Cinelandia (January 1934)

editoriales llamamos la atención a una película (Be Mine Tonight) que, libre de toda malsana idea o acción, llegó a entusiasmar al público de tal manera que sus exhibidores (la empresa Universal) han estado cosechando una fortuna respetable. Este ejemplo de sinceridad y buen gusto estético en una película, tan contrario a la Ne hace mucho que en uno de nuestros CINELZ POR JUAN J. MORENO Director acogido con un júbilo espontáneo y sincero, como si fueran meros chiquillos, esa cinta que nos muestra las aventuras de “tres cochinillos y su común enemigo, el lobo, grande y malo.” ¿Qué dicen los señores productores de Hollywood ante este ejemplo incontestable de un film que ni es del largo establecido de ocho o más rollos; que no tiene nombres célebres de estrellas; que no contiene pro opinión de los “entendidos productores”? hollywoodenses—<que creen que el público sólo quiere temas sexuales y de “gangsterismo”—ha sido repetido por otra cinta que está causando gran sensación en este país, y que a los escasos dos meses de su introducción, ha producido más de un millón y medio de utilidades. | Nos referimos a una cinta de dos rollos: ““The Three Little Pigs” (Los tres cochinillos), un producto de la inspiración artística de ese mago del dibujo a pluma, Walt Disney, creador de Mickey Mouse. “Los tres cochinillos” están causando un furor extraordinario en todos los Estados Unidos. Sus cancioncillas son cantadas, silbadas o tarareadas, por grandes y blemas sexuales intrincados; que no contiene diálogo ordinario y de mal gusto; en que el vicio es ignorado por completo, y que sin embargo posee esa intangible y sincera cualidad de subyugar a todos los públicos, incluso el llamado cosmopolita de los grandes centros de población urbana? ¿Servirá este último éxito de la industria fílmica para hacerles cambiar su opinión de que se necesita ser sucio para hacer películas productivas? Y dicho sea de paso, los “tres cochinillos”” han sido adoptados permanentemente por los estudios Walt Disney como una adición a la “familia” de figuras animadas de quien ha sido cabeza hasta ahora, la pareja Mickey y Minnie Mouse, los chicos, y sus chascarrillos inocentes y de un humor irresistible, son repetidos por todos los habitantes de esta tierra. : LO más curioso es que las aventuras de estos tres cerditos, basadas en una fábula más vieja que Maricastaña, han sido acogidas tan calurosamente por las gentes altamente cosmopolitas, como por los aldeanos más ingenuos de los villorrios y aldeas. Ese público cosmopolita y cínico de Nueva York, que según los “entendidos productores” de Hollywood demanda películas “modernas,”” palabra que encie rra un mundo de pensamientos viciosos. y groseros—ese público, repetimos, ha C autos Una sugestión al Sr. Walt Disney, productor de Mickey Mouse y Three Little Pigs. Ya que ha decidido seguir haciendo una serie de películas basadas en las aventuras de estos tres cerditos, ¿por qué no llamarlos “The three porketeers”? y nombrarlos individualmente: “Fattos,” “Porkos” y “Salamis”? Solo quedaría buscarles un camarada que se llamara * D'Artagnan o cosa parecida. y orko ; G ES Le > AP, e Ss e Ro 1) ) A q ¿ o e, y HA A tr ee Vorkheteers dos ratoncitos famosos. L éxito de Mae West, la corpulenta actriz de Paramount, en su primer film “She Done Him Wrong,” es objeto de variados comentarios por parte de los observadores, alegando unos a favor y otros en contra de. una recepción favorable continuada, en películas sucesivas. Nuestra opinión es que Mae West introdujo un carácter de una época que los papás y mamás habían casi olvidado y que a los hijos resultó ser una interesante novedad. La heroína de “She Done Him Wrong” se escapó de un álbum de daguerrotipos, y su (va a la página 52) Salamis