Cinelandia (January 1935)

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escribió el diálogo, y el direc! que dió forma artística a una i bien concebida. De este últi es de quien quiero ocuparme hi A N Hollywood hay no mel de quinientos directores q rotativamente, trabajan en los es dios más importantes. Algun están bajo contrato y dirigen filmación de dos, cuatro y has seis películas al año. Otros 1 aceptan amarra alguna y van, sea a un taller u otro, tomando su cargo aquellas cintas cuyos t mas se avienen más con sus fac tades. Y hay algunos pocos privil giados para los cuales los estudi buscan temas especiales apropiad a sus temperamentos. Es decir, | películas se preparan para ell comenzándose por el tema y: guiéndose por los intérpretes. Í este caso están apenas cuatro cinco, tales como Cecil B. de Mill (va ala página] L público va al cine a ver sus artistas favoritos o la reproducción cinematográfica de temas que ya conoce a través de la novela o el teatro. El nombre de la estrella o del astro es, casi siempre, la atracción mayor. La marca del estudio productor suele también influir. Hay empresas que parecen irradiar prestigio sobre sus películas y el público va a verlas aunque salga decepcionado más de una vez. Pero es escaso el espectador para quien el nombre del director de la pelicula es la principal atracción. Más aún: sería difícil encontrar entre cien espectadores más de una docena que hubiesen retenido en sus memorias el nombre de algunos de los directores de las películas que han visto. Y es que el talento creador de aquello que necesitamos o nos divierte, tiene mucho menos importancia para nosotros que el nombre del fabricante que lo hizo y nos lo vendió. El que compra un automóvil sabe y repite no sólo la marca del coche, sino la importancia y la capacidad de la fábrica que lo hizo, pero ignora totalmente quien fué el ingeniero que dibujó el motor. De igual modo admiramos una película y comentamos el lujo con que el estudio X presenta sus obras y la labor espléndida de los intérpretes tales y cuales y hasta el ingenio con que dijeron ciertas frases. Pero nos tiene sin cuidado pensar que toda esa obra con que se adornan una empresa comercial y unos pocos intérpretes, se debe casi exclusivamente a dos personajes: el escritor que creó la “continuidad” y 26 CARLOS BORCOSQUE Arriba vemos un dibujo del film “The Wise Little Hen,” de Walt Disney. En el círculo, la bonita joven Anita Louise que sigue teniendo gran éxito. A la izquierda, la conocida directora de películas, Dorothy Azner, de quien habla el autor en este artículo.