Cinelandia (November 1930)

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solución al concurso de la novel AVES DE PASO POR MARTA DURAN B tropical e imaginaba a sus moradores viviendo 1 HORA creía comprender la actitud fría e indiferente de ella cuando él estaba a su lado, así como también el porqué de esa cierta repugnancia física ante sus halagos y caricias amorosas. Existía “otro”. Eso se le aparecía ahora como algo clarísimo y evidente y hasta se extrañaba que no se le hubiera ocurrido mucho antes. A medida que este pensamiento se apoderaba de la mente de Reguera, una ola de ira, de vergúenza y de celos le subía desde el pecho y parecía que iba a ahogarle; tal era la sensación de angustia y sufrimiento físico que experimentaba en su garganta y en sus sienes que le latían con violencia. Se sentía burlado en sus más recónditos y caros sentimientos. Pero, ¿es que acaso los tenía él? ¿Los había tenido alguna vez? Sonrióse amargamente a sí mismo; le embargaba una especie de voluptuoso placer atormentándose con su íntima ironía. Por lo demás, quizá sí era posible que alguna vez allá en los días lejanos de su infancia hubiese sido capaz de abrigar su corazón nobles anhelos; pero de eso debía de hacer mucho tiempo pues que las perversiones y tortuosidades a que la vida le empujara, formaban parte de su personalidad ya desde sus primeros recuerdos de la adolescencia. En todo caso, lo lamentable, lo real, lo que constituía una incontrastable verdad del momento presente, era que Naomi, la única criatura en quien pusiera ciegamente su amor y su fé, le engañaba, le estaba engañando quizás ahora mismo con otro. Esta idea llegó a hacérsele insoportable. Le mordía, le laceraba cual si fuese algo vivo, causándole una agonía de suplicios. Fué entonces que en su cerébro surgió como una redención de todos sus dolores pasados y presentes, la idea de la venganza. VII PARA una mujer experimentada y vivida como Naomi no podía significar gran cosa el amor de un muchacho tímido y un poco inocentón, como era De la Rea. . Acostumbrada al trato de otra clase de galanes más audaces y decididos, se encontraba un tanto molesta. En su larga lista amatoria figuraban tipos curtidos en el vicio y en sus mil degeneraciones, entre cuyas manos había sido modelada su alma morbosa y aventurera. Cada uno puso en ella un poco de éncanallamiento, y así, de paso en paso, insensiblemente, se hizo la clase de criatura hipócrita, egoísta, calculadora y fría que era. Tal vez no fuera completamente responsable de su modo de ser, puesto que los demás contribuyeron a su desvío con la mala semilla, pero de esto ella misma no se “daba cuenta. Obraba a impulsos de su personalidad interna, sin' analizar los hechos ni sus razones. Para ella no existía el bien ni el mal, ni acataba otra religión que no fuese la de sus instintos de bestezuela joven y libre que se sabía hermosa y se sentía regalada en sus sentidos por los placeres materiales de la vida. Sin embargo, en esta ocasión. pasión de nuestro héroe. SINOPSIS En los barrancos cercanos a Hollywood se descubre e identifica el cadáver destrozado del artista de cine Julio Reguera, argentino. Buscando datos en la vida de este buen mozo y gallardo calavera, lo encontramos ser el preferido de innúmeras mujeres aunque a la sazón sólo le interesa, Naomi, una vubia hechicera que a pesar de su pasado borrascoso desdeña la Aparece en la escena Juan de la Rea, otro argentino, prófugo de la justicia de su país, acusado de asesinato, Su parecido con Julio le hace pasar por éste en los estudios y en todas partes. amigos y al salir a locación a la isla de Santa Catalina, Julio deja a su doble, de la Rea. instalado en su apartamento. En Santa Catalina, Julio oye de labios de una actriz amiga graves acusaciones contra Naomi v conoce en aquellos instantes la emoción, para él inédita, de los celos. por contraste, la caprichosa sirena creía experi: mentar un cierto placer, despertando a la vida sensual al mozo aquel, al que encontraba, por sugestión, un sabor un poco salvaje y primitim que a ella se le antojaba propio de las tierras de | que era nativo, pues su fantasía poblaba eo países de la América hispana con una vegetación una existencia medio bucólica. Bajo este a pecto, pues, resultaba De la Rea una novedal para su paladar de refinada gustadora de placeres, y hasta conseguía entusiasmarla divertidamente. : No le sucedía lo mismo a Juan, el pobre muchacho que viniera a estas tierras de promisión a saciar su sed de aven: turas e ideal y que las sentía colmadamente cumplidas con d amor de una mujer tan bella, fascinadora y perfecta en todo sentido—según a él le parecía—como lo era Naomi. Tod la pasión y el fuego de que fuera capaz su temperamento Juvenil y arrebatado, lo puso ante los pies de la adorada, in condicionalmente, fervorosamente, que él no necesitaba que le dieran para dar ¡tan grande consideraba la merced y el honor de que aquella criatura divina se dignara fijarse en él! Ella constituía el fin y norte de su vida; todos sus actos y pensamientos convergían hacia el centro de su personalidad embrujadora. Su. conciencia y su voluntad estaban como anuladas y obraba impulsado por una especie de fuerza su: gestiva y extraña a su propio yo, pues su cerebro había caidoen una atonía que le impedía toda facultad de análisis. ALIAN juntos a todas partes. Iban a los teatros, a los casinos, a las fiestas. Efectuaban largas excursiones con el auto de Reguera. j A toda hora se veían, de noche y de día, pues De la Res había abandonado su ocupación en el hotel. Derrochaba a manos llenas los dólares que consiguiera economizar en su días de trabajo. Cierta tarde que pasaron con el carro por una de las aven: das más concurridas de Hollywood, un grupo de extras, amb gos sin duda de Reguera, confundiéndole con éste, le gritaron al pasar: —¡Enhorabuena, Julio! Se rieron ambos atolow dradamente de la equivocación sin que el nombre del ausente hiriese sus mentes con la más mínima inquietud. Estaba desalojado de ellas absolutamente, parecía como si se tratast de un extraño o de un ser ageno a sus vidas. Aquel fen0 meno en la mente de De la Rea se produjo casi en el acto de | conocer a Naomi; el recuerdo de su amigo quedó borrado Ins: de a tantáneamente y ni áún en los momentos en que o solo, evocaba su presencia. De tal modo aquella pasión ha absorbido todas sus potencias conscientes y volitivas. OLIAN charlar largas veladas en el apartamento de Frank lin Avenue. E : La poderosa imaginación de 6% mujer unida a una cierta cultura más aparente que real, la PY mitían ejercer ese ascendiente 1” perativo sobre su interlocutor, a ya había experimentado Julio. ke opiniones e ideas tenían en $ Acaban por hacerse íntimos