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GRIPE o
0 resfriados con sus peligrosas complicaciones.
A penas sienta los primeros síntomas, como escalofrío, estornudos y dolor de cabeza, tómese dos tabletas del efectivo Laxativo Bromo Quinina Grove que mata y elimina los germenes del mal, alivia el dolor de cabeza y tonifica el organismo. Este remedio también se ofrece ahora en el nuevo empaque “El Sobrecito”, al alcance de todos.
6. Wi Irevis
BROMO
LAXATIVO
No más llanto
para sus
NENES
No es prudente ignorar el llanto de las criaturas. Una criatura normal no llora sin motivo. Este generalmente es algún malestar que entorpece la digestión. Evacuación infrecuente de los intestinos puede causar graves enfermedades. También agruras, flatulencias, cólico, desarreglos de la dentición, etc. Madres prudentes emplean el Jarabe Calmante de la Señora Winslow, famoso por 80 años como un: laxante ideal. Su uso ha salvado muchas vidas. Puramente vegetal, sin drogas nocivas. Todas las buenas farmacias lo venden.
Jarabe Calmante de la Sra. Winslow
(No acepte sino el legítimo)
QUININA
CINELANDIA, OCTUBRE, 1934
“MADAME DU BARRY”
(viene de la página 15)
Marie Jeanne Becu, ahora Madame Du Barry nueva amante de Luis XV, provocó malignos comentarios. La Duquesa de Grammont, ayudada por su hermano el Duque de Choiseul, comenzó una serie de intrigas. Entre tanto. Madame DuBarry hacía una vida de lujo sin precedentes. Luis XV, que estaba perdidamente enamorado de ella, no hacía hincapié en nada: si quería joyas, vestidos, títulos o posesiones, se los daba. Hasta sus más mínimos caprichos eran satisfechos. Tal comportamiento comenzó a provocar críticas en la corte y luego en el reino. Y_no era para menos. Un día se le ocurrió a Madame DuBarry dar un paseo en trineo por los boulevares de Paris, en pleno verano, debiendo utilizarse todo el azúcar que existía en la capital del reino para dar el aspecto de nieve y satisfacer a la vez sus deseos. En más de una ocasión le dijo el Rey:
—Bastante oro le estás costando a Francia E Pero no importa... Du lo. mereces . . . Me has hecho olvidar que estoy poniéndome viejo ....
Las intrigas de la Duquesa de Grammont no cesaban. Entre tanto, Madame DuBarry, enterada de los planes de aquella, obtuvo la palabra de Luis XV de ser presenteada en la Corte. Y allí mismo, en el despacho de Su Majestad, y en presencia de éste, le dijo al Duque de Choiseul que le comunicara a su hermana que sus intrigas no iban a tener éxito.
La Duquesa de Grammont, enterada del propósito de Madame DuBarry, se entrevistó con las hijas de Su Majestad, obteniendo la palabra de éstas de que harían todo lo que estuviese de su parte para impedir la presentación de la favorita de Luis XV.
Aquella noche se celebró en el palacio de Versalles la gran recepción. Toda la nobleza se había reunido y esperaba con morbosa curiosidad ver a la amante de Su Majestad. Llegó la hora de las presentaciones pero Madame DuBarry no aparecía. El Rey estaba visiblemente preocupado. El Duque de
Choiseul y su hermana sonreían malignamente. ¡Era imposible que Madame DuBarry se presentase! Y ante la sorpresa de todos, después de la media noche, entraba aquella inesperadamente, vestida con un sencillo traje blanco. Hubo un silencio profundo. En ese instante el Duque d'Aiguillon, uno de los Ministros de Luis XV, se acercó cortésmente a ella, y extendiéndole un brazo la llevó hasta el trono. Durante la recepción, recibió el Delfín un mensaje secreto. Acercóse hasta su abuelo y tartamudeando, le dijo:
—María Antonieta viaja en estos momentos hacia Francia . ...
Luis XV ordenó en el acto que se hiciesen los preparativos para recibirla. Y como era ya tarde, decidió retirarse, acompañado de su amante. Mientras caminaban por la enorme sala, rodeada de nobles, el Rey le dijo a Madame DuBarry en tono de sorpresa:
—Jeanne, no recuerdo haber visto ese vestido anteriormente.
Madame DuBarry asintió con la cabeza, lanzando una sonora carcajada:
—Poco temía que lo reconocieras, querido Luis... . Es mi camisa de dormir.
Madame DuBarry había jurado vengarse del Primer Ministro. Una noche lo citó a sus habitaciones. Luego de conversar un momento con él, y con el deseo de llamar la atención de Su Majestad, comenzó a gritar, pretendiendo abuso de parte del Duque de Choiseul. Al descubrirlo Luis XV, lo hizo arrestar, pidiéndole además su renuncia. Con esto, a más de satisfacer una venganza personal, evitó la declaración de guerra a Inglaterra, preparada por aquel, cosa
“que más tarde fué considerada como un
magistral golpe de diplomacia.
Al día siguiente, el Rey, acompañado de Madame DuBarry, sus hijas, el Delfín, y algunos mienbros de su Corte, se dirigían a la frontera a dar la bienvenida a la hija de María Teresa, Reina de Austria. El encuentro fué frío. María Antonieta rehusó
Con sus propias manos, el Rey sirve a Du Barry las más apetecibles golosinas que es posible obtener.