Cinelandia (May 1936)

Arriba vemos al boxeador Max Rosen bloom, que a pesar de su edad bas tante madura para este deporte, logra mantener su posición de campeón de su peso. Die sobre el asiento, echa fuego por los 0JOS, agita las manos, se pone en jarras, salta, patea, rabia y constantemente atrae sobre sí la atención de los espectadores en masa. Un día, en un match sensacional, Al ¡Romero noqueó a León Zorrita después IF del décimo round. El vencedor, alentado por el entusiasmo de la estrella, que festaba sentada en primera fila, se lanzó hacia ella a estrecharle la mano. Pero Lupe prontamente se le abalanzó y le estampó un beso descomunal que dejó atónito al auditorio. e después, cuando Al salió de su caneo el episodio tuvo un desenlace y de él , porque parece que una amiguita cm se resintió hasta los huesos, y sin explicaciones le arrimó un bofetón que equilibraba con creces las delicias el beso... lan pus, a posar de sus apariencias de murazón de icial y satisfecha, tiene un cocidida de de Ella es la protectora deA OS representantes de su patria el porte del boxeo, que luchan en "ngs estadounidenses, ellos ota entusiasmo, habla por Mariament ayuda con frecuencia pecue. Su silueta extraña ha sido a veces interpretada como una caricatura de colores tal vez muy pronunciados. Y algunos, incluso, la han acusado de hacer de Méjico algo quizás demasiado exótico. Pero Lupe adora a su país, ama el sol que brilla más allá del Río Grande, ño se preocupa por detalles que ella ni comprende ni la interesan, y grita por sus paisanos hasta que se le queda seca la garganta. Recientemente Lupe fué víctima de un incidente jocoso y trágico. Su agente la cablegrafió que fuera a París donde recibiría de un productor diez y siete mil dólares en metálico a su llegada y un contrato para varias películas. Lupe emprendió el viaje, llegó a París y el susodicho productor estaba allí bien provisto de cámaras, periodistas, planes y galanterías. Se la llevó a cenar con él a uno de los más lujosos restaurants y se deshizo en amabilidades, pero nada dijo de soltar los diez y siete mil morlangos. Lupe esperó, aguardó, se amoscó y finalmente afrentó la situación con energía. Y se descubrió que el tal señor ni tenía los diez y siete mil dólares, ni dinero con que pagar la cuenta en el restaurant ... Abajo vemos a ese paquidermo de las luchas, Man Mountain Dean, saltándole encima a un pobre contrincante que está en el suelo. Véase su cara patilluda en esta pose reciente. El agente tuvo que pagar por él y Lupe regresó a Hollywood echando chispas contra el cinismo de los hombres de negocios del Viejo Continente .... A * * + * Así como el toreo es esencialmente estético, la lucha grecorromana moderna —Que ni es griega ni romana—es en el fondo una tragicomedia despampanante. En la actualidad las lides en que el barbudo y cinemático Man Mountain Dean o el terrible mejicano Vincent López, o el afamado Savoldi se enredan, son cosa feroz y primitiva, capaz de hacer enrojecer de vergienza a cualquier titán monstruoso de la era megalítica. En Hollywood ese espectáculo está. muy en boga y entre los aficionados a la lucha grecorromana existen dos psicologías completamente distintas. Unos van: atraídos por el arte magno de las llaves. y los golpes estratégicos provistos de todos los interminables tecnicismos. Otros. van atraídos por el extraordinario colorido y la gracia inconcebible con que un par de colosos tratan de arrancarse la vida no sólo a fuerza de patadas, codazos.y puñetazos, sino con actitudes frenéticas. y miradas incandescentes. Porque en la lucha grecorromana se-gún el sesgo que ha tomado en nuestros. días, no basta ser un monstruo capacitado para aguantar sin reventar toda clase de violencias, sino que es preciso además tener condiciones brillantes de actor trágico. Miradas que hielen la sangre en las venas, puntapiés con vuelo espectacular que desde antes de llegar a. su destino arrancan una melodía sin-fónica de la espina dorsal de la víctima, en fin, que importa tanto el gesto mortífero como el golpe brutal. Y claro, considerando el arte de la “lucha”? como arte interpretativo y real,. no haya duda que el luchador magno es. el célebre Man Mountain Dean que, además de luchador, es actor de cine y ha: figurado en el reparto de varios films. Este velludo descendiente del Pithe (Va a la página 64) 27 4?