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The Hotel Chancellor
Todas las piezas dan a la calle y tienen su baño particular. Servicio de garage.
Situado en la esquina de las calles Siete y Berendo, a una cuadra del Hotel Ambassador, y rodeado de hermosas residencias y casas de departamentos, el Hotel Chancellor goza de la envidiable reputación de ser el rendez-vous de la gente de buen gusto. Su servicio es irreprochable. Aunque el proceso no es secreto, es muy difícil de igualar. Es la determinación de satisfacer a nuestros huéspedes, que durante varios años nos ha producido admirables resultados. Si desea Ud. lo mejor de lo mejor, al precio que Ud. gustará pagar, se encontrará satisfecho del Hotel Chancellor. Escriba pidiendo detalles.
HOTEL CHANCELLOR
3191 West Seventh Street
Los Angeles, California
y especialmente por una muchacha con la nariz respingada y ademanes de reina.
Tres hombres la han llevado al altar . ds un simpático actor con quien representó en las tablas; Phil Plant, hombre de sports y millonario, y ahora el Marqués . . . Oh, y también me olvidaba decir que las señales de tormenta entre Gloria y Constance son permanentes. No hay dos mujeres a quienes les guste ser peligrosas del mismo modo. Eso quita el sello de especialidad a su estilo,
Las mismas señales de tormenta existen entre Norma Shearer y Joan Crawford. Cuando va a producirse alguna película, las dos quieren filmarla, y como están en el mismo taller—el Metro-Goldwyn-Mayer— las dos se han convertido en rivales. Es bien sabido que Joan quería la parte en “The Divorcee” . . . pero Norma obtuvo el papel principal. Despueés, Joan se cansó de rogar que la dejaran filmar “Private Lives,” pero Norma le ganó la delantera y obtuvo la parte principal en la película. Naturalmente. Joan atribuye todas estas preferencias al hecho de que Norma Shearer es la esposa de Irving Thalberg, quien a su vez es uno de los jefes de la empresa Metro-GoldwynMayer, y en consecuencia a ella le toca “la tajada más grande en el reparto.” Pero la culpa no es sino del mismo taller por: tener a dos lindas jóvenes igualmente capaces de representar el mismo tipo de heroínas. Norma Shearer y Joan Crawford pertenecen al grupo de la Swanson. Son mujeres deslumbrantes, inteligentes y de experiencia. Pero no son tan peligrosas como la Swanson —excepto en la pantalla—porque carecen de la vivacidad que Gloria tiene en abundancia.
Quizá llene al lector de admiración y le parezca increíble si alguien llama a Janet Gaynor un “tipo peligroso.” Pero así lo es. No hay nada más peligroso y que amenace acabar con el apacible solterío del hombre. como la fragilidad y dulzura femenina. Y Janet tiene de todo eso. La límpida mirada de sus ojos alcanza las cuerdas del corazón masculino. Sus dedos pequeñitos que se cuelgan amorosos y la expresión de seriedad que dan sus labios, hacen que el solterón más empedernido sienta deseos de protegerla con su vida. Su mera pequeñez y apariencia de niñita mueven la caballerosidad del hombre sin fijarse que está patinando sobre hielo muy delgado. Basta un adorable puchero de Janet, y el pobre se hundirá sin dejar trazas ni señales.
Considerándolo seriamente, creo que este es el tipo más peligroso de todos. Janet podría ganarse el corazón del misógino más empedernido. Y por el estilo, Dorothy Jordan, Mary Brian, y Anita Page, si queremos nombrar unas cuantas de las que pertenecen al grupo. Dorothy, por ejemplo, nos da la impresión de una gardenia exquisita, pues es tan suave y sensible. Mary es el sueño realizado de un joven, mientras que Anita hace al hombre sentir deseos de formar un hogar y sueña con Anita y El, sentados junto a la amorosa chimenea. ¡En qué compromisos y peligros ponen al hombre esas niñas que sonríen y al hacerlo muestran encantadores hoyuelos en las mejillas y bailan como doncellas de un sueño de hadas, y se apoyan candorosas como buscando protección en la fuerza masculina, y echan miradas ruborozas a su derredor . .
