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Las coristas del film musical “Hips, Hips, Hooray,” de RKO, no pueden resistir los encantos físicos de Wheeler y Woolsey, sobre todo cuando esto les permite posar ante la cámara en una forma calculada a interesar a los lectores de CINELANDIA.
York, le valió un contrato con la Fox, con la que ya ha hecho varias películas, entre las que recordamos: “Life in the Raw,” “The Mad Game” y “Jimmy y Sally.” Claire es una actriz de una naturalidad asombrosa. Cuando se la ve en la pantalla, no da la idea de estar actuando, sino que lleva al expectador una perfecta impresión de que lo que ve y oye es un pedazo de vida real.
ROSEMARY AMES. Estudió Arte Escénico en la famosa escuela de Walter Hartwig, en New Hampshire y, terminados sus estudios, embarcó para Londres donde continuó estudiando en la Real Academia de Arte Dramático. Antes de terminar sus estudios allí, hizo un papel de importancia en la obra “Late Night Final,” y trabajó después, como primera actriz, en “See Naples and Die” y “The Homeliness of Baker Street..”
Al volver a los Estados Unidos, precedida por la fama que ganó en la escena londinense, entró a formar parte de la compañía Fox. Ha hecho una película cuyo título es “I Believed in You.” Actualmente está haciendo su segunda película, titulada “Poo Many Women.”
DRUE LEYTON. Nació en Guadalajara, Méjico, de padres norteamericanos, y allí permaneció hasta los quince años, cerca de las minas de que su padre era Ingeniero Jefe. Fué a París y estudió en la universalmente célebre Universidad de la Sor
bonne. Trabajó por primera vez en París, en una comedia francesa, interpretada por los estudiantes de la conocida institución de enseñanza. Ha trabajado en casi todas las ciudades de importancia de los Estados Unidos.
Entre sus mayores éxitos en la escena recordamos: “We Are No Longer Children,” “A Trip to Pressburg” y “Dark “Tower.” Actualmente toma parte en una película que se está filmando con Janet Gaynor y Charles Farrell. y
Este año, por consiguiente, hay veinticuatro “Baby Stars,” veinticuatro muchachas que aspiran a los honores de “estrella.” ¿Cuántas de esas veinticuatro verán realizado su propósito? ¿Llegará alguna de ellas a alcanzar la fama de Greta Garbo, Marlene Dietrich, o Katharine Hepburn? ¿A cuantas de ellas veremos todavía en la pantalla después de varios años?
CINELANDIA desearía que todas ellas, : las veinticuatro!, fuesen “estrellas” muy pronto y que brillasen con propio esplendor en el cielo de Hollywood durante muchos años. Pero estamos convencidos de que esto no es posible, de que antes de que nos demos cuenta de ello, las veinticuatro se habrán reducido a la mitad, o a la cuarta parte . . . ¡o a menos todavía. . . . ¡Sólo quedarán las que verdaderamente tengan madera de artistas y lleven en su corazón el sagrado espíritu de la constante renovación!
CINELANDIA, JULIO,
EL'CINE EN >:
(viene de la página 36)
rrupción en ésta, sino también para conservar el original. Si se carece de un humedecedor especial para película, bastará mojar uno o dos trozos de papel secante, escurrirles el agua y meterlos después en la caja que contenga la película. Un rollo reseco tiene tendencia a romperse y no “circula” con la misma soltura que uno fresco . . . o refrescado como se indica,
Otro pequeño-gran detalle. A veces la película muestra señales de dedos, manchas debidas a la manipulación, etc. De no limpiarlas antes de la función, esas. “intrusas” causan en la pantalla defectos que uno puede atribuir a la proyección y el “respetable” a la película original . . . y de pequeñas causas, grandes efectos . . . o defectos.
Y otro tanto se puede decir del objetivo
del proyector y de la bombilla. Para proyección limpia, nítida, éstos deben estar limpios. El objetivo debe limpiarse con un
paño suave o un pañuelo que no sea nuevo, es decir, uno que haya sido lavado varias veces.
De vez en cuando hay que aceitar el proyector, como toda máquina. Para ello hay que usar el aceite especial recomendado por el fabricante y aceitar solamente los puntos