Cinelandia (December 1932)

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Sirvanse enviarme absolutamente GRATIS y sin obligación de mi parte, su catálogo ilustrado del Curso de RADIO por correspondencia. eocorprrossrccoscscsrsssssos DADALDADA OACI A AAA. vedad le pidió una disculpa y accedió a extender el crédito a su padre por seis meses más, Fué a entrevistar a todos los acreedores y con su valor y fuerza de voluntad por única arma, los obligó a todos a aceptar el mismo plan. Su batalla había apenas comenzado. Había logrado salvar a su padre de la deshonra que lo amenazaba, pero eso era sólo por seis meses—ahora le tocaba a ella conseguir el dinero. Para su alegría, la suerte la favoreció. No podían haberle dado a mejor tiempo una parte importante en una pieza teatral. En las horas libres bailaba en un elegante casino de moda. Por las noches, después de la función teatral, regresaba al casino y bailaba hasta las tres de la mañana. Semejantes horas de trabajo eran suficientes para robarle su vitalidad a cualquiera, pero ella se había propuesto “obtener ese dinero.” Marlene había dejado a un lado todos sus gustos, sus diversiones de joven, sus trajes de moda. Para ahorrar los gastos del tren eléctrico, iba y venía a pie al teatro. Algunas veces otras campañeras de trabajo se reían de esta chica modesta y callada que estaba haciendo tan buen trabajo. —Es una avara—y con esto se reían— ¿Por qué no se compra un vestido decente? ¿Qué no creerá en diversiones? Por supuesto que ellas no entendían. ¿Cómo podían entender? Marlene deseaba de todo corazón poder divertirse: ir a las montañas en excursiones con un grupo de gente joven y alegre, bailar por el gusto de hacerlo y no por paga. Sólo ella puede imaginar lo que sufrió durante esos meses; pero al final de los seis meses de cuidados y ansiedades la joven había reunido el dinero suficiente para salvar el buen nombre de su padre. Allí tenemos también a Joan Blondell. Alegre, vivaracha, con sus modales modernos y espíritu vivaz. ¿Quién creería, al verla en “Make me a star” y en otras películas, que CINELANDIA, DICIEMBRE, 1932 pasó un período tan tormentoso que todavía se estremece cuando de él se acuerda? Joan vivía en Nueva York y estaba ayudando al sostenimiento de su familia y al mismo tiempo tratando de avanzar en su carrera teatral. No era tarea fácil. El trabajo en las tablas era escaso y el dinero aun más escaso. Así es que Joan se avalanzó a la oportunidad de unirse a un grupo dramático, bien conocido, que iba en jira alrededor del mundo. —¡Cómo no, madre! ¡No podía ser mejor!—le dijo entusiasmada a la autora de sus días!—¡Imagínate que conoceré todos los países y además me pagarán por ello.—Pero si hubiera tenido la menor idea al tiempo que salió el vapor del muelle, de lo que la esperaba, me imagino que habría preferido tirarse al agua ... Todo caminó a pedir de boca hasta que la compañía llegó a China. Joan envió a su casa las tres cuartas partes de su pago y se quedó con el resto—poniéndolo, para mayor seguridad, en el fondo de su baúl. En Pekin contrajo una fiebre que la tuvo en cama por semanas. Naturalmente que la compañía tuvo que irse sin ella, Cuando por fin arregló unirse en el Japón a su compañía, la Joan que se levantó después de la fiebre era una joven débil y tambaleante. Compró su billete y envió el baúl a la estación. Le tomó horas para llegar a la estación a pesar de no estar lejos del hotel barato en que se había hospedado. A cada momento tenía que detenerse a tomar respiración, la que perdió por completo al llegar a la estación: ¡el edificio era una masa en llamas! ... y su baúl con todo el dinero que poseía estaba allí, en algún lugar, en medio de las llamas. Se paró allí a contemplar cómo devoraba el fuego sin misericordia todo lo que tenía en el mundo. Lágrimas de desesperación y debilidad rodaban por sus mejillas. Logró llegar al Japón aunque no pudo comprar alimentos durante el tiempo que duró el viaje. Al llegar al Japón la esperaba otra desilusión: la compañía había salido para Austra Elissa Landi, artista de la Fox en la película “El signo de la cruz,” de Paramount, donde hace uno de los papeles más importantes. Vemos aquí a Elissa rodeada de una turbamulta que tememos por su vida. Este film promete traer a la pantalla hablada la gloria que fué cuando gozamos de aquellos espectáculos inolvidables de Griffith, De Mille, y sus contemporáneos.