Cinelandia (January 1932)

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(viene de la página 28) sería el vehículo de su buena fortuna. Al regresar a Hollywood creyó que le lloverían los contratos, y lo que le han llovido son las acusaciones. Una mujer celosa que compartió con él largos años de afanes, lo acusó de abandono de hogar y acusó a la vez a Edwina Booth de haberle arrebatado el cariño del mancebo. La acusación prosperó y Renaldo fué a parar a la cárcel. Sus abogados arguyeron que la demandante—o sea la esposa del actor—padece de enajenación mental, y en vista de eso Renaldo quedó en libertad. Pero hoy retorna a la prisión reclamado por las autoridades neoyorquinas. Ha cometido un delito que la ley persigue de oficio y tendrá que ser extraditado a Nueva York. Así es de efímera la gloria en este implacable Hollywood. El cuarto marido de Gloria En el término de tres meses, Gloria Swanson se ha casado dos veces con el mismo hombre. La última vez lo hizo para ponerse a salvo de toda acción judicial y poder vivir tranquilamente en Hollywood. Michael Farmer es el sucesor del Marqués de la Falaise en el amor de Gloria. El 16 de agosto se desposó secretamente con él en Nueva York, antes de estar legalmente divorciada de su noble ex-consorte. Semejante precipitación estuvo a punto de causarle un disgusto al llegar a Los Angeles, pues de acuerdo con las leyes de California estaba incurriendo en el delito de bigamia. Por un delito igual, Valentino tuvo que comparecer ante un jurado en ocasión de su enlace con Natacha Rambova. Pero éste y otros antecedentes hicieron que Gloria se pusiera en guardia: aceptando que se había casado con Farmer, negó que hubiera hecho vida marital con él en California. Las autoridades angelinas dieron crédito a su dicho y la dejaron en paz. Días después de su arribo a Hollywood, un juez declaró a Gloria legalmente divorciada del marqués: a las cuatro horas de haberse publicado el decreto, Gloria se casaba, o más bien dicho, se recasaba con Farmer en Yuma, Arizona. Modificando el obligado final de los cuentos infantiles, quizá pronto podamos decir de este cuarto matrimonio de la estrella: “Y vivieron felices varios meses, hasta que un día convinieron en que era mejor divorciarse. La película debe moverse Con “Mata Hari” va a reanudarse en Hollywood la campaña emprendida por von Sternberg contra los abusos de los dialoguistas. George Fitzmaurice, director de la obra, al elogiar la labor del director alemán en “Blué Adiós dolores y El callicida mundial :-nunca falla Angel” y “Morocco,” se pronuncia fervorosamente en favor de la reducción del diálogo. “La película debe moverse,” dice, “no permanecer estancada como ocurre cuando dos personas estan hablando hasta por los codos.” Ahora bien: no basta ver donde radica el mal de las películas actuales. Hablar por hablar es, ciertamente, un vicio—vicio de que la cinematografía debe curarse cuanto antes—pero callar por callar constituye otro vicio, y así lo vemos en algunos pasajes de “El angel azul,” donde se nos antoja que está uno en presencia de una partida de locos. El diálogo no debe ser un simple sustituto de los subtítulos. Quienes tal preconizan sufren un engaño. Los subtítulos presuponían voz en los actores, o, más bien, daban la impresión de que éstos continuaban hablando. Reducir, por tanto, el diálogo de las películas a simples expresiones eventuales, da a los sentidos la impresión de algo desarticulado, ilógico, y por tanto, falso. Sólo con arte quintaesenciado se puede mantener el interés a base de silencio, y ese arte brilla por su ausencia en Hollywood. Preséntar personajes que actúen sin hablar indica, o que están locos, y con ellos el director, o que estamos locos. nosotros. Esto, naturalmente, no quiere decir que en su forma actual la película sonora esté bien Al contrario. Es innegable que se abusa de! diálogo; pero también lo es que sin un diálogo extenso muchas películas que han side un éxito habrían terminado en un fracaso. El mayor escollo que van a encontrar lo: innovadores—y los encontró ya von Sternberg, el más audaz de todos ellos, radica en el ritmo de la película hablada, que es distinto del ritmo de la película silenciosa. E' director que logre fundir en forma plausible los dos ritmos deberá ser considerado comc un benefactor de la cinematografía. ¿SE CASARA? ... (viene de la página 31) los que andan siempre en búsqueda inquieta y nerviosa de “un objeto de amor.” Hasta nos lo figuramos un poco tímido cuando se encuentra ante una mujer que le guste, como acontece a casi todos los sentimentales y grandes amadores. Esto explica porqué la gran mayoría de sus “amores” han sido sus “damas jóvenes,” es decir mujeres que é primariamente escogiera para llenar una parte en sus comedias y no para llenar “un hueco en su corazón.” Aunque muy bien pueda haber sido precisamente lo contrario— quien lo sabe—es decir, que las haya escogido para “damas jóvenes” precisamente porque le habían inspirado amor. Siguiendo el examen de sus aventuras, citaremos a Mildred Harris que fué su esposa después de la novela con Edna Purviance. Poco tiempo después del nacimiento y muerte de un hijo, la pareja se separó definitivamente. Sus caracteres no podían avenirse de ningún modo, según se dijo. Chaplin, sin embargo, tuvo la caballerosidad de darle a su ex-esposa la suma de ciento cincuenta mil dólares, que para él en esa época era bastante, pues su fortuna no era lo que es hoy, ni mucho menos. A propósito de esto, es legendaria la largueza de Chaplin con todas aquellas que han tenido que ver algo en su íntima vida amorosa. Esto demuestra que es tierno de corazón y que debe sentirse desgarrado cada vez que estas pasiones tocan a su fin, por mil y una causas internas y externas. Y lo más curioso es que precisamente esos actos suyos tienen más valor cuanto que tiene fama de avaro, y se sabe que en muchas ocasiones ha discutido lleno de furia sobre el gasto de “El Cepillo Rojo” es un indicio que nada tiene de bueno AS encías sangran a menudo. Y lo peor es que sangran sin ocasionar dolor. Más valdría que al sangrar se sintiera un dolor agudo, porque entonces inmediatamente nos preocuparíamos de lo que significa el síntoma del “cepillo rojo” (encías que sangran), precusor de males aún más graves, como la gingivitis, la enfermedad de Vincent y hasta la piorrea, y trataríamos de ponerle remedio. En los tiempos primitivos, nuestros antepasados comían alimentos crudos y duros que les obligaban a ejercitar los dientes y las encías. Pero con los alimentos blandos y cocinados de hoy en día, que apenas masticamos, hemos suprimido por completo la fricción y el ejercicio indispensables para mantener firmes y sanas las encías. La circulación se empobrece, los tejidos se aflojan y aparece lo inevitable: “el cepillo rojo.” Estimúlense las encías con Ipana y masaje Al limpiarse los dientes, dése masaje con Ipana. Los dentistas recomiendan el masaje para dar vida a los tejidos débiles y para activar la circulación dela sangre fresca y nueva en los tejidos. Y aconsejan que se haga el masaje con Ipana, porque Ipana contiene Ziratol, preparación excelente por su eficacia para tonificar y vigorizar las encías débiles. Ipana, además, blanquea los dientes. Tiene un sabor delicioso y refrescante y da a la boca una sensación instantánea de agrado y de limpieza. Pasta Dentífrica [PANA