Cinelandia (July 1932)

LOS CONTRATOS CINESCOS N CONTRATO cinemapl tográfico es el sueño do rado de los miles de entusiastas — y de ilusos — que viven en Hollywood esperando la oportunidad de triunfar. Un contrato significa meses y años durante los cuales se recibe, cada sábado, un suculento cheque en dólares, que cubre todos los gastos por fantásticos que sean y que permite la residencia en Beverly Hills, ser socio del Athletic Club, una casa de playa en Malibú, noches de juerga en los cabarets y la compra del yate y del automóvil que valen miles de dólares. A la distancia, y mediante la exagerada propaganda que se ha hecho a algunos artistas, se cree, sin excepción, que los contratos cinescos representan siempre sumas enormes como POR JOAQUIN DE no se ganan en ninUna escena de la cinta “The guna otra industria, World and the Flesh” (El mun y que perduran por do y la carne) de Paramount, en que veremos a George Bancroft en el rol principal, como siempre, de hombre fornido y largos plazos. Parecería como si cada artista que consigue el ansiado contrato tuviese tiempo, mientras dura, de ahorrar millones. ERO la realidad no es asi. Existen diferencias muy grandes entre las cifras que ganan los ya consagrados y aquellas que consiguen los que comienzan, así como existen diferencias no menos considerables debidas a situaciones especiales, a influencias y a ese factor “Suerte” que entra tanto en el triunfo cinematográfico. Ya es cosa sabida que muchos artistas que se han hecho famosos de la noche a la mañana, estaban ganando sueldos irrisorios, mientras otros, largo tiempo dormidos sobre sus laureles, represen tan a los estudios desembolsos que jamas regresan en las entradas de boletería. A tales anormalidades, que llegaron a constituir la regla casi general en Hollywood, se ha debido la reorganización total de la industria, que ha venido a detener apenas, y en el momento psicológico, una crisis total causada por una casta de privilegiados que habian abarcado los mejores puestos y los mejores sueldos, ya se tratase de productores, supervisores, directores, escritores o astros, que el servir para el cargo que desempeñaban era lo de menos, siempre que cada sábado pudiesen retirar de las arcas 24 vigoroso. repletas de los estudios, sendos: LA HORIA miles de clan Según Conrad Nagel, que en su calidad de miembro de diversas organizaciones artis ticas, gremiales y cientificas de Hollywood ha debido revisar últimamente las listas de pago de todos los estudios, sólo veintitrés artistas de Hollywood cobran sumas realmente extra: ordinarias: el resto posee contratos que les asignan buenos salarios, pero semejantes a los que pueden obtenerse en cualquier otra actividad comercial: o artística. Sin embargo, existen inexplicables contrasentidos. A estar a las últimas informaciones, el contrato de Greta Garbo con los estudios de Metro-Goldwyn-Mayer, que estipulaba siete mil dólares semanales para la “estrella de las estrellas,” acaba de caducar, y la empresa ofreció renovarlo por la suma de diez mil dólares semanales. Greta Garbo solicitó catorce mil y no habiéndose llegado a un acuerdo, va a embarcarse para Suecia dentro de poco. En cambio, Constance Bennett viene ganando desde hace tiempo treinta mil dólares por cada semana que trabaja. Es amargo comparar, pero, en realidad, ¿existe siquiera comparación posible? L comienzo, los contratos cinematográficos son menos suculentos de lo que se supone. Cuando un estu: dio se interesa por un joven o una muchacha que ha (va a la página 417) A la izquierda, la silueta de la hermosa Joan Blondell, de Warner Bros. Loretta Young sigue siendo una de las actrices favoritas del elenco First National. Acaba de hacer “Play Girl,” que ha sido un éxito para esta joven artista.