Cinelandia (July 1935)

REVISTA DE CINTAS “CARNIVAL” Film Columbia PELICULA BASTANTE ENTRETENIDA, CON BUEN REPARTO EN EL QUE FIGURA JIMMY DURANTE, EL COMICO NARIGUDO. El argumento presenta a Lee Tracy en el papel de cómico de la legua cuya esposa muere dejándole una niñita recién nacida. Lee pasa grandes apuros convenciendo a las autoridades de que es capaz de cuidar a su bebita, y rechaza la ayuda de sus suegros que quieren quitarle la hijita. Tenazmente rehusa la ayuda de Sally Eilers (que lo ama sin él darse cuenta) y de Durante, dos compañeros de profesión que ofrecen sus consejos. Lee se lanza en busca de una mujer digna de ser madrastra de su hijita y cuando encuentra una, resulta ser casada. Después de algún tiempo en que se desarrollan varios sucesos, uno de ellos un fuego en el teatro donde trabajan, Lee se da cuenta que la mujer que busca es Sally y que estaba ciego en no reconocerlo antes. Con Dickie Walters, Florence Rice, etc. “THE DEVIL IS A WOMAN” Film Paramount EL DIABLO ES UNA MUJER, Y ESTA ES MARLENE DIETRICH EN ESTA FANTASTICA PELICULA DE AMBIENTE PENINSULAR, Lo que dirán en España cuando vean esta película es cuestión que dejamos al tiempo. Nosotros nos contentamos con describir el argumento que nos presenta a Marlene en el papel de hembra mala que se burla de los machos quitándoles todo lo que puede para mantener a su madre (Alison Skipworth) y a sí misma sin tener que trabajar. Su principal entrada de fondos procede de la bolsa de un viejo militar, Lionel Atwill, que está loco rematado por ella, mientras ella lo engaña miserablemente. César Romero también la quiere, y aunque ambos hombres son grandes amigos, se baten por ella. Marlene, entretanto, ha formulado planes para huirse con Romero, pero al final se reúne con el viejo amante. El film es muy Marlenesco, estilo Von Sternberg que la dirigió. Edward Everett Horton y otros. “LA AVARICIA DEL PRODUCTOR” GUADALAJARA, JALISCO, MEXICO— La industria cinematográfica, desarrollada considerablemente en unos cuantos años al grado de ser hoy una de las más importantes del mundo, debería corresponder de manera más adecuada al entusiasmo del público que la elevó a lugar tan envidiable. Debería haber mayor comprensión entre los productores cinematográficos y el público. Y un factor importantísimo para lograr tan loable objeto es el entendimiento entre productores y artistas. Trataré de explicarme y demostrar que hace falta un buen entendimiento entre productores y artistas, que sería ventajoso para ellos y para el público. La explotación odiosa de algunos productores poco escrupulosos del mundo del celuloide es patente; pues estos voraces mercaderes del arte, que traicionan con. el beso judaico de un contrato monopolizador a aquellos que los han enriquecido, y que los esclavizan y entregan en las manos profanas y destructoras de directores que no lo son y de argumentistas incapaces de dar a luz siquiera una idea original, sólo buscan saciar su codicia, lanzando una serie CINELANDIA pagará un dólar por cada carta interesante que se publique. Dirija sus comunicaciones a Juan J. Moreno, director. de películas únicamente con miras financieras, en las que el buen gusto anda por los suelos y las ansias de lucro mal disimuladas, Total, que se desprestigia a los actores fayoritos del público y se defrauda a éste con cintas que son digno fruto de la imaginación anémica de un asno. Quizá algunos productores crean que al público le basta con ver a su estrella predilecta siendo lo de menos la calidad de la obra en que actúa. | Es cierto que el espectador perdona muchas veces las faltas de una película: la trama, la dirección, etc., por la buena actuación de las figuras centrales—como ha sucedido últimamente en las cintas de Ramón Novarro y como sucede casi siempre en las comedias de Laurel y Hardy, que con ex cepción de “Fra Diavolo,” todas las demás parecen un conjunto de escenas sin hilación, en las que el ingenio de los adaptadores brilla por su ausencia. Pero esta creencia es completamente in: sensata, pues el público acaba por aburrirse, recibiendo con toda la hostilidad que s merecen esta clase de producciones—prival: do así a los productores de una fuerte suma de ingresos y los productores a su vez rele (va a la página 5) Ginger Rogers se detiene a poner su autógrafo en una jarra que pertenece a uno de los empleados del estudio RKO, y que cuenta ya con cientos de autógrafos de personalidades famosas.