Cinelandia (August 1936)

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egado a la convicción de que rdát y Eleonora Duse se han en el cuerpo de Shirley. os una pausa. Y luego volveel hilo de la conversa paí: ¡ mi hermano ni yo pensamos nunca ; Yo no sé cómo se me De sopetón. Luego ' isfecho que no podía ocueme ae era cosa en la vida .... 1] —Fuimos juntos a la escuela en Nueva dl york y después a la Universidad de Cojonbia. Más o menos al mismo tiempo $ 10S ocurrió que era mas entretenido 1) jedicarse al teatro. Después de todo ' | gsted sabe, el teatro es Un arte exquisito. Nr. Morgan se ríe con una risa entre iespreocupada Y burlona. Habla despacio | como si cazara las palabras a manera de moscas en el espacio infinito. Me río a ml compás COM él y nuestra risa es algo pecamb minosa. Al cabo de un rato he echado jp ver que tal vez inconscientemente nos ii' tomos reído de Hollywood. 4 _Yo vivo aquí muy feliz y lo mismo lib mi hermano. No hace mucho que habláhamos de eso precisamente y llegamos a h decisión de que ya Nueva York no es interesante para nosotros, puesto que todos nuestros amigos y conocidos que son en su generalidad gente de teatro, han establecido en el cine y viven en Hollywood. Le pregunto por sus obras favoritas en el teatro. —De cuanto he hecho, nada me parece que me ha gustado tanto como la comedia “Topaze” que hice hace mucho tiempo e Nueva York. “The Affairs of Cellini,” también ha sido una de mis comedias favoritas. Charlamos imprudentemente a pesar de que están filmando y hasta nuestro rincón llegan los gritos de Astryd Allwn que dialoga ante el micro y los i a destemplados del asistente. Mn a ad ríe espontáneamente con una » cigaril] remo sarcástica y me ofrece O que extrae de un paquete astante des a 1 —Esto pachurrado. , Mi gus rd Eco esta película contra Qe me ha Nica y exclusivamente porA prometido un viaje a Europa si me someto a todo lo que me digan . Al Mlegar aquí, Frank hace un mohín de disgusto semejante al que hace un niño cuando se rinde a la disciplina paterna a cuenta de ganarse un pastel de crema. Después de todo, Frank y Ralph Morgan se cuentan entre los pocos favoritos de los hados que pueden impunemente tomarse la libertad de decir “no” en Hollywood. Su fortuna personal es cuantiosa. Son Presidente y Vice-Presidente Aquí vemos al otro Morgan, Ralph, el tipo del hombre que comprende hondamente el trágico sentido de la existencia, y cuyas caracterizaciones le han ganado muchos admiradores. Abajo está con Jane Withers, en “La señorita Nadie,” de 20th CenturyFox. ad honorem de una fábrica que explota la confección de cocktails, hábito en extremo popular entre los descendientes de Washington. Por cada Manhattan que se bebe uno en Norteamérica, paga un pequeño tributo al peculio de la familia Morgan cuyo verdadero nombre es Wuppermann, propietaria de una gran fábrica de amargo de Angostura en el Este Amargo que les resulta más que dulce a los hermanos Morgan. Trato en la imaginación de trazar un paralelo entre los dos hermanos. Ambos vinieron a Hollywood casi al mismo tiempo. Dieron juntos por tierra con uno de los más viejos principios del cinematógrafo que consiste en desechar a aquellos cuyo parecido físico decrece sus posibilidades comerciales. Ellos se preguntan con insistencia por qué el uno y el otro triunfaron en planos diversos y emprendieron el camino del éxito por rutas paralelas, pero distintas. Hollywood pasa por alto sus lamentos y responde enclavando el nombre de entrambos en el mismo programa del más célebre teatro de Hollywood: el teatro Chino de Sid Grauman. Frank obsequia al público con su hilaridad exquisita en el film “Trouble for Two”; Ralph lo deleita con su dramaticidad suave y sincera en “La señorita Nadie,”? en compañía de la egregia chiquilla Jane Withers. Y: ésta es la prueba más palpable de que la familia Morgan Inc., de las Angosturas, ha entrado de ancho en Hollywood. 15