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LOS COLONES DE HOLLYWOOD
Por Borcosque
Cada estudio tiene un casting director (o sea un director de repartos). La tarea de éste es encontrar a los intérpretes apropiados al tema de cada cinta, así como usted hace su lista de invitados para su próximo cumpleaños, de acuerdo con el tamaño de su mesa o el número de sillas de su salón. Pero Hollywood necesita remozarse en nombres estelares y los estudios han creado ahora los talent scouts, individuos que andan siempre a la pesca de astros y estrellas en ciernes. ¿Cómo los encuentran?
Van a todos los estrenos teatrales, a todos los espectáculos de bataclán. y escuchan todos los programas de radio. Van también a las representaciones de aficionados de los muchos clubs teatrales que existen en este país. Los talent scouts tienen agentes en todas partes. No quiere decir esto que todos los que sueñan con la pantalla puedan llegar a ella, si se tropiezan con uno de aquellos. Las cifras cantan. Durante 1935 observaron la labor artística de más de cuatro mil personas, en Estados Unidos y en Inglaterra, especialmente. Se ensayó, ante la cámara, a unos ochocientos; se contrató a unos ciento cuarenta y
sólo triunfaron, durante el año, una docena escasa.
Hagamos una revisión rápida. El productor David Selznick, de visita en Londres, vió en un teatro al niño Freddie Bartholomew. Quiso traérselo, pero sus padres se opusieron. Preparando más adelante la filmación de “David Copperfield,'” ensayó a más de cien niños: ¡ninguno como aquel! .. . Insistió y consiguió que Freddie cruzara el Atlántico. Y allí estuvo la atracción y el éxito de la cinta. Los estudios de la Metro—-digámoslo de paso—es la empresa que más ha actuado de Colón durante el último año. Fuera de Bartholomew, ha hecho cuatro descubrimientos sensacionales. Primero fué Luise Rainer, traída de Viena, que en una sola película, “Escapade,'”? se ha establecido y que ahora se susurra le “roba” la cinta “El gran Ziegfeld”” al no menos grande William Powell. En seguida Nelson Eddy, que aunque conocido como cantante, no había interesado a los productores hollywoodenses. Más adelante Robert Taylor, que
Rosalind Keith le da un ósculo filial al viejo actor W. C. Fields en esta escena de la cinta “Poppy,” de Paramount. Abajo vemos una foto de la pequeña Shirley Temple, que acaba de triunfar en “Estrellita del faro,” de 20th Century-Fox.
después de dos o tres películas ini cantes, se ha establecido como Ú Ma galanes de mayores esperanzas Mi mente a raíz de su labor en «y, + Obsession,”” de la Universa] y Eleanor Powell, una bailar quina, casi desconocida, a quien Seo de protagonista de la cinta Masia melodía de Broadway de 1936, y éxito que se la compara con Vent Fred Astaire. h
Otros estudios, sin embargo, ha nido también sus éxitos. Paramom ha dado a Fred MacMurray, Un qa casi feo pero de una personalidaj '
yente; y Fox, a Henry Fonda, gaji teatro que está levantándose an 1 mente.
Este último estudio es tambi el responsable del triunfo del tenor Martini. En este caso el Colón ll productor Jesse Lasky, ahora asociad Mary Pickford, quien tenía fe en Mar desde hacía años pero no lo consider aún suficientemente “maduro” par marse a la pantalla en una produc responsabilidad.
Siempre hay una puerta entr en los estudios para el desconocill personalidad. Pero no hay que em ni abrirla a la fuerza. Hay qUe algo, al lado afuera, que haga cabeza, interesado, al talent scol estudio. Usted, lectora 0 Lecto!, posiblemente aspiraciones cinescadA tiene algún amigo o alguna amib4n ¿Es parecido a Clark Gable, 4% Shearer, a Fredric March, etc.! e vale nada. Hollywood está repltl! dobles que ganan, cuando más, suelo extras. Lo que se necesita es algo M' Gable triunfó por su varonil ruded" como Valentino se estableció po! h dosidad y Wallace Reid por la an sus líneas de sajón. Fred Ma dy está haciéndose famoso por SU Me cotón de muchacho escola, rl Errol Flynn triunfa por la persoll dinámica de su sonrisa de irlandés Eso es lo que quiere el cine J E buscan los scouts: personalidaf 1 la personalidad, cuando es legl e siempre. nueva y original y WU“ se parece a la de nadie.
y