Cinelandia (December 1935)

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“LA CARA EN LA PORTADA Uno de sus últimos grandes éxitos fué “G-Men,” celebrado film policial de War. ner Brothers. Ánn Dvwvora POR JOSE QUIROZ BUSTAMANTE NN DVORAK ... La muchacha de los grandes ojos trágicos. Heroína de innúmeros films de sangre. La recordamos entre los gangsters de mirar torvo, en el hampa, en los bajos fondos de las grandes ciudades. En aquel extraño escenario donde el triunfo y la muerte caminan de la mano, Ann ha sido siempre la víctima necesaria. Y ella misma no sabe porqué. Y tal vez la desagrada su misión doliente. Se trata de una muchacha que sólo tiene diez y nueve años. Muy joven y muy bella. Ojos de luz, de pasión y de tristeza. Labios finos que conocen los huracanes de la pasión. Una voz que la recuerda uno siempre por sus suaves y hondas modulaciones.. Si contemplamos personalmente a Ann Dvorak, lejos de la pantalla, es una verdadera sorpresa. La muchacha cuya sangre ha humedecido el celuloide tantas veces, es una americanita alegre, despreocupada, optimista, incapaz del más minimo estallido trágico. Se diría, la negación de su personalidad cinemática. Una criatura amable y regocijada, inquieta y jovial, exactamente la clase de mujer que logra abrirse paso en Hollywood. Sin tragedia, sin ilusiones y sin historia, intrépida, firme y tenaz. NN DVORAK no es una muchacha sentimental. La Ann Dvorak de la pantalla es una creación fílmica que empieza y termina en el celuloide. Ann, la de carne y hueso, es una de esas chicas de Norteamérica que nos asombran a los latinos y que los latinos nunca comprendemos. Demasiado guapa para tomar la vida en serio y pasarse las horas con la mayor satisfacción tras el escritorio de una mecanograta. (va a la página 17)