We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.
Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.
El milagro del Siglo
ECIENTEMENTE la R prensa del mundo
entero se ha ocupado de un experimento extraordinario realizado en los laboratorios de la Universidad de California, por un cirujano hasta entonces desconocido. Su nombre es Robert E. Cornish y su hazaña el devolver la vida a un perro cuya muerte había sido provocada algunos minutos antes por una fuerte dosis de éter. Este hecho bien puede ser considerado como el milagro del siglo y es el primer escalón de nuevos experimentos que, según el Dr. Cornish, le llevarán a la posibilidad de resucitar seres humanos.
Desde que el mundo es mundo, alquimistas y magos, químicos y cirujanos, han desplegado esfuerzos inauditos hacia dos ideales, prosaico el uno, humano el otro: hacer oro y resucitar a sus semejantes. Pero ninguno, desde el día bíblico de la resurrección de Lázaro, había logrado lo que el Dr. Cornish acaba de realizar en su laboratorio de Berkeley. Todas las maravillas de la ciencia y la mecánica no tienen, en realidad, comparación con el triunfo alcanzado por este médico. ¿Qué significa, por lo menos desde un punto de vista humano y sentimental, la radio o el avión que salvan distancias y tiempo ante esta posibilidad de volver a la vida a los seres queridos que se nos van?
10
e ? Uno de los experimentos más
interesantes y sensacionales . Pi.» : que han ocurrido últimamente
es el retorno a la vida, de un perro. El cine presenta este | , suceso que aqui se narra.
POR
LORENZO MARTINEZ
Aquí vemos al Dr. Robert E. Cornish, en su laboratorio de la Universidad de California, donde ha llevado a cabo con gran éxito sus experimentos en devolver la vida a animales muertos.
Todos los inventores de mundo han trabajado y (lt bajan para darnos máquin que nos faciliten nuestra tx tencia material y, especil mente, que acorten las de tancias que nos separan l otros seres con los cuales vif' mos en contacto comertil Además, se nos dan insti! mentos que nos ayudan all cer la vida agradable, co el automóvil, la radio y nematógrafo; pero nada det nitivo se había consegui | hasta hoy para ahogar estl mor que todos llevamos más o menos oculto dentro de no tros mismos: el miedo de perder a los que tanto queremos! de desaparecer nosotros mismos por una muerte que bien P! diéramos llamar inesperada y prematura, una muerte aci er tal en la que el cuerpo aún está sano y vigoroso y los tell » órganos y sangre aún no han sufrido deterioro. Sólo ent Estados Unidos se calcula que mueren anualmente más ( cien mil personas por asfixia, inmersión, susto y otras cau similares que, de contar con un medio adecuado y más pote! que los que existen actualmente, habrían podido recobra! vida. Eso es lo que el Dr. Cornish está tratando de resolíó habiendo obtenido el primer éxito que recuerda la historia esta clase de experimentos. 4
Doctorado a los diez y ocho años, este sabio de poc0 E de treinta años no ha salido virtualmente de su laboratW desde el día en que concibió la (wa ala págim*