Cinelandia (August 1934)

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-Las difusoras de radio han aportado muy buenos elementos artísticos al cine, llegando algunos Warner Baxter y Madge Evans forman una simpá elementos al cine. La mayoría de ellos han tenido la honradez artística de no de ellos al estrellato. abandonar por completo los salones de do piesta las difusoras y de volver a ellos de vez foto del fin en cuando a reanudar su contacto, si asi “Stand. Up and puede llamarse el que tienen con su púCheer, a la blico de entusiastas escuchas, sin dejar por eso de reconocer las mayores ventajas pecuniarias y de popularización que el cine les ofrece. Y es cierto también que muchos artistas de la pantalla han utilizado y siguen utilizando la radio como un medio muy práctico de dirigirse al público, de vez en cuando, en forma más directa, ya que en sus películas están circunscritos al asunto del libreto. EMANALMENTE, los más famosos astros y estrellas de la pantalla hablan desde Hollywood a todos los rincones de los Estados Unidos, ya sea saludando al público o respondiendo a las preguntas de una entrevista con algún periodista de nota. Los resultados de tales trasmisiones los advierten los estudios en los miles de cartas que llegan después, comentando agradecidos el programa realizado. Pero es indudable que los artistas de más fama a quienes la radio ha consagrado, han venido a encontrar en la pantalla no sólo una retribución pecuniaria espléndida, sino un medio más definitivo de lucir sus cualidades artísticas o interpretativas. Por otra parte, las estrellas del cinema utilizan la radio como excelente propaganda. En la radio, los programas—que permiten pagar sumas realmente fabulosas a los artistas—están basados en una propaganda comercial que, aunque hecha disimulada y sobriamente, es inevitable, mientras en el cine el artista trabaja libre de toda traba o exigencia comercial. Los cantantes han sido aquellos que en mayor número han invadido la pantalla, muchos de ellos con éxito definitivo. Los llamados crooners han venido desfilando por los estudios en películas de valor muy relativo, casi siempre farsas musicales destinadas a servir de pretexto para algunas composiciones musicales agradables. Pero en (va a la página 55) 13