gloria. La vida le sonríe. El amor rejuvenecido le tiende sus brazos. Está en los albores de una delicio« luna de miel. Impaciente aguarda el momento de lanzarse a la producción de una nueva película, bajo tan excelentes auspicios. Pero, en esto, la casa de los Warner lanza al mercado la primera obra sonora, resultado de ingentes investigaciones, que, como se sabe salva la situación financiera de ese estudio. Estamos en una nueva era. La del cine parlante. , El triunfo absoluto de esta nueva modalidad cambia el rumbo de muchas carreras que ya parecían estar alcanzando su culminación definitiva. Todo se transforma, todo evoluciona, todo trata de volver a ganar su nivel, como pasa con el agua. Muchos sucumben. Otros, ayer ignorados suben a la superficie y son exaltados. ¿Qué ha pasado, para que hayan acaecido tantas cosas en tan poco lapso de tiempo? Nada. Nada y todo. Todo y nada. Que ya no es sólo la cámara fotográfica el único enemigo invisible con el que hay que batirse en lucha desigual, sino el micrófono, el aparatito que registra los sonidos más imperceptibles, con una claridad pasmosa, y que es ahora el eje de la reproducción de la voz en la pantalla. Que hay voces que “registran” bien y hay voces que “registran” mal, que se deforman, que son desagradables, ríspidas, altisonantes, atipladas, feas . . . . Antes era la mayor o menor adaptabilidad fotogénica. Se decía: fotografía bien. bien: fotografía mal. Ahora, con el advenimiento de la fotoparlante se dice: su voz reproduce bien; o su voz reproduce mal. Y la tragedia de John Gilbert, como la de otros anónimos o menos conocidos que él, es que registra mal. El actor que en la escena de la pantalla muda, silenciosa, era todo un poema de expresión y de elegancia, no puede “ablar. Es como el cisne. El sonido que «tte su garganta privilegiada es un graznido, una cosa desagradable, atiplada, ridícula, increíble en un galán tan apuesto y tan macho. Ina Claire, la fina actriz que ganó sus actuaes lauros, con su conocimiento de la dicción cada una O y con el dominio de su voz, podría haberle en* señado hasta el más recóndito matiz que pusiera a John en posición de enfrentarse con ciertas probabilidades de éxito, con este proema. Pero entre los dos, en poco tiempo, se ha abierto un abismo. Viven separados. ps del carácter de él, su nerviovida ed emenina, su inadaptabilidad a la rd a han entibiado ese idilio. . ps pb eS a acumulado ahora sobre sí la e mea de esta situación, con la lor de; s contó su orgullo, satisfecho conmismo demasiado prematuramente. U Primera cinta hablada ha sido un fraca so, > .,., : . as Criticas que suscitó el sonido de su 1 en los Deportes N todas las actividades violentas que producen fatiga o cansancio muscular, el uso del ción inmediata. Además ayuda s y resfríos. Su uso se recomienda 67 Linimento de Sloan trae una reac iempre a evitar congestiones para antes y después de todo esfuerzo físico. Aplíquese sin fricciones. No mancha la ropa. IINIMENTO e SIOAN MATA DOLORES Todas las piezas dan a la calle Ambassador, y rodeado de hermosas res y tienen su bano particular. Servicio de garage. Situado en la esquina de las calles Siete y Berendo, a una cuadra del Hotel idencias y casas de departamentos, el Hotel Chancellor goza de la envidiable reputación de ser el rendez-vous de la gente de buen gusto. Su servicio es irreprochable. Aunque el proceso no es secreto, es muy dificil de igualar. Es la determinación de satisfacer a nuestros huéspedes, que durante varios años nos ha producido admirables resultados. Si desea usted lo mejor de lo mejor, al precio que usted gustará pagar, se encontrará satisfecho del Hotel Chancellor. Escriba pidiendo detalles. 3191 West 7th Street Los Angeles, California A ES TT FBFKÑKÑKÑ6G6666464+ + + += voz han trascendido hasta él y le han amargado. Los funcionarios del estudio por otro lado, han resentido, naturalmente, el fracaso y están en un atolladero, a causa del contrato que les ata con el artista. La situación creada por la jugarreta del micrófono es realmente intrigante, y toca los linderos de la ridiculez, pues se ve claramente cómo todos los planes, todas las esperanzas, tanto de los productores como del propio Gilbert, han sido echados por tierra de una zancada, por el duendecillo caprichoso que ha abatido o ensalzado en pocos meses a tantos, en el escalafón del zodiaco cinematográfico. En la vida cotidiana John Gilbert posee un tono de voz que no es ni agradable ni desagradable; es un tono de voz enteramente gris, anodino. Pero nunca se pudo imaginar por