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'MYRNA LOY
Por Alfonso : ts l A en su enigmático misterio la Mona
| Lisa de Hollywood. Ninguna lama apa| sjonada ha envuelto su vida, sin embargo |
tjgne algo de ese calor de rescoldo que inita y acaricia. El amor apenas ha pasado por su vida sin dejar rastro viviente. ¡Quién podría, no obstante, tildarla de o) el esta pequeña ciudad de calculajores que venden al público mentidos entisiasmos, héroes y heroínas, Myrna Loy avanzado hasta la primera fila sin que sa posible atribuir su triunfo ni a un perfecto dominio del arte histriónico, ni ¿maravillosas características fotográficas, mo Marlene Dietrich, ni a intrigas sodales, ni al romántico entusiasmo que intiera por ella algún omnipotente proiuctor de la industria. Myrna tiene amisy amigas, asiste a una que otra fiesta, 1wes hermitaña a lo Greta Garbo ni tamco dada a la vida social con detrimento e su carrera como Carole Lombard o Dolores del Río. La historia de sus amores es bien Ireye, Un fugaz entusiasmo por Valenino, ahogado al nacer por razones de Melidad a la esposa del actor, que era ina de sus mejores amigas; un capricho (ioso y pueril por Barry Norton, dos o tres flirts relampagueantes, finalmente su
noviazgo con el hijo de uno de los accionistas de Paramount, noviazgo cuya curva se pierde ya en la bruma sin que pueda acertarse su final.
En la pantalla Miss Loy ha sido siempre la mujer olvidada del futuro para gozar de un presente que sin ser verda: dero era sin embago tentador. Su actitud
. era sincera, tan sincera como que esa es
una de las claves de su vida y de su infancia: “El presente me lo debo dar yo a mi misma, el futuro .. . lo que la vida dispongas: ..”
Myrna nació en Montana cuando ya la fiebre de oro había pasado dejando enriquecidos a los habitantes de esta pinto resca pero fría y agreste comarca.
Como Montana es Miss Loy. La pantalla nos la ha mostrado siempre vestida en color. Rica en irisaciones. Su frío normal se incendia a veces con llamaradas breves como los veranos en las regiones del norte.
Comenzó en el cine paso a paso, primero estudiante de teatro y baile en una
Arriba, una pose reciente de Myrna Loy, estrella de los estudios M-G-M. Abajo la vemos en una escena de su más reciente película, “El gran Ziegfeld,” en que ella hace el papel de Billie Burke y William Powell, el de protagonista.
escuela de Venice, la playa cercana a Hollywood; después y durante años, corista de baile moderno para Fanchon and Marco. Luego algunas pruebas cinematográficas afortunadas que la hicieron concebir la esperanza de ser estrella. Y con la clásica tenacidad de las muchachas de sangre escandinava — Myrna lo es por parte materna—-día tras día a las oficinas de repartos en busca de trabajo como “extra.”
Un día, Natacha Rambova la conoció y consiguió que se le diera una parte en una película de Valentino. Luego volvió el tedio y la busca diaria de trabajo. Como de todos los estudios, el más próximo a. su casa era M-G-M y no siempre disponía de dinero para el tranvía, Myrna solía pasarse las horas en la Metro esperando que un hada en la figura estrafalaria y pantalones de golf de un director, se fijara en ella.
Por algunos años vió Myrna desvane: cerse su ilusión sin conseguir otra cosa más que trabajo de extra. Pero la suerte,
ese enigma que tan bien expresan los ojos de la estrella y en el que ella cree devotamente, quiso que a pesar de no ser bueno el test hecho para la Rambova por Myrna, aquella se empeñase en que ésta fuera llamada al estudio y trabajase en esa película. ; i Alí comenzó su larga carrera cinematográfica. En una docena de películas tomó parte interpretando siempre exó:; ticas bellezas con corazón de sirena. Fatal mujer de todas las nacionalidades, javanesa, China, polinesa, indostánica, etc.
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