Lily Damita encabeza la cuarta división. No hay quien la rivalice en vivacidad, alegría de vivir y en la sutileza y astucia en el amor. El hombre alerta y avisado s2 pone en guardia inmediatamente que se encuentra cen la soberbia Lily. Levanta todos sus parapetos de defensa porque instintivamente presiente que en ella ha encontrado un poderoso antagonista. Es igual que lo
mire con miradas lánguidas en una noche de'
luna o que nade
L junto a él en las aguas bañades por el sol.
Muchas veces, Lily teje
“por completo.
involuntariamente la tela de sus hechizo Fué en la playa del Lido dond .
PO : € SE encop. tró con el príncipe Frederich y he
lo. cant: El príncipe es hijo Po Príncipe de la Corona de Alemania A joven muy estudioso. Inmediatamente len de ansia y curiosidad a la realeza de End con motivo de la corte que le hizo a AN Y Lily se estaba volviendo una Verdaden amenaza para la dinastía . . . el PrÍndin llegó hasta seguirla a Hollywood donde actriz declaró que ella y el príncipe seguía siendo “meros amigos.” El joven noble 8 fué a Detroit, a estudiar la manufactura qe automóviles en las plantas de Ford Y cuan. do Lily pasó por la ciudad, a su TEgreSo de Nueva York, el príncipe abordó el tren te la conducía y la compañó hasta Chicago Pero se desarrollaron serias complicacione porque ahí tienen ustedes que Sidney Smith sportsman millonario y el amigo presente de Lily, venía en el mismo tren. William k Vanderbilt, miembro de una de las familias más ricas y aristócratas de los Estados Un: dos, ha caído también presa de los encanta de la Damita. Y a propósito, ¿en qué cn. siste ese encanto, ese especial atractivo que ha resultado devastador de corazones mas. linos? Desafío, queridos lectores, desafio
Son sus ojos los que juegan al juego di amor. Allí reside el poder secreto de |; Damita y en eso consiste el peligro, Exa. tamente en lo mismo que consiste el secre de fascinación de Lupe Vélez y Dolores di Río. En el caso de Lupe, no sería por demás que se instalaran luces rojas, sj de peligro, el instante en que ella entra ey una estancia. ¡Oh, esa Lupe ...! Un voltereta sobre sus talones, el chasquido de sus dedos bajo la nariz de su víctima, y e más formal y juicioso de los hombres caerá de rodillas frente a Lupe.
Y en los ojos de Dolores hay una chisp de picardía. El movimiento casi imperce tible de sus hombros y el modo como baja la cabeza y luego mira hacia arriba a lo ojos del hombre, deberían ponerle en guar: dia y avisarle que su posición es peligros. Y como en el caso de Lily Damita, la so presencia de Dolores es un desafío.
Claro que, al ver a Clara Bow, con es cabeza rojiza como llamaradas de fuego debería ser señal suficiente y prevenir dl
caballero de andarse con cuidado. El pel: gro que presenta Clara es obvio .... ella es primitiva, como los elementos. Está mu
lejos de semejarse a la contenida Garbo o a la elegante Swanson, o a la delicada Gay: nor y la lujuriosa Lily. Clara es en esencí hija de la naturaleza. Sus caprichos $ muy variados y por tanto es mil personas tl una ... y a los hombres les gusta variedal Puede ser la doncella recatada que min lánguidamente a su amado, la alegre much cha callejera a la que no importa nada, h chiquilla hosca y huraña cuya petulancia t atractiva, o la joven de ojos centelleants de ira de miradas candentes como las lle mas. No hay duda alguna—Clara esta tl primera fila de las mujeres peligrosas.
Jean Harlow no está muy lejos de ella.
Jean, la de pelo color latino, ojos inquít tantes y cutis de seda. También es ella de emociones primitivas. No tiene nada de la discreciones que la civilización ha creado Muy bien pudiera haber sido una di blanca en las selvas africanas. Cuando Y encuentra cerca, casi puede oirse el tom-t0I de la selva que agita la sangre en las vel y hace contener la respiración. Tan pel: grosa como una leona—y tan flexible y sinuosa;
Una vez oí a un hombre hablar acerca de Jean. Decía que con seguridad era el pel gro más grande en Hollywood. Y sl en es, cuando menos es uno de los muchos pt! gros.
Y es precisamente por lo peligroso de $