Cinelandia (November 1932)

(INELANDIA, NOVIEMBRE, 1932 pueva personalidad y con más desenvoltura y más bríos que nunca. q Janet Gaynor fué coronada reina la noche memorable del estreno del “Séptimo elo” Nadie le ha arrebatado ese título desde entonces. Ni la famosa Elissa Landi, descendiente verdadera de la realeza. Ahora hay una guerra emprendida en la Fox para vitarle la corona. Las más encarnizadas enemigas de la soberana son Sally Eilers, Marian Nixon, y Joan' Bennett, hermana de Constance. Otra posibilidad de la pérdida del trono, en lo que a la Fox se refiere, son los cimbalos y trompetas lejanos que anun cian la vuelta estrepitosa de Clara Bow, que otrora fuera soberana absoluta de la Paramount. Esto se vió claro recientemente cuando se leiba a dar el papel principal en la película “El primer año” a Sally Eilers, y Janet exigió, por derecho propio, que se le adjudicara a ella retirándose Sally despechada y triste a Nueva York por haber perdido quizá la gran oportunidad de quitarle el cetro a Janet. En la Warner-First National Ruth Chatterton es la reina, por supuesto. Ella es quien ocupa el “bungalow” real” y quien manda con omnímodo poder sobre directores, argumentistas y actores. Y no obstante ello, noes a Barbara Stanwyck a quien tiene que temer por ser la rival más cercana, sino a la lindísima Ann Dvorak. Ella misma habrá discernido ya que Ann tiene además de la juventud y belleza, el talento y el fuego de una auténtica actriz dramática. La Universal ha tenido sus reinas: Priscilla Dean, Mary Philbin, Genevieve Tobin, pero en estos momentos el trono está vacío, aun cuando se dice que Laemle hijo está preparando a Tala Birell para que se ciña la diadema real. Tal vez una desconocida como es Gloria Stuart, sea quien suba, si se le da un impulso bueno desde ahora. La batalla está empeñada. ¿Quién ganará? El público, más que ningún factor, será como siempre el que decida con su plebiscito. ANITA PAGE (viene de la página 18) le acontezca nada desagradable en este mundo tan heterogéneo y peligroso. Eso es todo. Anita no ha tenido grandes amores, esas tempestades emocionales que desempeñan papel tan importante en el mundo del cine. Ella misma declara que “se enamorará cuando le llegue su hora, cuando sea algo serio y duradero.” No está por esas aventuras ligeras y vulgares que pasan siempre pero dejando huellas dolorosas.” A pesar de ser hasta ahora cuando parece vislumbrar el estrellato, Anita es una de las heroínas más populares del cine. Es la tercera de la M-G-M, en lo que se refiere al correo, que recibe de admiradores y fanáticos. Sin embargo, hay casos como este que desconciertan al más pintado. Cuando se trató de darle un papel en la película “Mujer pelirroja” se le hicieron doscientas pruebas, y no obstante estar satisfechos todos los funcionarios del estudio con su brillantez y talento, le dieron el papel a Jean Harlow. Ánita no es como las demás mujeres que se “creen algo” en el cine. No protesta cuando le dan un sombrero, un traje, etc., que no le quede bien. Si le quitan un papel lo acepta sin chistar. Ni grita ni pelea. Se somete. Eso puede haberle restado simpatías y Oportunidades pues parece mentira pero el yanqui gusta de aquel que se rebela y pelea sus derechos.” En los papelitos que le han dado, Anita demostraba su disgusto a ojos vistas, pero disciplinada y paciente los interpretaba lo mejor que podía. Ahora sus interpretaciones en “War Nurse,” en “Are You Listening?” y “Prosperity,” la han puesto en el lugar que se merecía. Ahora sí estará contenta. Ahora estarán satisfechos y orgullosos los funcionarios del estudio de esta incógnita que han mantenido celosamente tantos años—tal vez como un experimento—dándole una publicidad como pocas artistas han tenido, y un sueldo bastante satisfactorio, con poco trabajo y poca responsabilidad. derechos—o lo que cree MATRIMONIOS ... (viene de la página 13) mismo—y dicho y hecho, se marcha. Tan sencillo así es. Y al siguiente día puede, de un modo casual, llamar a su esposa por teléfono y pedirle una cita para cenar esa noche, como si nada hubiera pasado. Mientras que, si los dos tienen que “pagar la misma cuenta del lavandero,” los disgustos generalmente llegan a su mayor grado de acaloramiento cuando uno de los dos exclama de modo dramático: ¡Terminemos de una vez por todas! Y así es en efecto— terminan ante la corte de divorcios. No que un disgusto haya quebrado el matrimonio Foster. No, fué el contrato con la Paramount lo que lo rompió. Claudette tuvo que venir a Hollywood y Norman se quedó llorando su pena ante las luces del escenario, y lo hizo tan bien que Claudette decidió dejarlo todo e irse con él a recorrer el mundo. Y desaparecer por seis largos meses en el momento preciso en que el futuro sonreía tentador para los dos, eso es una cosa para la que se necesita valor. Fué un sacrificio en honor de su amor. Sólo hubo una condición que puso Claudette. Norman no puede llevar su máquina de escribir. No tenía ella la menor intención de dejar que esa negra v circunspecta portátil fuera su rival durante el viaje y la robase de la compañía de Norman por largas horas. Porque deben ustedes saber que Norman es no sólo actor sino escritor. Su libro “Savage Rhythm” ganó comentarios favorables de los críticos la estación pasada; y también ha escrito algunos argumentos cinematográficos. Todo habría ido a las mil maravillas si no hubiera sido que Claudette encontró un lugar apartado y escondido en cubierta y ahí se perdió en la lectura de un sinnúmero de libros . . . mientras Norman pensaba con tristeza en las mil y una ideas que él podía haber escrito con ayuda de su máquina. Como todos los escritores que se acostumbran al ruido de las teclas de la máquina, él pierde las ideas cuando trata de escribirlas a mano. ¡Sólo otra preocupación más para Cupido! Cuando regresaron, la suerte perversa envió a Claudette al estudio que Paramount tiene en Long Island y dejó a Norman en Hollywood. Después de inolvidables noches de luna en los mares tropicales, y después de haber hecho juntos excursiones por templos chinos impregnados con aroma de incienso, la separación era la tragedia más negra que podía sucederles. Las semanas pasaban y se convertían en meses, y los meses crecieron hasta convertirse en medio año y entonces comenzaron a desesperarse. “Encuéntrame en Chicago,” telegrafió Norman a su esposa. Ahí pasaron tres días de 49 “Sus: A cÁntes de empol varse Aplíquese suavemente sobre la tez un poco de Crema de miel y almendras Hinds. Hace que el polvo adhiera bien y parejo durante muchas horas. Presta al rostro un encanto singular y duradero, ¡y da notable protección al cutis! CREMA de miel y almendras HINDS