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NO VENGA A HOLLYWOOD
Por Borcosque
Para triunfar en Hollywood, no hay que venir a él. Eso es lo que dice Campbell McCullough, jefe de la oficina del Central Casting. Según estadísticas que él mismo ha comprobado, los extras no llegan a ser astros, por lo menos en una
proporción razonable. En los últimos diez años, apenas si Charles Farrell y Janet Gaynor pueden recordarse como los únicos casos de artistas retirados del montón y elevados a la categoría estelar. Pero en cambio, hay casos que prueban que las filas de los extras es el sitio hacia el que menos dirigen sus ojos los productores y directores. Clark Gable fué extra en Hollywood. Se aburrió de que nadie se fijase en él y se fué a Nueva York. Allí comenzó a trabajar en el teatro, de partiquino, y volvió a Hollywood en jira. Entonces sí que le descubrieron. McCullough dice que los que sueñan con ser estrellas y astros, no deben venir a Hollywood. Es mejor que se dediquen al teatro o al radio en sus ciudades natales
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o en los grandes centros artísticos, de los que Nueva York es el más difícil para triunfar, pero el más apropiado. Los estudios tienen scouts en las grandes ciudades del mundo para que descubran a los elementos nuevos que comienzan a destacarse. Pero no los tienen en Hollywood, en donde el rebaño de comparsas tiene fama de humildad y de falta de personalidad.
Para ser extra y sufrir las privaciones y humillaciones de esa profesión, hay que tener un espíritu de mansedumbre que no
W. C. Fields es hábilmente secundado por la actriz de carácter, Catharine Doucet, en esta escena amorosa del film “Poppy,” de Paramount. La nueva actriz Ketti Gallian, está bajo contrato con Paramount, donde se preparan a asignarle un buen rol en una próxima película.
está de acuerdo con las cualidad
dinamismo y ambición que debe astro o la estrella.
De modo que ya lo saben los año dos: busquen el triunfo en otras Dat sin preocuparse de Hollywood, y yyy sean famosos y constituyan “mercade cinematográfica de posibilidades, Bah wood será el que les llame. Y entony pondrán su precio, en vez de mendiga; la puerta de los estudios,
Pero todo esto, naturalmente, en ingk porque el cine norteamericano se las exclusivamente en ese idioma. El af, nado sudamericano o español que tay buena figura, buena voz o personaliiy dramática suficiente, no llegará a Hi; wood aunque triunfe en la escena 0 e: radio de su país. La ciudad del ciney conoce ni ha oído nombrar a las gra: figuras artísticas de nuestro idioma, tj día no hay una oportunidad en die y para un artista nuestro en Hollyw
DO868 y
York, en Chicago, en Londres, De ho cuando una primera figura de Pariso Berlín interesa a la ciudad del ciney: le ofrece el contrato, previa adver de que la recién llegada o el novic berán dominar el inglés a corto ]l cosa tan difícil por cierto, que ha pl cado el fracaso de la inmensa mayo los astros extranjeros en Hollywool, la excepción de unos pocos. E |
De modo que no hay que venir a Hol wood para triunfar en Hollywood, Y que no hablan el inglés a la perfet que vuelvan sus ojos hacia la produ nacional cinematográfica o hacia aquél países en donde se hacen hoy mayoMlk mero de películas en castellano. Ñ
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