We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.
Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.
mm ut
El" PUBEICO NO QUIERE
VERLOS JUNTOS
ANTO Douglas Fairbanks, hijo, como da gentil esposa Joan Crawford tienen suficiente personalidad en el mundo del cine para que la gloria del uno no dependa de la del otro. Esto es evidente. Si hay pareja que reuna en sí simpatías enormes de parte y parte, ésta es. Y, sin embargo, los funcionarios de la Metro-Goldwyn-Mayer comenzaron a notar hace algún tiempo que, a pesar de la popularidad de Joan, la entrada—suprema cifra del éxito en el cine—disminuía notablemente en todos los teatros en que se daban sus películas. Se dieron a investigar en qué consistía tan raro espectáculo y descubrieron esto:
Que el público se ha cansado de ver juntos en todas partes a la gentil pareja Fairbanks-Crawford. Que le “repugna” pensar que esa estupenda e inquietante rubia que es Joan destine los mejores años de su vida a la prosaica vida doméstica; a remendarle los calcetines a Doug, Jr.; a hacerle tejidos para alfombrillas, para zapatillas y demás objetos de uso personal confortable, entre acto y acto de sus actividades en los talleres cinematográficos. En una palabra, que el público quiere que Joan sea la muchacha tentadora, ágil, pizpireta, frívola, que fué antes de encontrar “al gran amor de su vida,” a
Doug Jr.
ca Que los encargaMA dos de la publicidad de ambos han pendido completamente las fotogras a dúo, las escenas tiernas y apanadas, con las que se popularizó y elevó al enésimo grado de romanti
¿mo el sencillo y fuerte amor de los dos simpáticos muchachos. os mismos, tomando a broma todo este enjuague, han decididio simular la Han. puesto punto final a las demosaciones públicas de su mutua pasión y su afecto.
El caso es que Hollywood anda escandalizado pues no sabe si atenerse a esa rsión O si aceptar otra que parece haber sido urdida por jóvenes de ambos sexos spechados y envidiosos de la felicidad tranquila y serena del joven matrimonio. Edice por esta facción que cada uno anda por su lado, desde hace algún tiempo.
e se divierten de lo lindo y que coquetean separadamente. Hay quien asegura
media del “enfriamiento” entre los dos.
POR J. SANCHEZ ESCOBAR
Arriba, a la derecha, vemos a Douglas Fairbanks, Jr., y su cara mitad Joan Crawford en el jardín de su casa en Beverly Hills. Después de una extensa campaña de publicidad como amantes inseparables, resulta ahora que el público no quiere verlos tan amartelados.
Por su parte
haber visto a Doug llevarse en su auto a la playa a una exquisita y desconocida “trigueña,” que por supuesto no era Joan. T'lambién se dice que ella ha “salido” con jóvenes que no eran Doug.
Un pajarito, ese pajarito azul y parlero de las indiscreciones, acaba de revelarnos que los dos jóvenes siguen tan enamorados perdidos el uno del otro como al principio de su idilio, pero que, como decimos más arriba a guisa de sospecha, quieren simular ese “enfriamiento” y hasta una posible ruptura entre ambos, a fin de complacer a los funcionarios de ese monstruo de los talleres que es el departamento de publicidad, encargado de mantener la llama sagrada de la admiración y prestigio “profesionales” de los (va a la página 62)