Cinelandia (December 1935)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

48 Es raro ver a un astro o estrella solicitando el autógrafo de otra persona. vemos al actor Pat O'Brien, de Warner Brothers, pidiéndole su autógafo a Geraine Greear, modelo para artistas, y ahora contratada por Warners. vez, se encontró con el mayor desagrado con que todavía estaba yo en línea. Se contentó con echarme una nueva mirada de supremo disgusto, pero dejó que me quedara. Le dieron dos días para que aprendiera los diversos pasos. Ann trabajó con empeño incansable. Día y noche hasta que las fuerzas le faltaron. —Me rompía mis pobres pies dándole a las rutinas como una loca. Y de tanto zapatear me salieron callos y ampollas al extremo que casi me imposibilitaron de presentarme a la prueba final. Naturalmente, en el momento decisivo Ann fué reprobada a boca de jarro y se la consideró inepta. Pero ella protestó a gritos y en medio de un conmovedor estertor de gimoteos: —¿Por qué me quita usted cuando yo lo hago tan bien como cualquiera de las otras El director complaciente se limitó a responder: —Siéntese en esa silla y espere. La muchacha obedeció, no sin clavarle una mirada de infantil rencor. Cuando todas terminaron de bailar, el director las mandó que se sentaran y dirigiéndose a ellas dijo: —Hay aquí una muchacha que dice que puede bailar mejor que todas ustedes juntas. Como se trata de hacer justicia vamos a hacer que nos lo demuestre. Y volviéndose a Ann, le indicó que saliera a bailar las mismas rutinas, pero con dos de las mejores bailarinas, una de cada lado Pero aquí para que se notara el contraste. Ann comprendió su gran apuro, pero como día y noche había estado entrenándose, de algo le sirvieron sus esfuerzos y logró bailar sin equivocarse y sin cansarse hasta el fin. Cuando terminó, el director le preguntó: — ¿Dónde aprendió usted a bailar? —En ninguna parte. —Ya lo sabía yo. —Y luego agregó: —Puede usted quedarse para reemplazar a la primera de las otras que no pueda bailar. Es todo lo que puedo hacer por usted. Ann aceptó gustosa. Durante unos cuantos días la balanza del destino estuvo temblando indecisa entre el éxito y:la derrota. Días de emoción, como sólo los da Hollywood y el cinema. Momentos en que una jovencita inexperta y ambiciosa ve sus ideales tan cerca, que le parece tocarlos con las manos y, sin embargo ... Pero los hados fueron benignos con la heroína de Molly Luvain. La balanza se inclinó favorablemente. Una muchacha se rompió un brazo y AnnDvorak firmó contrato como bailarina de coro en M-G-M. Durante largo tiempo trabajó en ese estudio, unas veces bailando, otras como asistente del profesor de baile. —Una vez más comencé a sentir la inquietud por proseguir en la vida mi camino hacia el éxito. Creía que iba a estar siempre haciendo lo mismo sin esperanzas de mejorar. Tenía miedo de Hollywood y. de las cosas que había oído decir de otras muchachas. CINELANDIA, DICIEMBRE, 1935 Ann conoció a Karen Morley en M-G-M, Se hicieron muy amigas. Karen le dijo que estaba dispuesta a ayudarla en todo lo que le fuera posible. Decidieron esperar la primera oportunidad. Una noche Karen la llamó. En su lujosa residencia un grupo de personas prominentes se había reunido en una de esas tertulias de notables a las que los “extras” ambiciosos del cinema pagarían el salario de un año por poder concurrir de vez en cuando. Entre los invitados estaba Howard Hawks, el director, quien preparaba a la sazón una película. Karen convenció al director de las excelencias de la muchacha y para él no fué difícil simpatizar con Ann. Pero durante el transcurso de la reunión no hubieron indicios de especial interés. Eran amigos, pero Hawks ni siquiera la preguntó cual era su profesión. A la hora de despedirse, el director la preguntó si había trabajado mucho en el cine. Ella le dijo la verdad y Mr. Hawks con esa brusquedad ciento por ciento yanqui, interrumpió: —Yo vi un test de usted y estaba bastante mal. Ann inventó una larga historia para convencerlo de porqué ese test o prueba no había resultado bien. Hawks la llamó de todos modos y en el test definitivo las cosas cambiaron, Ann Dyorak, hija de actores, aventurera desde la infancia, bonita y joven, estaba destinada a ser estrella de cine. Y lo fué. La película en cuestión era nada menos que “Scarface,” la famosa producción de Howard Hughes. Como resultado de su excelente actuación, Warner Bros. la contrató y trabajó como primera actriz en una serie de films que todos recordamos: “The Crowd Roars,” “Molly Luvain,” “Sky Devils,” “Love is a Racket.” etc., etc. Leslie Fenton se enamoró de ella y se casaron y todavía viven felices en los alrededores de la ciudad mágica, donde Ann Dvorak encontró un sitial antes de lo que ella misma esperaba. PETER LORRE (viene de la página 7) como pueden hacerse amigos sin ninguna ceremonia los que esperan el tranvía en una misma esquina. Y luego el infanticida de los ojos trágicos divaga un momento: —¿Pero dónde . . . dónde fué que nos conocimos ? —En el set de Von Sternberg, mientras filmaba usted “Crime and Punishment” (Crimen y castigo). El empleado de la publicidad se queda estupefacto, —Pero . . . ¿cómo entró usted al set? Von Sternberg no permite que nadie, nadie, ni siquiera el presidente de los Estados Unidos, viole el sagrado recinto en que trabaja. Tiene policías, vigilantes de una intransigencia ad hoc. —Sin embargo, fué allí donde nos conociMOS 0. , —¿Pero cómo ... ? —Es un secreto. Y mientras el empleado se marcha, perplejo, nos reclinamos en un sofá mullido, y en la obscuridad misteriosa del taller de fotografía me enfrento al héroe misterioso de SES? A primera vista Mr. Lorre es un hombre tímido, demasiado respetuoso para con los demás, demasiado demócrata. Todos alrededor de él parecen íntimamente familiarizados con su persona, Todos le llaman por Lea los anuncios de CINELANDIA. Valiosos e interesantes.