We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.
Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.
AS mismas trompetas de la fama que hace tres años rasgaron el
aire anunciando el triunfo de Marlene Dietrich, suenan ahora para otra europea, mejor conocida de lo que era Marlene Dietrich antes de pisar tierra americana. Anna Sten, cuyo nombre y cuya figura han estado ausentes de las pantallas por casi dos años, reaparece en ellas como es: trella de Artistas Unidos, interpretando a la heroína de Zola, “Nana.”
ODA la habili
dad de Hollywood para envolver a una figura humana en las nubes de la publicidad, del anuncio y de la ré clame, se concentran a su alderredor ciñéndola con el mismo halo luminoso e inquietante con que fué presentada al mundo Miss Dietrich. Cierto que ésta era casi una desconocida, pues en pocos paises se había exhibido ya “El ángel azul,” su primera cinta de éxito, mientras que Anna Sten, a través de sus películas con Jannings, de su caracterización en “El crimen de Dmitri Karamazoff,”
de sus otras cintas para UFA, etc., es popu
lar y es estimada, especialmente en Europa y América del Sur. Pero su ausencia prolongada da a su reaparición ciertas características del surgir de Marlene Dietrich.
La película “Nana” se ha estrenado en
LA CARA EN LA PORTADA
6
POR JOSE QUIROZ BUSTAMANTE
el Teatro United Artists, de Los Angeles. La cinta, vista previamente por los críticos, ha merecido elogios aun cuando no tantos para justifi| car el millón de dólares que cuesta. Pero la actuación de Anna Sten le asegura una firme posición entre las! Garbos, las Shearer, las Crawford, las. Dietrich, etc. Pronto, sobre el pavimento del Teatro Chino, que guarda celoso las huellas de tantos pies célebres, se ostentará la huella de los pies pequeñitos y sedeños de An| na Sten. Su nombre quedará grabado entre el de Jean Harlow, que fué el últi-* mo en inscribirse en $ ese libro azul del cine, y el de Tom Mix, uno de sus| antiguos registrites.
OLO una breve. noticia dieron
los periódicos, hace dos años, de la llegada a Hollywood de Anna StedW Desde entonces su| vida se deslizó oscura y ca-| llada. No concedió entrevistas, ni autografió fotografías | para los diarios, ni dió pábu| lo a los escándalos. En una pequeña, pero encantadora casita, situada en Iris] Circle, a la falda de una colina que se| para a Hollywood de Universal City y | de Burbank-Warner Bros., vivió dedicada a' estudiar inglés. La acompañaba su esposo. que apenas podía darse a entender en la. lengua de Shakespeare y a quien sin embargo ella envidiaba por su dominio del inglés. Un hijito de ambos (va a la página 56) |
e!