Cinelandia (July 1932)

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52 ¿Le gustaría tener esta magnífica y exclusiva fotografía del insigne artista JOSE MOJICA tamaño 10x13 pulgadas (25x32V2 centímetros) ¡GRATIS! más las DOS fotografías que ya hemos ofrecido anteriormente? una de GRETA GARBO y una de LUPE VELEZ Si Ud. desea obtener estas 3 bellísimas fotos que le sería imposible adquirir de otra manera, subscríbase a CINELANDIA por dos años y se las enviaremos a vuelta de correo. Estas son fotografías genuinas, autografiadas para nuestros subscriptores por estos artistas. Esta oferta caduca el 31 de julio de 1932 IUADAOELDROGGMAEL LALA CA LT LAEO LEMA LIV NULAO NRO RAN CODON ONU LAN LA NANA CC GROAN RL URRAN ORAR RRA NR NANA n O ana rOaS CINELANDIA 1031 So. Broadway, Los Angeles, Calif., E.U.A. Incluyo cheque bancario (o giro postal) por $2.50, dólares, por cuyo valor me enviarán la subscripción de CINELANDIA por DOS años y las fotografías de José Mojica, Greta Garbo y Lupe Vélez, autografiadas por ellos. CA DUDAS io, Ab IES: q ld co PRE Ed Pi A O AL. EAS ACA RT DO AO E e AI DL A La subscripción debe UBUITADICANIUOOINITUINISRNDU ORAR IRIRANIADIDA iio ra a an las excursiones de viernes-a-lunes es Agua Caliente. Siempre que veo a una estrella bajo una tensión nerviosa y preguntando a su secretario cuánto dinero “contante y sonante” sacó del banco, puedo apostar que va rumbo a Caliente—y a las carreras. Hay servicio de aeroplano para ese lugar pero muchos prefieren ir en autos porque la carretera se extiende, por casi todo el camino, a lo largo del océano. Es un paseo encantador. Se ven más autos finos, y de carrocería especial, en las carreteras del sur que en ninguna otra. En Agua Caliente, México, puede conseguirse el más delicioso cocktail Martini, champagne, o bien, cerveza si eso prefiere el visitante, y todo por la mitad del precio de lo que en Hollywood pagamos al bootlegger. Así es que ya el lector puede imaginarse el por qué de la fama de ese lugar de recreo y por qué lo visitan los grandiosos y los casi-grandiosos, La primera visión que uno se forja en la mente cuando se recuerda la bonita ciudad mexicana, es: mujeres hermosas, con trajes exquisitos y luciendo ramilletes de orquídeas —ídolos de la pantalla rodeando la mesa donde está la ruleta y haciendo la corte a la reina Fortuna; el perfume intrigante y delicioso que se extiende por la atmósfera cuando las estrellas se quitan sus abrigos. Y en las carreras puede vérseles en elegantes trajes de sport, siguiendo los caballos con interés con los ojos pegados a los gemelos. Parece extraño ver a la siempre compuesta y refinada Constance Bennett brincando de alegría y agitando las manos excitada, cuando su caballo logra ganar la carrera. Sylvia Sidney no brinca; todo lo que hace es cogerse de la baranda, tan fuerte, que los nudillos de sus dedos se vuelven blancos. El último fin de semana la vi en Agua Caliente, acompañada de un joven autor bien parecido. Sylvia, por lo general, no se acompaña de actores. A Helen Twelvetrees le sucedió un curioso acontecimiento. Lo que viene a demostrar lo perverso que puede ser la suerte. El sábado por la noche perdió, perdió, y PERDIO jugando al black jack. Casi con las lágrimas en los ojos se volvió a su esposo, Frank Woody, diciendo: “Vente, vamos a bailar, Si me estoy aquí jugando un poco más, mañana no tendremos casa .. .” y se fueron a bailar. Al día siguiente hizo una apuesta loca a un caballo negro. Una de esas apuestas de uno contra diez. Quizá el caballo tuvo compasión de Helen, el caso es que, con gran sorpresa de todos, ganó la carrera. Por poco pierde Helen la voz gritando de alegría. Recuperó todas las pérdidas de la noche anterior y ganó además lo suficiente para construir una cancha de tennis en los terrenos donde construyó su nueva casa. El lunes por la mañana estaba tan contenta cuando llegó a trabajar al estudio, que no dejó de cantar hasta que llegó al set, El director le informó que había cambiado todos los planes hechos para ese día y que había decidido filmar la escena más emocionante de la película donde Helen tenía que llorar. ¡Mire used lo que es la suerte! Otro lugar muy popular entre la gente de Hollywood es el hotel Biltmore, en Santa Barbara, donde se citan muchas estrellas. Es un hotel imponente y muy elegante—uno de los pocos lugares donde las esrellas pueden usar trajes de larga cola y trajes para té, importados de Europa, sin sentirse fuera de lugar ni muy emperifolladas. Y a pesar de toda esta magnificencia, muchas aparecen sin traje de etiqueta. Recuerdo con especialidad: un fin de semana en que Lowell Sherman trajo a Jack Rubin, el escritor, en una carretilla de albañil, y vestido con pajamas. Se fueron por los jardines y algu Xx CINELANDIA, JULIO, 19y nas señoronas de la sociedad de Nuey York, al verlos pasar, alzaron sus imperj nentes diciendo ¡Qué extraño! Irene Dunne y Thelma Todd son frecue tes visitantes al famoso hotel en Santa Bay bara. Bob Montgomery lleva con frecuer. cia a su team de polo. Debe usted saber qu Bob es uno de los mejores jugadores de h colonia cinematográfica. 3 Así es que siempre que se note la ausen cia de una estrella en Hollywood, a fin y; semana, ya sabemos de muchos lugares don de “pueden” estar. Lugares donde ellos esta seguros de poder divertirse. Y todo lo qu nosotros podemos hacer si queremos entre vistarnos con ellos, es aguardar con pacien cia su regreso el lunes por la mañana Bob Montgomery es un jugador de polo de los más entusiastas de la colonia cine lándica. Aquí lo vemos montado en su corcel favorito. CHISMES Y... (viene de la página 11) espectadores porque fué su suerte que se li encomendara un papel de esos que “caen tl gracia.” Lo más probable es que si el artista secun dario se viese en el rol del estrella, su fra caso sería rotundo. Pero esto no obsta par que sigan los arrebatos de honores. Lo cual quizá de la razón a Eisensteil que acaba de asegurarle a los productoré norteamericanos, que el sistema estelar di los estudios hollywoodenses es culpable di la situación angustiosa en que se encuentr la industria-arte. —El argumento y la dirección es lo prin cipal —dijo el gran director ruso en un bar quete de despedida que diera en Nueva Yoll en la víspera de su embarque de regreso! su patria. YERON ustedes el cuento de una bell joven, víctima de amnesia, que al tt cobrar la memoria en un hospital de Sal Francisco, con sesenta pesos en el bolsillo recordó que al salir de su casa en Los A5 geles, el día antes, sólo tenía cincuenta pesos! Un amigo nuestro sugiere que tal vez hs lla pasado por Hollywood .... STEDES recuerdan, por supuesto, ! Reri, la chica mestiza de las Islas Mar quesas que causara tanta sensación en “T4 bú.” Como también recordarán, Reri estuW