Cinelandia (May 1934)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

AS cintas musicales han vuelto, definitivamente. Desechadas por el público en 1930, por lo que podríamos llamar “abuso sonoro,” la pantalla parlante concretose casi exclusivamente, durante varios años, a darnos diálogo y más diálogo. Pero tarde o temprano la música tenía que volver a utilizar la pantalla como vehículo de popularización y todo consistía en producir obras de presentación ingeniosa que tuviesen las características de la farsa musical y que contarían, en el cine, con posibilidades de grandiosidad escénica que el teatro no puede dar a obra alguna. Después de medio año de tentativas musicales cinematográficas, algunas de ellas de un éxito definitivo, los productores de Hollywood han llegado a la conclusión de que no hay vehículo mejor que la pantalla, para una opereta o una revista musical y que el público, a pesar de las transformaciones que en gustos y tendencias producen los años, sigue interesándose por el tema melodioso acompañado de una presentación plástica de gran efecto. “Todo consiste, naturalmente, en colocar esa música en el ambiente de grandiosidad de decorados y de intérpretes que es posible pedir al cine moderno. Y se ha comprobado también que la popularización que una 10 Esta revista musical, extraordinaria, producción de los estudios RKO, posee una gran atracción para nuestros paises de América, especialmente, Brasil. Arriba, a la izquierda, vemos a Dolores del Río y Gene Raymond, en una pose de su actuación en la película “Flying Down to Rio,” de RKO. En el círculo, Raul Roulien se ve confrontado por el hecho de que su novia y su mejor amigo se han enamorado perdidamente. Abajo, una escena del baile La Carioca, cuya alegre música ha trastornado la calma pacífica de los fanáticos del cinema.