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Cuatro astros que probablemente nunca se volverán a ver juntos en una misma película. De izquierda a derecha: John Barrymore, Wallace Beery, Joan Crawford, y Jean Hersholt. Un cuarteto que no puede sobrepasarse en excelencia
artística.
das sus intrigas, sus altibajos, sus recovecos, sus sorpresas y que culmina en la TRAGEDIA, que es el centro principal de toda la acción, es decir, que el choque de las pasiones y los intereses más o menos legítimos pone en contacto a gente disímil, de diversas nacionalidades y profesiones, y culmina en el CRIMEN,
A obra, por lo tanto es de misterio, de las llamadas de misterio. Si la filmaron igual que la obra escrita, sin duda alguna que gustará al público, como algo nuevo y muy interesante en la esfera de las películas de intriga. Pero la acción en sí creo que no será tan interesante como el comprobar qué tal sale el nuevo experimento de suprimir estrellas, poniendo a las ya conocidas en categoría de meros individuos constitutivos de la masa; del público que acude, anónimo, desconocido, a buscar alojamiento en ese común denominador que es un hotel, de carácter transitorio, contingente, PASAJERO. Greta Garbo será la bailarina rusa Grusinskaya, ídolo de las multitudes, que atraviesa solitaria, con una aureola de esfinge, los corredores del hotel y desaparece tras de una puerta hermética. John Barrymore no «será John Barrymore, sino simplemente
Abajo vemos otra escena de esta película en
que aparecen juntos, cuatro de estos astros.
Puede asegurarse que esta film será un suce
so extraordinario en las pantallas del mundo entero.
el inquietante hombre de mundo, que no le teme a nada, cuya existencia esta llena de aventuras y ci lios, el barón alemán s von Geigen. Lionel, su hermano, representará un infeliz inválido, cuyos días están contados, y que por lo mismo procura sacar a la vida todo lo que ésta pueda aun ofrecerle en emociones insospechadas, hijas de situaciones que irrumpen como luciérnagas en la noche, en esa maraña tejida en las encrucijadas del hotel de una gran urbe. Será Kringelein, en la película. | Pero no es eso todo. Tres estrellas hemos citado. A éstas le siguen otras no menos conspícuas: Joan Crawford, la encantadora y picante Joan, que en el film toma la parte de la taquíigrafa, Flaemchen, (flamita, chispita, en español), que en el mostrador del hotel ve toda la trama de araña; y es envuelta, contra su voluntad, en su intrincada y atrayente red. El gran Wallace Beery toma aquí todas las características de un financiero internacional, bien vestido,
que observa todo, elevando de vez en cuando la vista tras de sus anteojos de arco de oro fino, y que tiene en la comi(va ala página 12)
sura de los labios
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